Ensayo sobre los trastornos alimenticios y su relación con la ciencia y la tecnología

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Y todo esto finalmente concluye en sólo una cosa, un trastorno alimenticio, dentro de los que se encuentra la Anorexia, que es uno de los más comunes y que consiste principalmente en la restricción de ingesta de alimentos, y dietas y ejercicio exagerados. Otro igualmente popular es la bulimia, que se caracteriza por presentar síntomas tales como el consumo excesivo de alimentos, que conllevan a una sensación de culpa en el individuo y que finalizan en el vómito inducido o el ejercicio excesivo; la peor de estos dos trastornos, es que son los más comunes en las personas y son los más peligrosos, ya que cuando no se tratan a tiempo, en escenarios favorables pueden llegar a dejar laceraciones tan peligrosas, que forzosamente necesitan del uso de medicamentos; pero, en escenarios no tan favorables, fácilmente terminan con la vida de una persona. Otro tipo de enfermedades menos comunes, pero igual de peligrosas, son la Permarexia (Obsesión por el miedo a engordad que lleva al uso de una infinidad de dietas), Potomania (Obsesión por la ingesta de agua en grandes cantidades), Ortorexia (Obsesión por comer sano, tanto que llevan un registro exhaustivo de lo que ingieren), entre otros.

Según el Royal College of Psychiatrists, “Cuando el problema alimentario hace que las comidas de la familia sean estresantes, es importante buscar ayuda profesional. El médico de familia te aconsejará sobre qué especialista te podrá ayudar en tu comunidad y realizar una derivación. Además, si el trastorno alimentario está causando un daño físico es fundamental obtener ayuda médica pronto. Si el joven recibe ayuda rápida de un especialista, un ingreso hospitalario es poco probable. Si no se trata, hay riesgo de infertilidad, huesos frágiles (osteoporosis), pérdida del crecimiento e incluso la muerte.”[3]

Es por eso la importancia de comenzar a cuidarse, y más si se padece algún tipo de estas enfermedades, donde es forzosa la participación de especialistas; aun así, existen acciones que pueden ayudar a prevenir y contrarrestar los primeros síntomas de estos trastornos, y son: comer de forma regula; desayuno, comida y cena, lo cual es indispensable aun si no sufres ningún padecimiento. También debes de intentar comer una dieta equilibrada, que contenga todo tipo de alimentos que tu cuerpo necesita. Es indispensable la realización de ejercicio físico de manera regular, sin exagerar. Evitar picar cosas azucaradas o de alto contenido en grasa y no dejarse influir por otras personas que se saltan comidas o hablan sobre el peso. Sin embargo el principal factor y principal herramienta contra este tipo de trastornos es una buena autoestima y una buena comunicación y apoyo de tus familiares, debes mantenerlos fuerte y listos para actuar en cualquier momento.

Los trastornos alimenticios son enfermedades tratables, esto quiere decir que es posible contrarrestar sus efectos y lograr desaparecerlos junto con la enfermedad, pero la ayuda siempre es importante cuando se está sufriendo una enfermad de este tipo. La manera en que opera un tratamiento se basa en nutrición adecuada, reduciendo el exceso de ejercicio y la interrupción de los comportamientos de purga. Además de recibir psicoterapia individual, grupal y/o familiar, atención médica, asesoramiento nutricional y medicamentos. Lamentablemente, cuando el padecimiento se vuelve crónico, aún no existen tratamientos específicos y es forzosa una hospitalización.

Conclusión

Los trastornos alimenticios están presentes siempre a lo largo de nuestra vida, y es fácil caer en una de estas enfermedades, pero debemos recurrir a ayuda profesional cuando lo notemos, debemos contar con una gran autoestima y ser personas que están seguras de sus acciones. Estas enfermedades no son algo nuevo, han existido desde hace mucho tiempo, se han encontrado presentes en la sociedad desde hace años, y han cobrado millones de víctimas, es por eso la importancia de cuidarse y poner en práctica medidas que te ayuden a prevenir este tipo de padecimientos.

Actualmente, se propone hacer de la educación nutricional un instrumento de intervención en el marco de la promoción de la salud, que facilite políticas de protección y utilización de recursos para que ese deseo de cambio, sea reconocido y puesto en práctica. La modificación de los hábitos no es tarea fácil, pero sí posible, siendo las primeras etapas de la vida los mejores momentos para el éxito programas que buscan la prevención.

Aunque es fácil pensar que las enfermedades alimenticias están ganando terreno, la verdad es que no; en fechas recientes muchas campañas se han puesto en marcha para combatir este tipo de problemas. Campañas a nivel local, nacional e internacional, gobiernos comienzan a emplear diferentes recursos para expandir la información y lograr una prevención; la información está a tu alcance, es decisión tuya si la aprovechas o no. Una trastorno alimenticio no tiene por qué significar el fin de tu vida, está en tus manos prevenirlos y combatirlos. Cambiando tus hábitos alimenticios y fomentando una gran confianza en uno mismo.

REFERENCIAS

Asociación Nacional de Desordenes de Alimenticios, ¿Qué causa un trastorno alimenticio? [En línea]. Translation courtesy of: Eva Trujillo, MD / Comenzar de Nuevo, AC. Reviewed by: Ovidio Bermudez, MD. Disponible en: dstage.myneda.org

Royal College of Psychiatrists. TRASTORNOS ALIMENTARIOS EN GENTE JOVEN [En línea]. Editorial de Educación Pública del Royal College of Psychiatrists. España, Junio del 2009. Disponible en: www.sepsiq.org/files/Royal/24-Trastornos-alimentarios.pdf

González, Elena y Merino, Begoña. Nutrición Saludable y Prevención de los Trastornos Alimentarios [En línea]. Distrito Federal, México. Octubre 2014. Disponible en www.fhspereclaver.org/userfiles/file

Instituto Nacional de la Salud Mental. Trastornos de alimentación [En línea]. Publicación de NIH Num. SP 11-4901. Modificado en el 2011. Disponible en www.nimh.nih.gov/health/español

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