LA EUTANASIA ¿UNA FORMA DE MORIR?

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- TIPOS DE EUTANASIA.-

Los estudios acerca de este procedimiento concluyen de forma mayoritaria que la eutanasia se puede clasificar según si las circunstancias del acto constituyen una acción u omisión, es decir una eutanasia activa o pasiva. [7] Sin perjuicio de lo mencionado, existen estudios que indican una mayor clasificación de la eutanasia en los cuales los criterios de clasificación son: directa o indirecta, voluntaria o involuntaria, autónoma o heterónoma, etc.

A continuación expondremos la clasificación de la eutanasia en activa o pasiva.

- EUTANASIA ACTIVA.-

La eutanasia activa llamada también eutanasia por acción, de forma preliminar consiste en una acción que logra dar fin a la vida de un paciente que sufre una grave enfermedad.

Aller Maisonnave indica sobre la eutanasia activa: “El típico comportamiento directo cuyo objeto es producir la muerte de quien la ha solicitado o se encuentra en tal estado de deterioro y sufrimiento que, movido por razón de piedad, el agente de la conducta da muerte al enfermo terminal aun sin que lo pidiera”.[8]

De igual forma, Sánchez Jiménez señala que: “Se refiere a la acción por la que se pretende positivamente de forma directa o indirecta la supresión de la vida de otra persona; así se habla de eutanasia activa para referirse a las acciones eutanásicas que producen la muerte que no hubiera ocurrido sin las mismas”.[9]

- EUTANASIA PASIVA.-

La eutanasia pasiva llamada también eutanasia por omisión, de forma preliminar consiste en la no realización de los cuidados necesarios para prolongar la vida de un paciente que sufre una grave enfermedad.

Aller Maisonnave indica sobre la eutanasia pasiva: “Conducta de carácter omisivo (no hacer pudiendo hacer), puesto que el omiso puede y debe actuar de una forma, pero no lo hace y, por piedad, deja morir al enfermo”.[10]

En la misma línea de pensamiento, Blázquez Fernández, señala que la eutanasia pasiva se produce “omitiendo aquellas acciones sin las cuales la muerte es segura. Por ejemplo, retirando la medicación normal del enfermo o la alimentación”.[11]

Luego de realizar un análisis de lo expuesto líneas arriba, podemos concluir en que la eutanasia activa se da cuando de forma directa se causa la muerte del paciente, por ejemplo, cuando un médico suministra al paciente una sustancia que provoque su deceso. Por otro lado, la eutanasia pasiva se da cuando se deja de administrar los insumos mínimos para que sobreviva un paciente.

- LA EUTANASIA ¿ES UNA FORMA DE MORIR?.-

Cierto sector proscribe la práctica de la eutanasia, por el carácter sagrado de la vida, esta concepción sostiene que la vida tiene un carácter sagrado que está por sobre todo bien o interés de la persona, por consiguiente, la eutanasia es inmoral porque vulnera el valor intrínseco de la vida.[12]

En la misma línea de pensamiento, el Catecismo de la Iglesia Católica en su numeral 2277 sostiene: “Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable. Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre.”[13]

Desde el ámbito de la Iglesia, podemos concluir que es inaceptable la realización de tal procedimiento, no constituye de ninguna manera una forma digna de morir, ello en razón de que la vida de una persona pertenece en absoluto a Dios e inducir el deceso de un persona antes de que esta se produzca de forma connatural instituye una vulneración a la dignidad de un persona y al carácter sagrado de la vida.

Desde el ámbito de la medicina en relación a la eutanasia, se sostiene en principio que uno de los fines principales de la medicina es evitar grandes sufrimientos al enfermo terminal y acompañarle en ese tránsito hacia la muerte.[14] Sin embargo, se discute como señala Battista Mondin: “si es lícito y moralmente admisible, al médico, a los enfermos, a los familiares, etc. Realizar la eutanasia propiamente dicha.”[15]

En relación a lo expuesto es necesario señalar lo que consagra el artículo 4.1 del Código Español de Ética y Deontología Medica: “La profesión médica está al servicio del hombre y de la sociedad. En consecuencia, respetar al vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del individuo y de la comunidad, son los deberes primordiales del médico”.[16]

A prima facie, podríamos concluir que la realización de la eutanasia estaría proscrita, ello en razón de la protección de la vida y dignidad de la persona humana, sin embargo, existen posturas que señalan que si se podría realizar tal procedimiento, tal argumento se fundamenta en que no es digno que un persona que se encuentra en fase terminal siga con vida y por ende sufriendo.

Asevera Iñigo Gálvez que la eutanasia debe estar permitida señalando: “El deber de respetar la vida de los seres humanos, no tiene carácter absoluto. No existe un deber general de respetar la vida de los demás seres humanos en todo tiempo y lugar. En concreto, no existe ese deber cuando se considera que no es bueno mantener la vida de otro sujeto. Esto ocurre en los casos de legítima defensa y en los de estado de necesidad. Y este es el caso también de la eutanasia, desde el momento en que se considera que no es buena la existencia del sujeto pasivo desde un punto de vista objetivo y desde un punto de vista subjetivo”.[17]

En la misma línea de pensamiento, Josep Álvarez señala que: “La eutanasia se justifica porque se entiende como una acción que se da en el contexto de la atención médica cuando se han agotado las alternativas para curar o aliviar a un enfermo”.[18]

En relación a lo expuesto por ambos autores, una persona que padece una enfermedad grave e irreversible, debería tener la posibilidad de solicitar que se le realice la eutanasia, puesto que su vida y dignidad viene siendo afectada con tratamientos médicos que no logran aliviar o curar en totalidad su enfermedad y todo lo contrario no permiten al paciente tener una muerte sin sufrimiento físico, es decir, morir de forma digna.

Consideramos,