“ESTUDIO DEL IMPACTO DE LA ECONOMIA DIGITAL Y SU APLICACION ACTUAL EN LAS EMPRESAS DEL ECUADOR”

...

La mayoría de las grandes sociedades comenzaron a utilizar a espacio virtual para designios de la economía digital con sus concernientes socios de negocio. Pronto, algunas de ellas reportaron beneficios significantes, en materia de fabricación, por el uso adecuado de las tecnologías de comunicación. Las técnicas de creación, compra, comercialización y venta de productos y servicios cambiaron positivamente y de forma dramática. Para el año 2002, se esperan actividades fructíferas, entre negocios, por un monto mayor a los $300,000 millones de dólares.

Con la llegada de la economía digital algunos bienes ya no tienen que ser embalados y distribuidos a través de una tienda física (software, noticias, música, video, etc.). Ahora una diversidad de productos y servicios son comercializados rectamente a través de Internet (Boletos de avión, obras musicales, servicios personalizados de noticias, reservaciones turísticas, servicios bancarios…). Distintos sectores de diferentes industrias cambiaron la forma de operar sus negocios, obteniendo beneficios significantes por el desarrollo de productos y servicios digitales.

La economía digital también ha favorecido el aumento de ventas de productos convencionales o tangibles, almacenados y entregados físicamente. Aunque el porcentaje de transacciones corresponde al 1% del total de las ventas producidas por medios convencionales (comercios físicos), productos como computadoras, electrónicos, artículos deportivos, autos, libros, y flores, entre otros, cada vez registran mayor solicitud en Internet.

La intensa competitividad mundial y principalmente el levantamiento de nuevas tecnologías de comunicación e información transforman cada vez más rápido a la humanidad, y directa o indirectamente, estos componentes tienen un gran impacto en el actuar de las organizaciones y de los gobiernos de los distintos países. Posiblemente somos ahora, presentes del cambio más profundo desde la iniciación de la revolución industrial, y lo que contribuyó al éxito de las empresas en el pasado parece no tener mucho valor en el futuro. Por tal motivo resulta indispensable, para toda organización, la comprensión del "diferente resolución mundial" que deriva de una tercera revolución: "La digital". No basta con sólo mejorar las viejas formas de operación y administración de la era industrial, es importante anexar elementos de futuro que permitan un desarrollo sostenible de acuerdo a la nueva dinámica social. "Renovar es la clave".

Internet, con su complejidad de tecnologías, ha sido iniciador de cambio y principal experto de una nueva sociedad global en la era digital. Gracias a este nuevo sistema de información y búsqueda, cada una de las etapas comprendidas en los procesos básicos de las organizaciones, (creación, producción, comunicación, venta, servicio y control), pueden encontrar amplias posibilidades de efecto para resolver complejas operaciones de cualquier índole, simplificar o suprimir pasos innecesarios, detectar irregularidades, e inventar nuevas maneras de coordinar procesos, de un modo más ágil y efectivo, en busca de la introducción.

El progreso que ha registrado Internet ha sido desmedido, ha dejado de ser la red particular de establecimientos científicos, de enseñanza y de algunas dependencias de gobierno de diversos países para convertirse en la red oficial más grande del mundo, con una trascendencia aproximada de 300 millones de usuarios en más de 170 naciones.

Según las últimas cifras anunciadas por la Internet Society (ISOC), organismo internacional promotor de Internet, existen aproximadamente 9, 560,866 sitios web, con averiguación diversa de cualquier parte del mundo. Y de acuerdo a un estudio presentado por Euro-Marketing, los 5 idiomas sobresalientes en Internet, además del inglés son: Japonés 7.1%, Español 6.2%, Chino 5.4%, Alemán 5.0%, Francés 3.9.

(Gutiérrez, 2016)

Durante 1998 se registró una de las últimas propuestas masivas de conexión de diversos países denominados en desarrollo. Sin embargo, bajo la reflexión de algunos aplicados del fenómeno, este esfuerzo no ha sido suficiente para democratizar el medio. La participación de los países en desarrollo es casi nula en comparación con algunos países desarrollados. Según Network Wizards, el 97% de los hosts o computadoras conectadas a Internet residen en los países desarrollados.

Los países en desarrollo mantienen una contribución establecida en Internet, principalmente como efecto de la baja oferta en sus respectivos mercados. No obstante este inconveniente, con motivo de algunas iniciativas de diversos sectores de la sociedad, recalca ahora, de forma prodigiosa, algunos países en mejora como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela, en el caso particular de Latinoamérica. Algo similar sucede con la India y otros países de la región Asia-Pacífico. El caso concreto de Brasil y México es importante de señalar. Brasil domina el lugar 13 en número de hosts, mientras que México registra el lugar 15 a nivel mundial, según un estudio exhibido por el Centro de Información de Redes de México.

La siguiente contemplación de un estudio general sobre el número de usuarios de Internet demuestra la importancia que registra presentemente este nuevo medio de comunicación en el ámbito global.

Según los estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los medios centrados en las tecnologías de información y comunicación - siempre y cuando cumplan la posición de ser accesibles, asequibles, prácticas y útiles - son esenciales para elevar el nivel de vida, mejorar la competitividad económica y ofrecer igualdad de oportunidades a las diversas sociedades. En este sentido, las tecnologías de información como Internet pueden contribuir mucho más al crecimiento económico digital, el desarrollo social y la calidad de vida de las sociedades de América Latina. Por tal razón, los gobiernos deben ocuparse en estrategias de promoción de acceso a Internet.

Bajo la óptica del BID, así como la era industrial dejó ganadores y perdedores entre los estados, la actual revolución de la información y comunicación, creará a organizaciones privilegiadas y arrancadas. Por consiguiente el reto para los gobiernos latinoamericanos, frente a la economía digital y el comercio electrónico, consistirá en promover democráticamente, la intervención en un nuevo espacio que representará las bases del desarrollo de las nuevas organizaciones del siglo XXI.

En particular, el comercio digital debe, entre otras cosas, contribuir al incremento del demanda de la economía mundial, en el caso específico de