ENSAYO FINAL “Educar con libertad”
Enviado por monto2435 • 29 de Diciembre de 2017 • 2.340 Palabras (10 Páginas) • 628 Visitas
...
Así, desde el planteamiento de los modelos no tradicionales y de trabajo en la libertad, la escuela moderna además de desarrollar cognitivamente al individuo, al mismo tiempo deberá trabajar la conciencia de la singularidad (formación individual), la conciencia o reciprocidad social que cotidianamente lo implica.
De tal forma que como resultado de las infinitas permutaciones de la herencia, el individuo será inevitablemente único, y esta singularidad por ser algo que no posee ningún otro individuo, será de valor para la comunidad. Puede ser solo una manera singular de hablar o de sonreír, pero eso contribuye a la variedad de la vida; puede ser una manera singular de ver, de pensar, de inventar, de expresar pensamientos y emociones, y en ese caso la individualidad de un hombre puede ser de incalculable beneficio para toda la humanidad.
Una de las aportaciones de la psicología moderna y de las experiencia históricas recientes es que la educación no debe ser únicamente un proceso de individualización sino también de integración, es decir, de reconciliación de la singularidad individual con la unidad social. Si un individuo logra la integración social será alguien capaz de plantear su ruta de vida, en tanto esto, será posible que cree su alternativa de felicidad con y desde el reconociendo del otro como complementario del proyecto personal de vida. En este sentido la educación debe discriminar entre hombres obedientes o individuos creativos, y por consiguiente, la escuela, además de sus funciones formativas deberá concebir la acción creadora y su función integradora.
La libertad no debe concebirse en sentido negativo, como ausencia de ciertas necesidades o restricciones. La libertad es un estado del ser dotado de características positivas que deben ser desarrolladas en toda su autosuficiencia. El desarrollo de estas cualidades se aleja inevitablemente de las cualidades opuestas, se evita el odio mediante el amor, el sadismo y el masoquismo mediante la comunidad del sentimiento y de acción. Los impulsos que la educación pone en libertad preceden y excluyen la formación de estos impulsos egoístas y antisociales, producto actual del proceso social.
La libertad como principio rector de la educación fue establecida por Rousseau y otros autores en donde se encuentra algo parecido a una teoría de la educación totalmente integrada con un concepto democrático de la sociedad. Este enfoque que se debe denominar educación desde la sensibilidad, es aquella educación que se concibe desde los sentidos en que se basan la conciencia y en última instancia, la inteligencia y el juicio del individuo humano. Solo en la medida en que esos sentidos establecen una relación armoniosa y habitual en el mundo exterior, se construye una personalidad integrada.
Este modelo educativo, desde donde se entienda, constituye uno de los ejes fundamentales de la formación integral del individuo por su importancia en el desarrollo de la sensibilidad y de la capacidad creativa, así como el valor intrínseco de la persona en la configuración de cualquier tradición cultural Es decir, el modelo para la educación desde la libertad no es sólo el amor a la vida y a las cosas, no es sólo hacer las cosas bien y con estilo, no es sólo una forma y estilo de vivir, es una forma de expresión, que al igual que un artista comunica sus sentimientos, sin reducirse socialmente por ello. El individuo es capaz de expresar de forma sana y cotidiana sus sentimientos, su imaginación, su inventiva, su creatividad, sus experiencias y vivencias a lo largo de la vida, lo que a través de la educación se transmite al individuo por medio de los sentidos, hecho igualmente significativo cuando el individuo se comparte en el aprender y construir en comunidad el conocimiento.
“Este e perfil educativo recupera los cuatro aprendizajes básicos que permitirán alcanzar las desafiantes metas educativas del siglo XXI:1. APRENDER A CONOCER. Este tipo de aprendizaje que tiende menos a la adquisición de conocimiento que al dominio de los instrumentos mismos del saber. Puede considerarse a la vez medio y finalidad de la vida humana: CONOCER el entorno, CONOCER a las personas y CONOCER el mundo. 2. APRENDER A HACER. Aprender a conocer y aprender a hacer, son dos cosas indisociables. ¿Cómo enseñar al alumno a poner en práctica sus conocimientos? ¿Cómo adaptar la enseñanza al futuro mercado de trabajo, cuya evolución no es totalmente previsible? Aprender a HACER es disfrutar el arte, aprender a HACER un trabajo productivo, aprender a HACER el mundo más aceptable.3- APRENDER A VIVIR JUNTOS. Sin duda, este aprendizaje constituye una de las principales empresas de la educación contemporánea donde educar exige una doble misión: Enseñar la diversidad de la especie humana, contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y las interdependencias entre todos los seres humanos.4- APRENDER A SER. El grave peligro de la DESHUMANIZCIÓN frente al avance tecnológico científico. Un mundo en permanente cambio, cuyo motor es la innovación continua, social y económica, nos obliga a ofrecer a niños y jóvenes todas las oportunidades posibles para descubrir y experimentar.
Estos cuatro pilares, no deben limitarse a la niñez o a la juventud, debemos aspirar a que se propicie la continuidad en el tiempo, educando a la persona para que viva estos aprendizajes el resto de su vida, aprovechando al máximo un contexto educativo en constante enriquecimiento”.[2]
CONCLUSIONES
Es en el modo de acceder al conocimiento, de presentarlo y considerarlo desde diversas perspectivas donde se ponen las bases para pensar críticamente, lo que implica ya, un ir más allá de la pura transmisión de conocimientos para propiciar su cuestionamiento, iniciando así un proceso de búsqueda de la verdad y el bien de la humanidad. Esto apunta al método de enseñanza- aprendizaje para hacerlo viable en el contexto, ya que pensar en una educación que se viva desde y en la libertad, alude más a un proceso que a un resultado y apela a lo humano mismo de cada quien, a su posibilidad de salir al encuentro del otro y ser acogido por él, al tiempo que acoge a otro en si mismo. Y que mejor manifestación de esta singularidad que el diálogo.
El diálogo empleado como herramienta educativa, hace posible conjugar el saber con el poder hacer y el querer, ya que permite relacionar y no simplemente sumar, de tal forma que resulta ser un medio educativo natural que reúne los aspectos valorares de la tarea educativa. Viene a ser un vehículo idóneo para reconocer y afrontar las situaciones de conflicto desde la reflexión serena sobre sus causas, tomando decisiones negociadas para solucionarlas de una forma creativa, tolerante
...