La herencia política de la colonia.

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razas en México, aumentada por el transporte de negros en cantidad suficiente para dejar su marca en la población en algunas partes del país, tenemos la base de la estructura social que caracterizo a México durante todo el periodo colonial y en cierta medida continua hasta hoy” (Ai Camp,41).

Con referencia a lo anterior, México es uno de los países con mayor pobreza. Por otro lado, tenemos a uno de los empresarios más ricos a nivel mundial: Carlos Slim. Esto es solo un ejemplo de la gran brecha de clases que existen en México.

México tiene gran cantidad de gente en extrema pobreza y en pobreza. Poca clase media, y una mínima parte de clase alta. Es decir, hay una mala distribución de la riqueza. Entre otras razones esta mala distribución se debe al corporativismo y al abuso de la autoridad: “los grupos de ingresos bajos tienen escasa protección frente a los abusos de las autoridades gubernamentales, y la ley no siempre los trata como iguales” (Ai Camp, 42).

Si bien en la independencia y la revolución, ambas tuvieron ideales de igualdad entre los mexicanos, ninguno de estos dos eventos lo lograron, solamente fue un cambio de manos del poder y la represión: “Con la legislación de la independencia, que abolió los mayorazgos y estableció el derecho igual hereditario entre los descendientes, esas grandes haciendas comenzaron a fraccionarse, pero en alguna medida, aunque disminuidas, quedan todavía, cuando han podido escapar al efecto de la estratificación social o a la decisión gubernativa que en los últimos años ha visto en esas concentraciones de tierra una fuente de malestar social”( Galindo , 217). Esto en cuanto a la independencia, sin embargo la revolución desemboco en la creación del partido oficial que si bien en un principio trajo mejoras al país (expropiación petrolera, educación, etc.), después de un tiempo volvió a esto, he ahí la razón por la que surgen partidos de oposición como el actual PRD.

Como todo lo demás, la diferencia en clases sociales, tiene antecedentes desde la época virreinal. Si bien antes las clases se dividían en: indígenas, mestizos, criollos y peninsulares. Ahora la división es claramente de acuerdo a los ingresos. Pero al igual que en la colonia, hay pocas oportunidades de transitar de una clase a otra ya que “los grupos rivalizaban por influencia política, reforzando la desigualdad social existente al crear una jerarquía de intereses y prestigio” (Ai Camp, 46), y esto sigue vigente.

La intolerancia

Según Camp, la intolerancia es un rasgo presente de la actual sociedad mexicana, esto se refiere a la falta de respeto que existe por parte de los mexicanos hacia otros puntos de vista, diferentes al propio. Según Camp este es un rasgo heredado por la colonia, y principalmente por la iglesia católica: “los españoles también dejaron a México una importante herencia religiosa: el catolicismo, en la cultura indígena mexicana prehispánica la religión desempeñaba un papel importantísimo y estaba plenamente integrada a los propósitos políticos” (Ai Camp, 42). La cual cabe recalcar que conformaba una fuente importante de represión y control de la población durante este periodo.

Durante la colonia, la iglesia controlo las publicaciones, lecturas y calificó como herejía cualquier otra pensamiento distinto a lo que el catolicismo establecía. Es decir que no había libertad de expresión, y mucho menos religioso, hasta el punto que México fue considerado un país oficialmente católico con integración de la iglesia al estado, hasta tiempo después de la colonia.

Si bien hoy en día, el papel de la religión ya no forma parte del estado desde las reformas liberales de Juárez, las cuales dieron resultado la laicidad del país y la separación del estado y la iglesia. Podría decirse que en muchas etapas de la historia se ha presentado esta herencia de intolerancia hacia otras opiniones.

Ejemplos de lo anterior son el gobierno de Porfirio Díaz, donde no existía libertad democrática de elegir al presidente ni se podían manifestar opiniones contrarias a él, así como la inmovilidad dentro de los cargos políticos. Lo mismo podemos encontrar después del periodo revolucionario y con la formación del PRI. Dentro del régimen priista no se permitían los partidos de oposición, y era facultad del ejecutivo elegir al siguiente, no había más poder que el del ejecutivo y el partido. Se sostuvo mediante represión y fomento de intereses a la clase empresaria con poder económico (corporativismo).

Si bien por medio de las reformas políticas, separación real de poderes y creación de instituciones se ha fomentado más la tolerancia y el respeto hacia las distintas opiniones ciudadanas, todavía queda mucho por hacer.

Conclusión

Después de este análisis es necesario reconocer que la diferencia en clases, el autoritarismo y las facultades metaconstitucionales, el corporativismo y la intolerancia implantadas durante el régimen colonial implantado en México durante trescientos años de ser colonia de España siguen vigentes doscientos años después de la independencia. Sin embargo estos rasgos, si bien vigentes se han modificado por los cambios políticos que ha habido en México.

Pero es necesario reconocer que durante su historia post-colonial México ha hecho verdaderos intentos por cambiar estos patrones implantados por España.

Por otro lado, esta herencia política solo es posible superar si se toman medidas tanto por parte del gobierno como de la ciudadanía.

Fuentes citadas

1. Roderic Ai Camp, La política en México, (México: Siglo veintiuno editores, 2000) pp. 39-75.

2. Reynaldo Galindo Pohl, Herencia Jurídica Y Política Española En Hispanoamérica. Journal of Inter-American Studies 10.2 (1968): 212-20. JSTOR. Center for Latin American Studies at the University of MiamiStable. Web. 30.Nov. 2014. <http://www.jstor.org/stable/165386>.

3. Rabiela Hira de Gortari, la política en la formación del estado nacional. Revista Mexicana de la Sociología 44.1 (1982): 263-284.JSTOR. Universidad Autónoma de México.Web. 30. Nov.2014. <http://www.jstor.org/stable/3540201>.