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Globalización en Paraguay

Enviado por   •  23 de Enero de 2018  •  10.860 Palabras (44 Páginas)  •  335 Visitas

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Historia de la globalización en Paraguay

Durante el gobierno de Francia, el Paraguay se vio forzado a vivir una economía cerrada debido a un elemento político fundamental: el no reconocimiento de la soberanía de la nación paraguaya. Y confinados los paraguayos a este tipo de sistema económico, con base en el trueque y el autoabastecimiento, aparece una externalidad positiva: la creación de una marca nacional. Además, con las confiscaciones y otros recursos, el Estado contó con abundante reserva de metal precioso, permitiendo esto su característica como un Estado mercantilista y proteccionista. Esto último fue fundamental para el régimen económico posterior.

Economía durante el gobierno de José Gaspar Rodríguez de Francia

La estructura económica colonial que heredó la Revolución consistía en una larga cadena donde cada eslabón se apropiaba, según su posición dominante, de una parte del valor de la producción que se generaba en la Provincia del Paraguay. Esta fue la causa secular del empobrecimiento de los productores primarios paraguayos. Esta cadena arrancaba en España, pasaba por Buenos Aires, que era además prestamista de los comerciantes de Asunción, quienes a su vez recibían a crédito las mercaderías de los acopiadores del interior de la provincia. Estos acopiadores por su parte, además de fijar el precio de lo que compraban proveían de alimentos, herramientas y ropa a los peones y pequeños productores a un precio exorbitante. Ya el gobernador español Agustín Fernando de Pinedo en su informe al Rey del 29 de enero de 1777 [el doctor Francia tenía entonces 11 años] observó que: "estos miserables no pueden pagar ni aun la mitad (mejor diré la tercia parte) de aquello en que se empeñan". Esta misma cadena se repetía con las mercaderías de importación. Con la Revolución, la elite criolla vio la oportunidad de acceder al poder político y por ese medio sumar a sus beneficios la parte del eslabón que detentaban los comerciantes españoles de Asunción. Asumían además que, mediante tratativas y alianzas, podrían compartir con Buenos Aires una parte del eslabón del que otro se apoderaba España.

En una línea diferente, el modelo económico-político del doctor Francia consistió:

- en disminuir o eliminar la apropiación de los eslabones internos del Paraguay (comerciantes españoles, acopiadores, grandes hacendados y la Iglesia local en su calidad de propietaria, financista y cobradora de diezmos y otros beneficios) transfiriéndolos a los productores primarios mediante la cesión o arrendamiento a precios bajos de las tierras expropiadas a esos sectores, la eliminación de privilegios reales, el monopolio estatal del comercio exterior y el manejo de las licencias comerciales, la fijación de precios mínimos para los productos de exportación y de máximos para los de importación.

- en configurar al Estado como gran competidor en el mercado, tanto en la compra como en la venta, utilizando las Estancias de la Patria y los Almacenes del Estado para tal fin, interviniendo además en la demanda de mano de obra, en la fijación de salarios, tarifas de arrendamiento, precios de los medios de producción, etc. El 28 de abril de 1824, el cabildo, por instrucción del gobierno, fijó una lista de precios máximos a bienes de consumo: carne, maíz, mandioca en sus diferentes clasificaciones, y sal.

- El objetivo era evitar fluctuaciones excesivas en "tiempos de carencia".

Estas medidas produjeron una importante redistribución de la riqueza hacia los pequeños y medianos agricultores y artesanos que se beneficiaron además de una radical y progresiva reducción de la carga impositiva. Se conformó así un Estado económicamente cada vez más fuerte y autónomo que impidió que la riqueza se acumulara en un sector minoritario o se fugara del país por culpa de negociadores débiles, ideológica y económicamente dependientes de los centros de poder extranjeros o no consustanciados con la Revolución.

La disminución de la actividad en el puerto de Asunción, y su reemplazo por los puertos fronterizos de Pilar e Itapúa, descentralizó el comercio exterior y mejoró el control interno y externo ligado a esa actividad. El costo por flete desde los productores hasta esos puertos se nacionalizó incorporándose a los precios de exportación o eliminándolos de los de importación. Por lo tanto, el gobierno no solo conocía los precios internacionales y los diversos costos que incidían en el resultado sino que, sobre esa base, podía establecer los precios de equivalencia entre los productos nacionales e importados. Finalmente, calculando la ganancia que obtendría el comerciante por toda la operación, el gobierno se liberó de negociar los resultados parciales por producto, entre los cuales, cabe señalar, se incluía la compra de 60 fusiles para la caballería.

Se fabricaron ponchos y mantas para caballos, que antes no se hacían en el país, además de uniformes y vestuarios, cigarros, miel de abeja, cueros crudos, curtidos, etc. Se producían drogas medicinales con hierbas. En la agricultura se introdujeron cultivos nuevos como el trigo y el algodón, siendo su producción obligatoria. Se cultivaron además arroz, maíz, legumbres, atribuyendo a cada propietario una especie específica en un área determinada. De esta forma se sustituyeron muchas importaciones.

Se fomentó la ganadería a través de las haciendas del Estado o "Estancias de la Patria". Tal fue el éxito que se exportaron caballos a Entre Ríos, cuando históricamente se importaban de dicha provincia. La abundancia de ganado fue tal que se llegó a sacrificar animales por falta de pasturas o se regaló el excedente a los pobres.

El 15 de octubre de 1838, el gobierno exigió una contribución a 7 comerciantes extranjeros que se habían instalado sin permiso poniendo "tiendas y pulperías" acumulando metálico pese a estar prohibida su extracción. Los montos de las contribuciones fueron calculados sobre las facturas "aforadas" por cada uno de ellos y en diferentes porcentajes lo que prueba un análisis de caso por caso.

El gobierno controló la administración de cada centavo que ingresaba al erario público. El doctor Francia dio el ejemplo pagando de su bolsillo, como cualquier ciudadano común, todo lo que consumía. Firmaba rigurosamente el recibo al cobrar su sueldo, siempre atrasado, según consta en los archivos de Asunción.

Cambios más significativos durante el gobierno de C. A. López

Tres

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