Entre sabanas con la que no es.

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Así están muchos de ustedes. Están afanados y ansiosos por disfrutar de la bendición sentimental de tener un novio o una novia. Pero totalmente fuera del plan, del modelo, de la forma y del propósito de Dios.

Algunos de ustedes han pedido consejería, porque saben que quizás son los requisitos que “impone” la iglesia. Pero en realidad, lo que buscaban no era un consejo, sino una forma de acallar su conciencia. Y a pesar de que la dirección de su líder espiritual, o de sus padres era contraria, decidieron hacer las cosas a su manera, haciendo su propia voluntad y satisfaciendo sus propios caprichos.

Y al igual que Jacob piensan que están entre sábanas con la correcta, pero en realidad no es así. El Espíritu Santo ha intentado hablarles por todos los medios posibles, pero ustedes solo endurecen más y más el corazón. ¿Qué sucede con el discernimiento en sus vidas? ¿Qué ha pasado con la sensibilidad a Dios?

“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.” Santiago 3:13

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.” (Hebreos 13:17)

Traigan a memoria las veces anteriores en la que han estado en los mismos zapatos. Esas ocasiones en las que cometieron los mismos errores. ¿Cuál fue el resultado al final del ejercicio? Corazones lastimados y heridos. Fracaso. Decepción. Personas apartadas de Dios y de la iglesia.

Solamente al llegar la luz del día, Jacob pudo reconocer que la mujer con la que él estaba no era la correcta. Tú verás si hoy permites que la Palabra de Dios sea luz en tu vida y te revele que seguir en esa relación es como estar entre sábanas con la que no es. O sigues endureciendo tu corazón, haciendo caso omiso a la voz del Espíritu, y vuelves a pasar por la profunda desilusión de otro intento fallido.

Reconocer con tu pareja que se apresuraron y que necesitan volver al diseño bíblico de noviazgo no es un acto para avergonzarse. Es un acto de honra y de querer buscar primeramente el reino de Dios.

“porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.” (1Sam. 2:30)

Romanos 3:10-12

“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”