El arquitecto como teoría.

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Loos, al hacer mención de este hecho en su teoría, afirma que la casa no es una obra de arte, porque la obra de arte nace sin exigencia alguna, pero cuando diseñamos una casa es para cubrir una exigencia. Aunque no todos los teóricos comparten este pensar, Le Corbusier, por ejemplo, habla de la arquitectura como arte en su sentido más elevado.

León Battista, Andrea Palladio, Violett Le Duc, John Ruskin, José Villagrán, Ramón Vargas Salguero, entre otros tantos, pueden estar de acuerdo en algunos puntos cuando de arquitectura se trata y diferir en otros. ¿Significa esto que estén equivocados, que sus teorías no sean válidas o carezcan de utilidad para nosotros? Por supuesto que no, lo único que esto demuestra es que las teorías son teorías, las ideas que estos hombres presentan cambian a lo largo del tiempo, evolucionan, a la par de la arquitectura. Evolucionan junto al avance del hombre, van de la mano de las necesidades que nacen según la época, según los acontecimientos.

El hecho de que no sean iguales no les resta validez, utilidad ni la aportación que hacen a nuestra formación como futuros arquitectos. De estas teorías aprendemos la necesidad de pensar para más, no un pensar egoísta con beneficio solo para nosotros, sino pensar en la sociedad. La arquitectura es un arte humanista, creamos a partir de las necesidades del cliente, tratamos con las personas en primera instancia.

El arquitecto, por un lado, es el que define las bases, los principios. Por otro, es el que dirige, el que manda en la actividad de construir. ¿Por qué decimos, entonces, que el arquitecto puede ser considerado una teoría? El arquitecto, como la arquitectura, cambia y se modifica con el paso del tiempo. Como arquitectos no podemos asumir que lo sabemos todo, que hemos encontrado toda solución existente para todo problema que se presente. Tal como una teoría, somos modificables con base en experimentación, en ejercicio práctico de la arquitectura, los teóricos de la arquitectura nos presentan un modelo, una forma de hacer arquitectura, nosotros, como arquitectos, somos la actividad. Sin teoría no hay práctica, sin práctica no se demuestra ninguna teoría. El arquitecto puede ser uno u otro, o ambos, que es lo esencial.

Para ser buenos arquitectos es vital conocer buena arquitectura, somos teorías, modelo y práctica a la vez. Ser arquitecto no es hablar de todo aquello que nace de nuestra habilidad, nuestro arte, sino el saber apreciar, aprender y ejecutar, el arte que otros nos han compartido y permitido observar.

Bibliografía

Charla entre Frodo y Socrates. (s.f.). Obtenido de http://www.elcultural.com/revista/arte/La-nueva-filmoteca-canta/30134

Frase Luis Barragán. (s.f.). Obtenido de http://www.listao.com.ar/2009/02/citas-de-arquitectos-famosos/