LA GRAN DIAGENESIS DE LAS ROCAS CLASTICAS

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más frecuentes en la naturaleza las carbonáticas, las de silice y las filosilicaticas (arcillas autigenicas). La precipitación de sustancias minerales y el crecimiento de cristales en los huecos o intersticios del sedimento depende directamente de si el poro inicialmente esta ocupado por una sola fase de fluidos (agua) o por dos fases (aire y agua). Si el sistema deposicional de un determinado ambiente sedimentario se encuentra inmerso en una zona por debajo del nivel frefitico (zona frefitica), tanto continental como marina, entonces su porosidad inicial estarfi ocupada por una sola fase de fluido, en este caso, agua dulce o agua marina o mezcla de ambas. Si por el contrario, el sedimento una vez depositado se encuentra por encima del nivel frefitico (zona vadosa), entonces su porosidad inicial estará ocupada por fluidos en dos fases (aire y agua dulce o marina). Este hecho marcará la mineralogia y textura de los primeros cementos y el estudio de ella permitirá discernir el ambiente diagenetico temprano en el que se comenzaron a litificar las rocas.

c) Disolución: Este proceso será el principal causante de la creación de la porosidad secundaria de las rocas sedimentarias y se refiere tanto al lavado de los diferentes granos del esqueleto o de la matriz como a la disolución de los cementos primarios. Generalmente, las mineralogias más afectadas por este proceso diagenético son las carbonáticas y feldespáticas.

d) Recristalización: Comprende básicamente las distintas transformaciones que se producen entre un mineral y el mismo o un polimorfo que provocara la aparición de nuevos cristales de la misma composición pero de distinto tamano y/o forma. Las transformaciones diagenéticas más frecuentes que se han observado en las rocas clásticas son las de aragonito a calcita y la de los minerales de la arcilla. Este último proceso de neoformación se produce a medida que las arcillas van adquiriendo mayor profundidad, por lo que la cristalinidad, en concreto de la ilita se utiliza como metodo para saber la profundidad de enterramiento que sufren los materiales de una cuenca sedimentaria.

e) Reemplazamiento: Este proceso representa un cambio de mineralogia entre el nuevo material resultante y el reemplazado, pudiendo conservarse las texturas deposicionales y las microestructuras de los granos o cementos transformados. Los procesos de reemplazamiento mfis frecuentes en la diagenesis de las rocas clasticas son, por un lado, los que afectan a mineralogias carbonfiticas como dolomitización o dedolomitización y por otro lado, los que implican a composiciones no carbonfiticas como silicificación, glauconitización, ferruginización, fosfatización o yesificación.

En definitiva, la evolución diagenética que haya sufrido un sedimento marcará la diferente actuación de estos cinco procesos, que dejarán como producto una serie de texturas diagenéticas y unas mineralogias cementantes. El estudio de las mismas permitirfi la determinación de la secuencia de cementacion de los materiales y esta ayudarfi a esclarecer en gran medida la historia evolutiva postdeposicional, es decir, desde la sedimentación hasta su retorno a la superficie. Cada ambiente deposicional ejercerá una fuerte influencia sobre las diferentes mineralogias cementantes, como mínimo en lo que respecta a sus estadios más tempranos, y por tanto, existirá una estrecha relación entre las facies sedimentarias y la secuencia de cementos autigenicos. En este sentido, se han pronunciado diferentes autores como Fuchtbauer (1974), De la Peña et al. (1983) o Hurst & Irwin (1982), que elaboraron una serie de secuencias generales de cementación que correspondian a cada uno de los ambientes deposicionales comprendidos entre el marino profundo y el continental fluvial.

Evidentemente, estas secuencias de cementación pueden evolucionar con el enterramiento de manera diferente dependiendo de las condiciones de diagénesis profunda (subsidencia, esfuerzos tectónicos) a que se vean sometidas las cuencas en que se formaron.