ENSAYO - FELICIDAD EN LA SOCIEDAD.
Enviado por Sara • 9 de Febrero de 2018 • 3.153 Palabras (13 Páginas) • 583 Visitas
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En mi parecer, e iniciando de diversas lecturas y conocimientos bases, la felicidad es ese sentimiento de placer, saber que has culminado una meta u objetivo con rigurosos actos y sacrificios, es por eso que la felicidad es duradera. Es una sensación latente del ser humano, algo que todos queremos alcanzar. El ser humano ha tendido siempre a perseguir la felicidad como una meta o un fin, como un estado de bienestar ideal y permanente al que llegar.
Existe una corriente de la Filosofía, cuyo propósito de estudio es la felicidad y me resulta muy interesante presentarla, con la finalidad de que se nos aclare el panorama al momento de responder las preguntas presentadas al principio.
EUDEMONISMO
Su principal representante fue Aristóteles, es un concepto filosófico que recoge diversas teorías éticas, justifica todo aquello que sirva para alcanzar la felicidad. El término hace referencia a que la búsqueda de la felicidad es la base de la existencia del hombre en el mundo. Fundamentalmente no cosas materiales. Como propuesta principal nos presenta que: “El bien es aquello que nos hace felices y la felicidad es el aumento de nuestras fuerzas para obrar” Aunque esta teoría no esta muy bien fundamentada, puesto que, a lo que uno hace feliz no hace feliz a las demás personas.
Es muy notorio que esta doctrina explica la manera en que uno alcanza la felicidad, en esta oportunidad tomaremos en cuenta el punto de vista Aristotélico.
EUDEMONISMO ARISTOTÉLICO
Aristóteles sostiene que "la felicidad es como un bien supremo, es aquello que da sentido y finalidad a todo otro fin querido por el hombre." (Martínez, 2000, p88)
El fin último de nuestros actos es alcanzar la felicidad, pero ni la vida activa ni la vida placentera garantizan su logro. Solo la vida teorética, dedicada a la búsqueda del conocimiento, permite ser plenamente feliz, porque esa vida se caracteriza por el ejercicio de aquello que constituye la naturaleza específica del hombre: la razón, y, más concretamente, del intelecto.
El ejercicio de la contemplación permite al hombre alcanzar las virtudes intelectuales, como la prudencia y la sabiduría, pero como el hombre es también un ser corporal, no puede dedicarse siempre a la contemplación; por eso, la felicidad requiere también un disfrute moderado de bienes externos, como la salud, el bienestar, los amigos, etc., sin los cuales ninguna vida puede ser enteramente feliz.
Junto a las virtudes intelectuales están las virtudes éticas (valentía, templanza, justicia, etc.), que son aquellas que dependen del carácter del sujeto. La virtud ética es para Aristóteles una disposición o modo de ser consistente en el hábito de adoptar el término medio entre dos extremos viciosos, uno por exceso y otro por defecto. Esto significa que no somos virtuosos ni viciosos por naturaleza, ni tampoco adquirimos la virtud a través del conocimiento, sino que la virtud y el vicio se consiguen ejercitándose en ellos.
Que la virtud sea cierto término medio no la identifica con la mediocridad, sino que, por su valor intrínseco, la virtud constituye siempre un extremo de perfección y la mayor excelencia a la que puede aspirar el hombre. Asimismo, el vicio o mal, por corresponder a un extremo de imperfección, no admite término medio, sino que es malo de forma absoluta.
La meta o finalidad de la existencia humana debe ser, entonces, el vivir conforme a la razón, o lo que es lo mismo, vivir conforme a las normas de la virtud. Convengamos, por tanto, en que a cada uno le corresponde tanta felicidad cuanto sea su virtud y prudencia y según sus actos de acuerdo con ellas.
Aristóteles no excluye las riquezas y el placer de su idea de la felicidad humana. Dice que la riqueza es necesaria para las manifestaciones externas de la virtud y el placer es la recompensa natural de una vida virtuosa.
La felicidad incluye, igualmente, amistad, salud, honor, etc, en una palabra todos los vienes de a fortuna.
Y como seguimos bajo un contexto filosófico, no puedo dejar de mencionar Epicuro, con su corriente el epicureismo, quien tuvo una visión de la felicidad, el cual presentaré continuación.
EPICUREISMO
El epicureismo tenía una finalidad claramente práctica; los epicúreos entendían la filosofía como una medicina del alma. La filosofía no se estudiaba para adquirir cultura, sino para ser feliz, mediante la ataraxía que es el estado del que se ha liberado del temor a la muerte y a los dioses y ha logrado una tranquilidad de espíritu.
Para Epicuro la finalidad de la existencia es conseguir una vida feliz, esto se alcanza mediante el placer y la misión de la filosofía es tratar de evitar todos los obstáculos que puedan impedir esta meta y mostrar el camino para alcanzarla. Cree que para conseguir la felicidad es fundamental liberarse de temores irracionales, creencias erróneas y vanas esperanzas, para lo cual resulta de suma importancia el conocimiento científico que permite conocer la realidad. Pero también es importante abandonar la Paideia, la educación tradicional de la Grecia clásica, porque trasmite unos valores que no conducen a la felicidad y además provocan el miedo.
A Epicuro le interesan más los placeres estables y duraderos caracterizados por la ausencia de dolor en el cuerpo o aponía y de perturbación en el espíritu, pero también considera importante la satisfacción de los placeres cinéticos, dirigidos a evitar sensaciones de dolor. Es deseable evitar los dolores del cuerpo pero son peores los dolores del espíritu, sin embargo también se pueden evitar, mediante un esfuerzo por erradicar las falsas opiniones, creencias irracionales y vanas esperanzas, que son las que causan las perturbaciones de nuestro espíritu y nos alejan de la serenidad, y esta es la misión de la filosofía.
La amistad, es una palabra que indica un vínculo afectivo, y tiene una larga tradición en Grecia. Epicuro hace de la amistad algo muy especial que se puede apreciar en sus escritos y en la actitud que había en sus escuelas y sobre todo en el "jardín", que estaba formado por una comunidad de amigos de igual a igual.
Epicuro convierte a la amistad uno de los puntos más importantes de la felicidad, porque la amistad es una de las cosas que más placer nos proporciona. Rechaza la vida política y social como negativo para mantener la serenidad, pero mantiene la necesidad de la amistad para conseguir la ataraxía, incluso cuando pueda haber momentos de turbación por el sufrimiento de un amigo.
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