Julio Enrique Blanco y la Universidad del Atlantico.

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La Universidad del Atlántico fue formalizada según la Ordenanza 42 del 15 de Junio de 1946, con el rector en cabeza Julio Enrique Blanco. Conformada por las tres facultades mencionadas anteriormente, la Escuela de Bellas Artes y el Castillo de Salgar.

Ante los problemas y complicaciones que sufrió la universidad en sus comienzos, el rector promulgó: “El mundo está muy lleno de hombres que se mueven, a sabiendas o ignoradas, con un instinto animal de estorbar y destruir todo cuanto muestra la tendencia de la humanidad a emerger en una cultura superior. Son tipos de seres mediohumanos que no pueden clasificarse ni como “homines fabricantes” ni como “homis sapientes”. Son enrealidad “homis exturbantes” […]. Su deseo más grande era que la universidad se viera regida por personal competente universalmente, para llevarse a cabo el fin de crear individuos integrales con amor al intelecto, antes de lo material, objetivo que nunca se cumplió y llevó a la crisis a su Institución.

En sucesión de la rectoría de Blanco, se posiciona Rafael Tovar Ariza hasta el año 1950, que dentro de su administración de crea la facultad de Arquitectura y el Instituto Etnográfico. Se aprueban estatutos y reglamentos y se hace un reconocimiento oficial a la Institución que le permite remitir títulos.

La Universidad gozó de una época gratificante entre las décadas del 50 y del 60, en la cual la ciudad se vio contribuida por el desarrollo intelectual, artístico y científico que nacía dentro de la Institución. Nacieron nuevas facultades como Ciencias Jurídicas y Ciencias de la Educación. Se respiraba en aire armonioso gracias al aprecio, los buenos valores y la ética con que se relacionaba y con la que se manejaba lo administrativo. La academia era inigualable y equitativa a la hora de la selección estudiantil gracias a la implementación de un examen de admisión.

Lamentablemente, esta armonía no duró mucho, después de que en la ciudad comenzara a surgir un fenómeno que el historiador Álvaro Tirado denominó como “Invasión de Bárbaros” el cual consistió en la migración campesina a la ciudad por el crecimiento de la industria. Este suceso también afectaría de manera directa a la Universidad, induciéndola a una pérdida de institucionalidad debido a la crisis de desarrollo económico, social y cultural de Barranquilla. El gobierno y las autoridades dirigentes, crean una Institución de la misma índole, pero perteneciente a la propiedad privada en vez de reparar los daños que cada vez destruían más a la Alma Mater.

La crisis de la Alma Mater, llena de duda e incertidumbre a muchos, por el hecho de que el final puede estar más cerca de lo que se piensa. Los ideales que construyeron la Universidad se oponen y luchan día a día para tener un renacer, lo cual ocupa a todos los pensadores humanistas pertenecientes de ésta, para no dejar perder el legado que con esmero y gran esfuerzo nuestro fundador, Julio Enrique Blanco, construyó.

BIBLIOGRAFÍA

COLEY, José G. Ensayo “Julio Enrique Blanco y la Universidad del Atlántico”, 2014