El factor edad en la criminalidad

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Se ha concluido que los delitos más frecuentes a esta edad son: robo (con o sin violencia), violación, venta de drogas y allanamiento a casa/habitación.

En los adultos, se supone cierto equilibrio. Se tiene la fuerza para cometer delitos violentos como el sicariato (se mata por encargo a cambio de dinero), violación o secuestros, pero también se tiene la capacidad de inhibir los impulsos de actuar. En ésta etapa es posible cometer los delitos antes numerados difíciles para los jóvenes.

En la adultez, son frecuentes los siguientes delitos: trata de personas, homicidio doloso, secuestro, sicariato, estafas y el narcotráfico.

En la etapa de la madurez, se coincide con una grave crisis corporal y anímica, la actividad social comienza a disminuir lo mismo que las fuerzas; la familia e hijos se dispersan dejándolos solos. Es aquí cuando la crisis sexual se manifiesta (principalmente en las mujeres). El delito más común en esta etapa es: el acoso o agresión sexual infantil.

Finalmente, en la senilidad, las fuerzas han decaído y el anciano se aparta de la sociedad. Aquí se presenta la criminalidad típica de los débiles (injuria, calumnia, incendio, encubrimiento y delitos contra la moral).

CURVA DE EDAD DEL DELITO

Existe una relación entre la edad y la delincuencia que tiene forma de campana y por ello recibe su nombre “la curva de la edad del delito” (ver Figura 1): la prevalencia delictiva tiende a aumentar desde finales de la infancia, incrementándose en la adolescencia (entre los 15 y los 19 años), disminuyendo a principio de la década de los 20 años.

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CONTRAPARTE DEL FACTOR EDAD

Tomaré de ejemplo una investigación realizada en España basada en la delincuencia juvenil:

“… En España, sobre el comportamiento delictivo de los jóvenes, alrededor de un 98.8% de los adolescentes han cometido una conducta ilícita leve en algún momento de su vida. En una muestra de 4,152 escolares (jóvenes), las conductas antisociales más frecuentes fueron hechos leves, como bajar música de internet (66% de la muestra), consumir bebidas alcohólicas siendo menores de edad (63%), haberse emborrachado (41%), consumir cannabis (28%) y participar en peleas (22%).”

Ésta parte de la investigación nos quiere decir que, de éstos 4,152 escolares, ninguno tuvo participación en algunos de los delitos característicos de los jóvenes (robo, violación, allanamiento de casa/habitación o venta de drogas). De esto se puede deducir que los jóvenes están propensos a delinquir pero no necesariamente caen en la clasificación que se marca.

Por otra parte, la curva del delito suele ser muy vaga ya que nos marca que se enfocan en el porcentaje de detenciones por delitos violentos pero no generan alguna lista donde aparezcan y especifiquen qué delitos son. Además, sólo representa el riesgo relativo de cada individuo a delinquir pero con ella no es posible identificar de modo temprano a delincuentes crónicos o de carrera delictiva ni saber con certeza a qué edad empezará un niño, adolescente o adulto a delinquir.

Si analizamos con detenimiento la curva de la edad del delito, también nos percataremos de que no informa de la persistencia o desistimiento de los individuos en el delito.

Se ha planteado la cuestión de si este pico se encuentra en la prevalencia o en la frecuencia de la conducta delictiva. Pero en realidad, los estudios existentes sugieren que este punto refleja principalmente las variaciones en la prevalencia, y que los delincuentes individuales cometen delitos de manera constante durante sus carreras delictivas.

Se dice que la edad donde se es más susceptible a comenzar a delinquir es a los 9 años y la edad en que se cometen más delitos es en el rango de 18 y 19 (según en la curva de la edad del delito) pero diferentes autores marcan que la conducta antisocial de los jóvenes tiende a aparecer hacia los 13 años , incrementándose en la adolescencia hasta llegar al punto más alto a los 17 años, y disminuyendo posteriormente (Farrington, 1992; Loeber et al., 2011; Rechea, 2008; Rutter et al. 2000; Sanabria y Uribe, 2007, 2009).

Pero todas estas teorías están en disputa puesto que no se puede explicar a ciencia cierta el motivo del por qué algunos delincuentes siguen cometiendo delitos a la edad de 45-50 años cuando se deberían de aplacar sus ansias por infligir la ley.

CONCLUSIÓN

De lo anterior se puede concluir que no existe algún parámetro o alguna teoría que nos indique a ciencia cierta a qué edad comienzan a delinquir los individuos puesto que cada persona puede estar influenciada por distintos factores y así favorezca a que éste delinca a temprana edad o que ayude a retardar la aparición de la criminalidad.

Lo que sí se puede hacer es darnos una idea y poner demasiada atención a las personas a nuestro alrededor o cercanas a nosotros para así no perderlos de vista y poder detenerlos o hacer que piensen las cosas antes de que hagan un acto ilícito.

Estoy convencida de que la edad es uno de los factores que juega un papel importante para que alguna persona sea capaz de realizar un acto ilícito y poder hacerlo sin alguna complicación y creo que ciertos delitos en realidad no los pueden hacer las personas de cierta edad, como ya se vio anteriormente.

Tal vez si dejáramos de preocuparnos tanto por los delincuentes ya existentes y pusiéramos especial atención a la generación que apenas se empieza a forjar por el camino de la vida, pudiéramos prevenir un poco o bajar el índice de los criminales que hay hoy en día.

Considero que al factor edad se le debe poner focos rojos, en especial en la niñez, ya que se deben educar a los individuos conforme a los años que cuenten, no debemos de enseñarles cosas que no le corresponden pero tampoco los dejaremos en la total ignorancia, si todo ocurriera a su debido tiempo estoy segura que el futuro que nos espera mañana en la sociedad sería mucho mejor.

No hay que dejar de lado, sin importancia, a la edad.

BIBLIOGRAFIAS

** LA EDAD COMO FACTOR CAUSAL DEL CRIMENhttp://karmapolicevct.tumblr.com/post/31119048198/factores-causales-del-delito

** JOVENES DELINCUENTES (PDF) http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/58013/1/TFG%20Sonia%20Gonzalez%20Pereira%20%281%29.pdf