Ensayo Florence Nightingale

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su trabajo en hospitales de distintos lugares, como Londres, Dublin, Edimburgo, Paris, Roma y Berlin, además de distintas instituciones en las que estuvo participando, estudiando y dirigiendo. Gracias a esto y la ayuda del ministro de parlamento, logró concretar una reunión con la Reina Victoria, a quien expresó su descontento con la poca competencia de quienes atendían a los heridos en guerra, es por esto, que con sus variados conocimientos y gran convicción logró que la reina formara una comisión real, con la que buscaba mejorar la atención y el cuidado que se le daba a los heridos en guerra. Gracias a todo su esfuerzo y determinación, Florence logró que ante la necesidad de más personas que pudiesen entregar los cuidados médicos necesarios a los enfermos, fuese ella la elegida para esta importante labor, y también la encargada de reclutar a las personas correctas que pudiesen ayudarla. Al llegar al lugar, se encontró con enormes barreras que no la dejaron avanzar, ya que sólo podría prestar ayuda cuando se la pidiera el médico a cargo, haciendo exclusivamente lo que él le solicitara, es decir, siendo completamente dependiente. Les otorgaron una habitación sucia, sin ventilación ni luz, pero esto no logró hacer decaer su ánimo, el que se mantuvo intacto, esperando el momento en que pudiese entregar sus servicios; cuando este momento llegó, pudo con ayuda de las demás mujeres, ayudar a los enfermos, mejorar los cuidados y hacerlos sentir mejor, no obstante, sus grandes conocimientos, entrenamiento y gran voluntad no eran suficientes, ya que no contaban con los implementos necesarios, es por esto que con su propio dinero compró los más básicos, insumos de limpieza, ropa y utensilios, los que eran necesarios para evitar transmisión de enfermedades, virus y bacterias y generar así una mejor recuperación. Fue aquí, en medio de todo esto, que ella pudo darse cuenta que era necesaria la limpieza, buena alimentación, iluminación, ventilación, la dedicación en el cuidado, el que fuese constante; es por esto que además de preocuparse del lugar, hacia rondas, durante el día y la noche, para ver el estado y las necesidades de los enfermos. Luego de un tiempo y gracias a sus grandes gestiones, llegaron inspecciones del gobierno, lo que ayudó a tener un lugar más parecido a un hospital real, con personal capacitado.

Pese a todo esto, recibió malas noticias, las estadísticas mostraban la cantidad de muertes habidas durante su permanencia en el hospital, y fue aquí, donde por primera vez, el espíritu de Florence decayó, se sintió abandonada por Dios y entró en un periodo de tristeza absoluta, se sentía completamente culpable, pero, lo que realmente logró, fue disminuir la cantidad de enfermos y muerte a largo plazo, eso por la eliminación de cloacas, la limpieza de los canales de donde bebían agua, la que estaba completamente infectadas. Florence, logró revolucionar el mundo de la enfermería, del cuidado y de las condiciones que debe tener el lugar en donde esté el paciente para que su recuperación sea más efectiva.

Gracias a todo lo hecho por Florence, tanto en el área asistencial, de gestión, investigación y educación, es que logró que se generalice la formación de enfermeras, logrando así la creación de la profesión de enfermería como tal. Es por esto que se le reconoce como una precursora de la enfermería profesional moderna y, además, creadora del primer modelo conceptual de enfermería.

Luego de todo lo aprendido a lo largo de estos meses, mediante nuestras clases teóricas, talleres, trabajos, lecturas complementarias y demases, como grupo, creemos firmemente que sin todos los esfuerzos y sacrificios realizados por Florence Nightingale, el avance de la enfermería no se habría dado del mismo modo, todo lo que ella realizó demuestra su gran compromiso y vocación con el cuidado de enfermería, pero más que nada, con los pacientes, con las personas que realmente lo necesitan. Florence es y debe ser un ejemplo para cada uno de nosotros, el que ella haya sido capaz de enfrentarse a su familia e incluso el rechazar el matrimonio, nos hace reflexionar profundamente, y replantear nuestras prioridades en la vida, si bien, no de manera tan extrema, si podemos aplicarlo a temas simples, como el elegir entre salir con nuestros amigos, o estudiar para un solemne o simplemente para ser mejores profesionales en un futuro. Los valores que tiene la señorita Nightingale, son los que todo profesional de enfermería debería tener.

Intro

Durante el siglo XIX en Europa del Este, se vivió un periodo bélico evidenciado por la Guerra de Crimea (1853-1856), conflicto desarrollado entre la Unión Soviética y el Reino Unido. En esta época, en el Reino Unido, se desarrolló una creciente formación y desarrollo médico con gran importancia a la sociedad, además de asistir y curar a los heridos de la guerra que mayoritariamente padecían de cólera y tuberculosis. Mientras que el área de Enfermería era cada vez más desprestigiada ya que no poseía autonomía, su conocimiento era limitado y las mujeres que lo desarrollan generalmente era para ganarse un espacio en el cielo.

A raíz de esto, un movimiento de médicos aboga para crear un sistema de enfermeras, para así, en 1836 ser fundado el Instituto de Diaconisas de Kaiserswerth en Alemania. Este instituto presentaba una formación técnica de tres años, en el cual se hacía énfasis a que la enfermera debía seguir exactamente las órdenes del médico a cargo.

Una de las integrantes de este instituto fue Florence Nightingale, considerada la primera enfermera profesional, quien provenía de una alta clase social, con distintas áreas desarrolladas como la literatura, economía, política, filosofía e idiomas. Su vocación fue inspirada por un llamado de Dios a su “servicio”, a este llamado sus padres se negaron ya que se pensaba que este trabajo lo debían realizar personas de bajo estatus social, pero después de un tiempo su padre la apoyo en la decisión. Fue así, como Nightingale llevo a cabo su formación en distintos hospitales de París, Roma y Londres, en una de esas estadías logró convertirse en la Superintendente de un Hospital de Mujeres en Harley Street, Londres.

En 1853 comenzó la Guerra de Crimea, en consecuencia de esto, en los diarios se comenzó a publicar una sección con las quejas del pueblo, especialmente de las personas que estaban en el lugar del estallido, haciendo un gran énfasis a las pésimas condiciones en que tenían al ejercito británico en el Hospital,