Ensayo de El Aparato Urinario

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se encuentran las nefronas, cuyo filtrado drena en conductos papilares grandes, que se extienden a través de las papilares renales de las pirámides. Los conductos papilares pasan a desembocar en los cálices menores y mayores, que están presentes en el riñón entre 8 y 18 cálices menores y 2 o 3 cálices mayores. Un cáliz menor recibe orina de los conductos papilares de una papila renal y la envía a un cáliz mayor. A partir de los cálices menores la orina drena en la pelvis renal para luego pasar hacia uréter y llegar a la vejiga. El hilio desemboca en el seno renal, el cual contiene, parte de la pelvis, los cálices, ramas de los vasos sanguíneos y los nervios renales.

NEFRONAS

Las nefronas son conocidas por ser la parte funcional de los riñones. Cada una consta de dos partes:

PARTES DE LAS NEFRONAS:

• Corpúsculo renal, allí es donde se filtra el plasma sanguíneo. A su vez posee dos componentes:

 El glomérulo que es una red capilar.

 La cápsula glomerular que es una bolsa epitelial en forma de copa de pared doble, que rodea los capilares glomerulares.

• Túbulo renal, hacia él pasa el líquido filtrado.

El plasma sanguíneo pasa a filtrarse en la cápsula glomerular y luego el líquido filtrado ingresa en el túbulo renal, el cual posee tres sectores principales por el cual pasa el líquido:

1. Túbulo contorneado proximal.

2. Asa de Henle.

3. Túbulo contorneado distal.

El corpúsculo renal y ambos túbulos contorneados se encuentran dentro de la corteza renal, mientras que el asa de Henle se extiende hacia la médula renal, gira en forma de U y luego regresa a la corteza renal. El asa de Henle conecta a los túbulos contorneados proximal y distal. La primera porción del asa de Henle penetra en la médula renal donde recibe el nombre de rama descendente.

Entre el 80% o 85% de nefronas son nefronas corticales, sus corpúsculos renales se encuentran en la región externa de la corteza renal y tienen asas de Henle cortas, y atraviesan la región externa de la médula.

El 15% o 20% de las nefronas restantes son yuxtamedulares, sus corpúsculos renales se encuentran en la profundidad de la corteza de la médula, poseen un asa de Henle larga la cual se extiende hasta la región más profunda de la médula.

IRRIGACION E INERVACION DE LOS RIÑONES

En los adultos el flujo sanguíneo en los riñones es de alrededor de 1200 ml por minuto. Dentro del riñón encontramos la arteria renal, la cual se divide en arterias segmentarias, que se encargan de irrigar diferentes áreas del riñón. A su vez las arterias segmentarias dan origen a diversas ramas que ingresan en el parénquima y atraviesan las columnas entre las pirámides renales pasando a llamarse arterias interlobulares, las cuales al llegar a la médula renal y la corteza se denominan arterias arcuatas.

Las arteriolas interlobulillares ingresan en la corteza renal y emiten unas ramas más conocidas como arteriolas aferentes. Cada nefrona va a recibir una arteriola aferente, que se divide en una red capilar en forma de ovillo denominada glomérulo. Los capilares glomerulares se reúnen para formar la arteriola eferente, la cual va a transportar sangre fuera del glomérulo. Las arteriolas eferentes se ramifican para formar los capilares peritubulares, los cuales van a rodear las porciones tubulares de la nefrona en la corteza renal. A partir de algunas de estas arteriolas van a surgir los vasos rectos que irrigan las porciones tubulares de las nefronas en la médula renal. Luego los capilares peritubulares se van a reunir para así formar las vénulas peritubulares y más tarde la venas interlobulillares. A continuación, la sangre va a drenar a través de las venas arcuatas en las venas interlobulillares. Finalmente, la sangre abandona el riñón a través de una única vena renal, la cual sale por el hilio y desemboca en la vena cava inferior.

A partir del ganglio renal se van a generar varios nervios renales, los cuales van a pasar a través del plexo renal hacia los riñones, junto con las arterias. Los nervios renales forman parte de la división simpática del sistema nervioso autónomo y en su mayor parte son nervios vasomotores que regulan el flujo sanguíneo a través del riñón, lo que provoca vasoconstricción o vasodilatación de las arteriolas renales.