“El mayor crimen esta ahora, no en los que matan, si no en los que no, pero dejan matar”.

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Es inaudito que en tiempos tan críticos, cuando la economía nacional, atraviesa su época más difícil, cuando la inflación y la desocupación, flagelan despiadadamente a toda nuestra entidad federativa, se derrochen recursos preciosos en artefactos militares que tienen como salida ser usados atemorizando a toda la población.

Nuestra generación ha sido testigo de innumerables actos de violencia, la brutalidad y la guerra nos han sido administradas en mil formas diariamente. Subliminales o no, los jóvenes hemos sido bombardeados impunemente con este tipo de educación.

Porque éstos son el reflejo de la conducta de nuestra sociedad, hoy en día, son muchas las veces que como jóvenes, somos tratados como inmaduros e irresponsables, por lo que nos sentimos incomprendidos, y de esta forma envueltos en todo lo que sucede a nuestro alrededor optamos por elegir caminos obscuros, que por falta de instructores, decidimos cuestiones perjudiciales en determinados grados de ejecución. A cada persona la ha tocado vivir su juventud, de acuerdo a una determinada sociedad, y por suerte o por desgracia, a la juventud de hoy en día nos ha tocado vivir en esta, en donde las cosas cambian continuamente y todo se renueva antes de que te puedas dar cuenta.

Es por eso publico que los exhorto, a que formemos una nueva generación de ciudadanos, que con la ayuda de la experiencia de los mayores, fomenten a las generaciones que vienen a ser ciudadanos responsables y de la mano del conocimiento tomar decisiones sobre temas de interés y relevancia en su comunidad, ámbito nacional e internacional, porque probablemente seamos nosotros los que llevemos a nuestro país a una mejora continua, donde no solamente seamos uno más, donde no solamente seamos espectadores si no que propongamos y fortalezcamos a nuestras instituciones, es por eso que los invito a que estén comprometidos a respetar a nuestros semejantes, a utilizar la libertad y no el libertinaje, a responsabilizarnos de nuestros actos, seguidos de nuestras consecuencias,Cumplir con los compromisos establecidos para alcanzar las metas colectivas pero siempre con la base primordial que es el conocimiento.

La lucha de nosotros los jóvenes debe ser continua, pero debe ser una lucha sin armas letales, una lucha ideológica por los valores, las libertades individuales, por los derechos humanos, el respeto a la vida, la conquista de la cultura, la expansión del espíritu y por la excelencia del palpitar humano.

Tendremos que responder ante la historia por lo que hagamos hoy, en defensa de la vida, hacia la plena igualdad, el desarrollo verdadero y la paz con justicia y dignidad porque los jóvenes no somos el futuro de México, somos su presente y su fuerza…