La educación chilena ha transitado desde la década de los 90

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Por otro lado la gestión, entendida esta como una capacidad que permite dinamizar procesos, potencia cada proceso inherente a la Gestión Directiva, es decir, la Gestión Pedagógica, la Gestión de los Recursos, del Clima y Comunicación Organizacional entre otros.

Cada uno de estos procesos son relevantes para el logro del objetivo final. Las escuela hoy en día deben construir su visión de escuela, anclada en una mirada estratégica, con objetivos a corto, mediano y largo plazo, fundamentadas en una construcción endógena, donde todos se sienten parte y son considerados en esta visión. Se requiere mirar a esta como una entidad que Aprende, que gestiona aprendizaje en todos los participantes y componentes de la comunidad educativa, que está dispuesta a aprender como comunidad, focalizando los esfuerzos en lo pedagógico. También se requiere en el establecimiento Modelos Pedagógicos y Curriculares contextuales que permitan orientar los procesos pedagógicos de la Escuela considerando la articulación entre asignaturas, generando instancias de acompañamiento que permitan procesos de mejora continua en el aula, fortaleciendo las buenas prácticas pedagógicas y creando espacios reflexivos que permitan la mejora de situaciones más débiles en el proceso E-A. A su vez, es necesario considerar el Clima Organizacional, que es la atmósfera psicológica que rodea e interviene en las interrelaciones que se da entre los integrantes de la institución. Este es característico de cada institución y por ende refleja el comportamiento de los sujetos y su relación con los demás. El clima organizacional influye en las emociones y sentimientos de los integrantes, por esto es importante un buen clima para el logro de los objetivos de la institución. Un clima favorable estimula el aprendizaje, permite que la moral y la autoestima se mantengan altos, mediante una implicación activa y responsable por parte de todos en la comunidad educativa.

Por todo ello, la significancia de ser parte del curso me permitirá potenciar las capacidades de liderazgo, con la finalidad de incentivar el poder de la vocación de todos los actores educativos, con la idea de provocar en ellos una sensación grupal de destino, en el cual sus acciones, según sus capacidades, siempre son significativas e importantes en la consecución de un mismo propósito.

Una Escuela que posee aproximadamente 1.000 estudiantes, que se inserta en un contexto sociocultural medio bajo, con alta concentración de niños y niñas vulnerables requiere liderazgos que permitan dinamizar cada proceso inherente a esta, para favorecer los aprendizajes de todos y por medio de estrategias a corto, mediano y largo plazo lograr aprendizajes de calidad y un desarrollo de las Escuelas, pasando de una Escuela Clásica a una Escuela Efectiva.

Patricio Letelier Urbina

Magister en Gestión Pedagógica y Curricular