En el presente trabajo busca contestar al interrogante: ¿en qué medida la imposibilidad de ver la realidad produce soledad?

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Y finalmente, Luisa Alday, también encapsulada por las mentiras de Javier, dentro del mundo que éste planifica para quedarse con ella, nunca conoce la verdad durante el relato. Convive con el causante de su dolor más grande, sin saber que es la misma persona que le brinda apoyo y contención. Luisa es tan ciega y está tan sola como Macabea, más allá de las diferencias entre estas dos mujeres, ambas guardan esa relación: la soledad causada por la imposibilidad de ver la realidad. En este sentido María se diferencia.

“Cuando era pequeña, para castigarla, su tía quiso darle miedo diciéndole que el hombre-vampiro –aquel que chupa la sangre de la persona mordiéndole las blanduras de la garganta- no tenía reflejo en el espejo.”(14)

“Pero ella ya lo amaba tanto que no sabía cómo librarse de él (…). Ella finalmente le preguntó el nombre.

-Olímpico de Jesús Moreira Chaves –mintió ya que tenía solamente como apellido Jesús, apellido de los que no tienen padre-.” (23)

“No decía nada porque Gloria era ahora su conexión con el mundo. Este mundo estaba compuesto por la tía, Gloria, el Señor Raimundo y Olímpico- y, en menor medida, por las muchachas con las que compartía el cuarto.” (34)

(La hora de la estrella)

“Y entonces creí ver claro –o más claro- que esa enfermedad nunca había existido, a no ser que el dato de las cinco horas fuera falso o erróneo (…). Me fui irritando, yo creo, al comprobar que Javier se había salido con la suya, al descubrir que lo había logrado, tal como él había previsto (…). ‘Míralos’ pensé, ‘ahí están al final de la paciencia y del tiempo: ella más o menos rehecha y contenta, él exultante, casados, olvidados de Deverne y de mí, yo ni siquiera fui un lastre. Está en mi mano arruinar ese matrimonio ahora mismo, y arruinarle a él la vida que se había construido, como un usurpador, ese es el término”. (150)

(Los enamoramientos)

Cap III: la ceguera edípica

Es preciso citar al relato Edipo Rey, de Sófocles. En éste aparece la ceguera como un símbolo. Según creencias griegas, la ceguera (como discapacidad) y la vejez en conjunto era sinónimo de sabiduría, se creía que los ancianos ciegos poseían “una capacidad de ver el mundo como realmente era, sin distracciones, sin engaños, una forma pura de ver el mundo.” (clubensayos.com)

Teniendo en cuenta esta argumentación (si bien se refiere a la antigua Grecia), y lo mencionado en el capítulo II, queda en evidencia que tanto María como Macabea y Luisa no pueden ver con claridad la realidad, es decir, tenían distracciones y engaños al tener el sentido de la vista, además de las influencias ajenas a lo que podían apreciar.

“Te burlas de mi por ser ciego. Tu, tu si ves. Pero no ves en qué desgracia vives.”(Sófocles 173)

Además, la llamada “ceguera edípica” se refiere a la ceguera ante la propia identidad, la negación, ya que Edipo al comprobar su verdadera procedencia decide provocarse una ceguera irreversible, y a su vez negó cuando Tiresias le advirtió y no quiso oír. En el punto que él no sabía quien en verdad era, se relaciona, en parte, con Macabea (la nordestina ignoraba este tipo de cuestiones porque no le gustaba pensar, y se descuidaba por falta de conocimiento, por ende estaba ciega ante ella misma y todo lo que le acontecía); y también con Luisa: en cuanto a la viuda, se encuentra en la misma situación que Edipo cuando desposa a su propia madre, es decir, que no sabía con quién se había casado. Y en la negación, aparecen situaciones por las que pasa María, cuando ella por amor a Javier no quiere aceptar que es el “artífice del crimen de Deverne”.

“¿En qué medida, la imposibilidad de ver la realidad produce soledad?”

Luego de llevar a cabo el análisis de cada obra, puede darse respuesta al interrogante.

En la medida que una persona se aleje de la realidad, ya sea por no ver, reconocer, aceptar la propia identidad, o alguna identidad ajena, implica estar en soledad.

CONCLUSIÓN

Por todo lo expuesto anteriormente, la conclusión que se establece es que la soledad tiene consecuencias negativas en el ser humano, y que, ejemplificando con las obras, no es complejo caer en ella (si bien se trata de relatos ficticios, sus hechos son absolutamente verosímiles), quedando expuesto así que la construcción de una burbuja que nos aísle puede depender de uno mismo, o de terceros. Y es relevante mantenerse cerca de la realidad, para no recaer en esta ceguera. Ya que, la ceguera, o “burbuja”, causa soledad.