La columna de hierro capítulo 6 al 9

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Marco se encuentra como desconectado de todo, todo le parece más hermoso y más brillante, todo esto debido a que está enamorado de Livia. Sus padres y su hermano también notan la conducta extraña de Marco, pero deciden darle su espacio. Su madre sabe con ese “instinto femenino” que su hijo mayor está enamorado y va tras él discretamente tratando de descubrir quién es la dueña de los sentimientos de Marco, pensando que fuera alguna de las chicas esclavas o algo por el estilo, porque ella desaprueba las relaciones con esclavas, pero no es capaz de encontrar nada.

Nos encontramos con que Marco sigue saliendo todos los días recorriendo la isla con la esperanza de encontrarse con Livia, pero al pasar de los días, el no logra verla otra vez y llega a pensar que fue todo una ilusión, que era algo como una ninfa del bosque, algo pasajero y que nada fue verdad, tanta es su confusión/frustración de no encontrarse con Livia de nuevo, que empieza a pensar sobre donde inicia la realidad y donde termina la ilusión.

Un día mientras se encuentra dando un paseo, se topa con Livia, quien está lanzando hojas con sus manos, debajo de un árbol. Marco se acerca temeroso, incluso siente la necesidad de aguantar la respiración por temor de que Livia desaparezca de su vida otra vez, sin embargo no lo hace y es capaz de conversar nuevamente con ella. En esta conversación, Livia le dice que ella se encuentra comprometida con Lucio Catilina, pero también le confiesa que ella siente algo por Marco, que no logra comprender por qué se pasa todo el día pensando en él cuando solo se han visto y conversado una vez, Marco le responde que a él le pasa lo mismo y ella termina diciendo que posiblemente eso que sienten ellos, es lo que sus padres sintieron el uno por el otro.

Marco le pide a Livia que no se case con Lucio, puesto que ambos se encuentran enamorados el uno del otro, pero ella no desiste, ella piensa que es bueno para sí misma casarse con Lucio, debido a que Lucio es guapo y de buen apellido, mientras que ella es adinerada y harían una buena pareja. Así continua la conversación, y Marco no logra obtener que ella desista de casarse con Lucio. Ella se despide y se va de la misma forma que la primera vez.

Quinto se encuentra pescando cuando ve aparecer a su hermano mayor, quien le pregunta si lo ha visto en el puente, Quinto le responde que sí, que lo vio con aquella chica desconocida y le pregunta si se va a casar con ella, Marco le responde que ojalá pero que ella se encuentra comprometida, cosa a la que Quinto responde que es mejor que consiga otra chica, pero Marco no está dispuesto a desistir, razón por la cual decide ir a hablar con su madre.

Helvia escucha atentamente todo lo que fue a contarle su hijo mayor sobre Livia, pero al igual que Quinto, ella le dice que es mejor desistir, que olvide a esa chica, que no es merecedora de él, pero Marco afirma que nunca será capaz de olvidarla, a lo que Helvia le dice que está bien, que no la olvide, pero que se reduzca a guardarla en sus recuerdos como algo lindo que pasó y nada más, como una chica fuera de su alcance. Marco sale de los aposentos de las mujeres, con la determinación de conseguir a Livia y no olvidarla ni darse por vencido.