INTERVENCIÓN PÚBLICA
Enviado por Ninoka • 1 de Diciembre de 2018 • 1.665 Palabras (7 Páginas) • 261 Visitas
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Las nuevas formas de expresión son también aplicadas a la escultura urbana occidental del s. XX y del XXI, despertando curiosas fuerzas emotivas en aquellos que las contemplan: atracción o rechazo. Ahora bien, dependiendo de los condicionamientos culturales, se obtienen una diversidad de reacciones individuales diferentes.
Por norma general, la experiencia con la obra suele provocar enorme fascinación, estimulando adhesiones de todo tipo en aquellos individuos de cierta sensibilidad, y dependiendo de su sensibilidad así serán las emociones que les traspasen, para revivir y captar lo que el artista transmite o lo que la obra de arte expresa. Algunas esculturas con sus encantadoras curvas suaves nos alegran, nos calman y tranquilizan; otras con sus llamativos colores, sus estridencias y sus formas agresivas nos excitan y estimulan; unas seducen, otras repugnan, nos mueven a la reflexión o simplemente sorprenden. Todas atraen la mirada y son imágenes de un tiempo, enriqueciendo el espacio y provocando el deseo de permanecer en su cercanía, pudiendo llegar a convertirse en fuente de la atracción turística. No obstante, la contemplación de la escultura contemporánea todavía despierta ciertas incompatibilidades en el público. A algunos espectadores los deja indiferentes y no les dice nada, dejan intacta la contemplación artística, los cuales las toman simplemente como elementos decorativos del espacio.
Cuando pensamos en lugares memorables, pensamos en sus iconos, y sus iconos suelen ser escultóricos (en su concepción más amplia), o arquitectónicos que aunque es la tendencia más fuerte, también necesita de una inversión muchísimo mayor. Algunos ejemplos pueden ilustrar lo dicho:
La gran Esfinge de Gizeh en Egipto, las presidenciales cabezas del Monte Rushmore en Dakota del sur, los tótems indios de Vancouver, las cabezas en la Isla de Pascua, o incluso La Estatua de la Libertad que representa a toda Norteamérica; sin olvidar El Buda Gigante de Leshan en China, El Cristo Redentor de Rio de janeiro en Brasil, El Manneken Pis de Bruselas, y otros tantos ejemplos.
Los lugares con fuertes expresiones de arte público rompen la tendencia depresiva de los suburbios y aumenta la igualdad, dando a las comunidades un fuerte sentido de pertenencia e identidad.
Las piezas públicas puede generar iconicidad, afinidad, rechazo, e incluso una localización geográfica en el ideario de las comunidades próximas, en definitiva una fuerte repercusión en la comunidad que habite, pero puede llegar a integrarse tanto que la población le instale un sobrenombre, rebautizándola y haciéndola más suya.
Véase como ejemplo localista en la ciudad de Granada, una escultura erigida en la memoria del Doctor Fleming, siendo rebautizada por su población como “el cabezón” para situar un punto muy concreto de la ciudad a las espaldas de la plaza de toros. O en el caso de la escultura que habita el punto más alto de la torre de La Giralda en Sevilla, donde la escultura en su origen fue llamada La Giralda por sus propiedades giratorias como veleta (colocada como triunfo de la cristiandad), pero más tarde el pueblo sevillano pasó a llamar con éste nombre a la torre (antiguo minarete musulmán) y rebautizó a la escultura como “el Giraldillo“. Otra famosa escultura rebautizada, de corte contemporáneo, es la Cloud Gate (puerta de la nube) en la plaza AT&T de Chicago por el escultor Anish Kapoor y rebautizada por la comunidad como “The Bean” (la habichuela).
Los artistas contemporáneos al afrontar retos de este calibre, utilizan esta función cultural y confrontan espacios con estilos muy heterogéneos y éstos contrastes entre obras y entornos, haciendo a las personas con las que convive más tolerantes, y en caso contrario, más reflexivas desarrollando un juicio crítico o suscitando un debate.
Sin duda, tradicionalmente es la arquitectura poderosa la que logra distinguir fácilmente un lugar en el mapa, pero los altos costos y el tiempo de ejecución, hacen de la escultura un elemento más versátil para potenciar una zona o pequeña localidad, como podrían ser los siguientes casos: The Gateway Arch de St. Louis en Missouri, El Peine del Viento en San Sebastian, o The Bull en Wallstreet, o la ya comentada Cloud Gate en Chicago.
Todos estos fueron obras de personas creativas que capturaron el espíritu y la atmósfera de su entorno cultural.
Ahora es el turno de éste grupo de jóvenes artistas, ellos deben insuflar la vitalidad cívica a las ciudades iluminándolas, y de ellos la responsabilidad y eficacia en los próximos retos artísticos que se les propongan. A la vista de la calidad de los trabajos que aquí han desarrollado, parece ser que así lo harán.
Agustín Linares Pedrero
Profesor de escultura de la Facultad de Bellas Artes de Málaga(aquí pon lo que te creas)
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