La Entomofagia en el México Prehispánico.

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No se tienen datos precisos sobre las especies que se aprovechaban para el consumo humano, pero se sabe de la existencia de una lista sobre alguno de ellos, entre los que más resaltan son las libélulas, las chinches, los moscos acuáticos al igual que los huevecillos de este anterior, algunas especies de hormiga, gusanos y mariposas, y no hay que olvidar unos de los más famosos el axolotl o ajolote (Felipe Carlos Viesca et. Al, 2009).

En el México prehispánico, el uso de insectos no solo fue de índole alimentaría, de hecho se cree que también fueron utilizados como sistema de pago, es decir; como moneda, como intercambio de productos o como pago a tributo para los gobernantes.

A través de los años y con el paso de las diferentes generaciones de personas en nuestra sociedad, la alimentación y otros aspectos de la vida cotidiana han ido modificándose debido a los mismos cambios sociales, quizá uno de los más importantes y significativos es el de la alimentación.

El consumo de diversas especies comestibles se han ido perdiendo y dado paso a nuevos alimentos gracias a la inter culturalización y perdiendo productos propios, como es el caso del consumo de insectos en nuestro país.

México y su sociedad, ha pasado de ser una tierra de consumo de gran variedad de insectos en la época prehispánica a convertirse en un país donde la ingesta de estos mismos va desapareciendo poco a poco. A pesar de que en los distintos grupos étnicos que se localizan en la parte sur del país aún mantienen esta tradición de antaño, sus esfuerzos por mantener esta costumbre alimentaria no son suficientes para preservarla y mucho menos para rescatarla (Espinosa, 2005)

De las 504 especies comestibles en México en la actualidad, solo se comercializan 16 según un estudio realizado en los mercados del Estado de México (Andrés José Juárez Ortega et al, 2011), es decir, la mayoría de las especies de insectos comestibles de los que se pueden consumir solo una mínima parte se está siendo explotados actualmente.

Nuestro país posee 504 especies de insectos que son aptos para el consumo humano (Arana, 2006 pag.93), entre los que se encuentran 1 especie de pulga, 4 de moscas de mayo, 6 de libélulas, 78 de chapulines y grillos, 1 de termitas, 90 de chinches, 38 de cigarras, 1 de manfes, 45 de mariposas y polillas, 5 de cargapalitos, 15 de moscas y mosquitos, 119 de escarabajos y 101 de abejas, avispas y hormigas.

De todas las especies de insectos previamente mencionadas las más consumidas en nuestro país son los siguientes: los gusanos de maguey, los xinicuiles primos de los gusanos de maguey, los escamoles, las hormigas chicatanas, los chapulines, los jumiles, las tantarrias de mezquite, una mosca llamada axayacatl, las cochinillas, larvas de mariposas, larvas de abejas, las langostas, los acociles, los charales y variedades de ranas, estos dos últimos quizá no muy contemplados como insectos (Sánchez, 2006: 97.99).

La principal zona de consumo de insectos en nuestro país se encuentra en la parte centro y sur de nuestro territorio nacional, entre los principales estados se encuentran: el estado de México, Hidalgo, el Distrito Federal, el estado de Guerreo, el estado de Morelos, Michoacán, Chiapas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, el estado de Puebla y por supuesto el estado de Oaxaca.

En México existen un número considerable de grupos étnicos y estos, son los principales consumidores de insectos, y son quienes de cierta manera han estado en contacto directo, tratando de preservar y rescatar estas costumbres milenarias desde la época prehispánica.

Entre los principales que podemos encontrar dentro de la geografía nacional se encuentran: en Chiapas los tzetzales, los lacandones, los otomíes, en el estado de Oaxaca a lo mixtecos, nahuas, chochos, cuicatecas, chinantecas, los chontales, los huaves, zoques, triques, totonocas y amuchas, en el estado de Puebla a los mazatecas, popolacas, nahuas, totonacas, y otomíes, en el estado de Guerrero a los mestizos, tlapanecas y nahuas, el Hidalgo a los otomíes, en Michoacán a los a los tarascos y purépechas, en el estado de México a los nahuas, otomíes y mazahuas. Pero se cree que los grupos étnicos con mayor consumo de insectos son los mixtecos, zapotecos, nahuas y otomíes, debido a su arraigo cultura y tradicional, pero sobre todo por sus limitantes económicos.

La sola idea de comer insectos que todavía estan vivos o la sensación en la lengua de sus patitas puede producir asco, sin embargo y más allá de su presentación, déjese conquistar por su sabor que para los conocedores se asemeja a la carne de jaiba, res, cerdo o pollo.

Ya sea que los prepare con sal y limón en el caso de los jumiles, doradas y acompañadas con un guacamole para las chinches, los escamoles (huevos de hormigas) servidos en salsa al ajo, o bien en tacos como los gusanos de maguey aunque también puede prepararse fritos en aceite o manteca y molidos con jitomate y chile, incorpore estos y otros insectos más a su dieta.

Chapulines fritos al estilo mexicano

- Ingredientes

Chapulines.

Agua.

Cal.

Aceite de oliva.

Sal.

Guindilla (chile rojo o verde).

- Procedimiento

1.- saltamontes se purgan y se lavan, posteriormente se sumergen en agua con cal durante cuatro horas.

2.- A continuación se dejan en agua limpia durante otra hora y se enjuagan bien.

3.- Ya escurridos y secos, los saltamontes se fríen enteros en aceite con una guindilla hasta que estén crujientes.

Conguitos de grillos

- Ingredientes

Grillos

Una tableta de chocolate negro (para derretir)

Mantequilla.

Azúcar al gusto

- Procedimiento

1.-Se purgan y lavan los grillos.

2.- Se hornean a 180 °C el tiempo necesario para que estén bien secos y crujientes sin que se quemen.

3.- Se sacan del horno, se dejan enfriar y se les arrancan las patas y las cabezas