LA SALUD Y LA CALIDAD DE VIDA. HÁBITOS Y ESTILOS DE VIDA SALUDABLES EN RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD FÍSICA. EL CUIDADO DEL CUERPO. AUTONOMÍA Y AUTOESTIMA.
Enviado por Helena • 15 de Febrero de 2018 • 6.192 Palabras (25 Páginas) • 791 Visitas
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Devis y Peiró (1992), comentan la importancia de la salud en la Educación Física Escolar viene dada por:
- La salud como un principio continuo a respetar en las clases de Educación Física.
- Desarrollar una actividad física adecuada para mantener y favorecer la salud.
2.2. La Salud y la Calidad Vida
Para (citado por Schwartzmannn, 2003) la calidad vida es la percepción subjetiva, influenciada por el estado de salud actual, de la capacidad para realizar aquellas actividades importantes para el individuo.
La esencia de este concepto está en reconocer que la percepción de las personas sobre su estado de bienestar físico, psíquico, social y espiritual depende en gran parte de sus propios valores y creencias, su contexto cultural e historia personal.
Es claro que calidad de vida es una noción eminentemente humana que se relaciona con el grado de satisfacción que tiene la persona con su situación física, su estado emocional, su vida familiar, amorosa, social así como el sentido que le atribuye a su vida, entre otras cosas.
La OMS define calidad de vida como la "percepción del individuo de su posición en la vida en el contexto de la cultura y sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, expectativas, estándares y preocupaciones" (1994).
Como se ha podido observar en este análisis la calidad de vida está totalmente relacionada con la salud y en nuestro caso la Educación Física se entiende fundamentalmente como un elemento favorecedor de la salud y calidad de vida (Junta de Andalucía, 1992).
3.- HÁBITOS Y ESTILOS DE VIDA SALUDABLES EN RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD FÍSICA.
Actualmente, la sociedad se enfrenta con una serie de problemas (aumento de enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, drogas, accidentes viales, sida, etc.) que exigen la adopción de una serie de medidas encaminadas a prevenirlos a fin de aumentar la salud.
Es probado que las enfermedades causantes de más muertes prematuras están relacionadas con estilos de vida y hábitos individuales insaludables. Las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer tienen mucho que ver con hábitos alimenticios inadecuados, consumo exagerado de alcohol, abuso del tabaco, vida sedentaria o exceso de tensiones. Se sabe, por otra parte, que es en la infancia donde se van modelando las conductas que dañan la salud; de ahí que el período de enseñanza obligatoria resulte el más adecuado para tratar de potenciar desde el sistema educativo los estilos de vida saludables.
Se contribuirá así a que, en el futuro, se alarguen los períodos de bienestar y disminuya la incidencia de las enfermedades ligadas en mayor medida al tipo de vida y a la conducta de cada individuo.
Podemos deducir que una buena educación debe pretender que los alumnos desarrollen hábitos y costumbres sanos, que valoren cada uno de los aspectos básicos de la calidad de vida y que rechacen las pautas de comportamiento que no conducen a la adquisición de un bienestar físico y mental.
Aunque se pretenda fundamentalmente la adquisición de actitudes, no debe entenderse que conceptos y procedimientos no son importantes. Los tres tipos de contenidos pueden aprenderse de manera coherente, si bien la presencia de una mayor base conceptual está en relación con el aumento de la edad de los estudiantes.
Es necesario reflexionar con los alumnos sobre hábitos generales, sobre las valoraciones que tienen de la higiene y la salud, sobre costumbres existentes en la familia, para conocer en qué medida están arraigadas sus ideas. Producir un cambio conceptual puede ser de importancia decisiva para introducir los nuevos valores y para que los estudiantes adquieran hábitos duraderos.
Nuestro sistema educativo actual toma en consideración esto que venimos comentando, incluyendo el bloque de contenidos de “Salud Coporal” dentro de los bloques de contenidos, fijados por el Decreto 105/92 de 9 de junio, así como referencias al tema de la salud y los hábitos saludables en los objetivos del área.
“Se debe pretender que los alumnos desarrollen hábitos y costumbre sanas, que los valoren como uno de los aspectos básicos de la calidad de vida y que comiencen a desarrollar una actitud crítica ante comportamientos que no lleven a la adquisición de un bienestar psicofísico así como la valoración y aceptación de la propia realidad corporal y el aprecio de la actividad física como medio para su disfrute y mejora de su salud corporal”. (JJ.AA. 1992).
Se podría hacer igual referencia en el tema de los objetivos generales del área de Educación Física y los criterios de evaluación, fijados por el decreto 105/92 de 9 de junio.
El movimiento ha tenido y tiene diversas funciones, que bien podrían encajar dentro del tema de hábitos saludables que estamos tratando, entre ellas tenemos:
- Función higiénica: relativa a la conservación de la salud y el estado físico, así como a la prevención de determinadas enfermedades y disfunciones.
- Función catártica y hedonista: en la medida en que las personas, a través del ejercicio físico, se liberan de tensiones, restablecen su equilibrio psíquico, realizan actividades de ocio y, gracias a todo ello, disfrutan de su propio movimiento y de su eficacia corporal.
- Función de compensación: en cuanto que el movimiento compensa las restricciones del medio y el sedentarismo habitual.
Por último vamos a referirnos al “currículo oculto”, que son el conjunto de valores, normas y actitudes que de una manera implícita están presentes y conforman el microclima escolar. Las actitudes de los profesores, sus valoraciones prioritarias, la disposición al diálogo, el ambiente general del centro, los menús escolares (si los hubiese), la limpieza de las instalaciones, el cumplimiento de normas como el no fumar, etc. conforman un entramado de contenidos a los que nadie alude, pero de los que todos los alumnos están constantemente tomando nota. Por lo que el centro escolar debe tener presente todo ello y convertirse en un agente promotor de salud.
Sin embargo, la tarea de educar para la salud no sólo e patrimonio del sistema de enseñanza. El ambiente familiar resulta decisivo para los estudiantes en la etapa de educación obligatoria. Por ello, se impone una colaboración permanente entre la familia y la escuela. Esto significa que los padres deben conocer el plan escolar e, incluso, participar
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