“Hay tanta distancia entre saber cómo viven los hombres y saber cómo deberían vivir ellos”.
Enviado por Ledesma • 21 de Abril de 2018 • 971 Palabras (4 Páginas) • 533 Visitas
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Los “príncipes” deben saber regular sus actitudes, las acciones deberán ser meticulosas, eso sí, todo se lo debe llevar acorde a la realidad en la que se gobierne y no en pensamientos utópicos. No siempre se podrá ser todo, muchas veces lo que podría verse como una virtud puede terminar siendo una debilidad, los términos negativos como avaro, cruel, soberbio, etc. no siempre deben ser acogidos como una ofensa, a veces son conductas podrías de ejercer el poder y que deben ser llevadas de tal manera, el gobernante no puede acaparar todo ni ser de la complacencia de la mayoría.
Quienes ejerzan el poder deben ser cautos, es cuestión de alcanzar una distintiva para los espectadores, existen dos elecciones: el ser prodigo o un tacaño, bastara el pensar que es mejor tener que despilfarrar, pero en este análisis podemos decir que muchas veces se puede ser un prodigo a medias y tras las sombras, sin embargo, si tenemos que elegir se debería optar por el ser tacaño, puesto que esto solo implica recriminaciones, algo que resulta más beneficioso que el ser tildado de prodigo, a razón que el despilfarrar es beneficioso para unos pocos, y los gobernados se pueden sentir ofendidos y se generaría un sentimiento de repudio u odio, y no es favorable para la estabilidad de un gobierno que las masas se pongan en contra del poder.
¿Vale más ser amado que temido, o temido que amado? Probablemente la frase más icónica de todo el texto, pero ante la interrogante es difícil inclinarse hacia una posición, Maquiavelo lo expone fundamentando que el hombre teme al castigo, si este no existe y se combina la codicia natural del hombre con la oportunidad de empoderarse las personas no tendrán un limitante que los cohíba de la traición, por un lado guarda razón el argumento como tal, pero el temor aunque sea un limitante genera odio, el cual es contraproducente para todo poder. Si vemos la contraparte, tenemos que ser amado se puede ver basado en la complacencia de los súbditos, quizás para nuestras épocas esto se lo relacione más con el carisma, pero esto puede ser tomado como una debilidad, porque podemos partir del fundamento en que la política no se puede complacer a todos. Ahora, en libre elección, optaría por el temor, este como tal conlleva obediencia, y en el ámbito político esto no irradia peligro para el gobernante si el control es total.
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