La luz del mundo

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Con el despertar nos habremos convertido en seres de luz con una percepción extrasensorial, en una nueva civilización superior capaces de mantener encendidos los ojos vivientes y abrir las puertas a un cielo que no terminará nunca, al conocimiento de nuevos seres, de hermanos que se fueron y volvieron, los seres multidimensionales y los ángeles que nos han creado. Todos ellos han sido creados de la misma forma que nosotros, no deberíamos llamarlos extraterrestres porque no hay un afuera y adentro, todos hemos venido de donde mismo y siempre hemos estado en el mismo lugar, sólo que antes no podíamos verlos. “Lo interno y lo externo no ha existido nunca, ya que no podemos salir ni dividir lo que es, no hay posibilidad de escaparse del Cosmos, estamos dentro de todo lo que existe, celebrando, avanzando, siendo, existiendo” (Guillermo Ferrara, 2013).

El autor utiliza como prueba de todas sus ideas y teorías los numerosos escritos y construcciones ancestrales, como las tablillas sumerias, monumentos de piedras megalíticas y múltiples dibujos, pinturas, agroglifos y señales como as líneas de Nazca, Stonehenge en Reino Unido, Mohenjo Daro, las pirámides de Egipto, Machu Pichu, Chichen Itzá, los gigantes de la Isla de Pascua, etc., y conocimientos y datos de alquimia, astronomía, arqueología, física cuántica, sexualidad, esoterismo, meditación y filosofía. Todo real.

“Recordemos que Dios no ha hecho el universo tan grande para esconderse dentro de él… sino para que lo veamos por todos lados” (Guillermo Ferrara, 2013). La historia que narra el autor habla sobre la vida de Evangelina, una joven y suspicaz escritora que está a punto de lanzar un nuevo libro donde desenmascara las maniobras de control de una sociedad secreta llamada “La Hermandad de la Serpiente” y pone en riesgo su identidad, pero es amenazada de muerte para que esto no ocurra. Simultáneamente dicha hermandad está preparando un ritual ancestral, que incluye una orgía sexual, para cobrar una víctima, famosa en el mudo de la música pop. Evangelina sin embargo no se da por vencida y busca ayuda en Adán Roussos, quien tiene la misión de asistir al ritual preparado por la Hermandad, juntos luchan por lograr su objetivo. En el desarrollo de la historia el autor pasa de la tercera a la quinta dimensión en eventos que se desarrollan en el futuro y presente pero no todos los personajes son capaces de vivir, ya que no todos son seres de luz.

Los personajes protagonistas de la historia son Evangelina Calvet, hija de Terese Calvet, mujer de 30 años de cuerpo torneado, una boca carnosa y cabello largo color almendra con elegantes mechas doradas. Destilaba clase y elegancia en su forma de vestir y su femineidad brotaba de todo su ser. Era vegetariana y tenía de bello lo que tenía de rebelde, inteligente y contestataria; y Adán Roussos, hombre de 47 años, alto con cabello rizado y abundante, es un reconocido sexólogo y escritor también que logró “despertar” en el año 2012 y viajar a la quinta dimensión.

La historia comienza en Londres, en el año 2014, en la “tercera dimensión”. Una escena en una sala de una casa donde se encontraban reunidas media docena de personas charlando y esperando a una más. Dichas personas eran importantes miembros de la Hermandad de la Serpiente, la cual es una representación de una organización real, el autor la llama así porque según la religión católica la serpiente representa al pecado, sin embargo Ferrara considera que hay dos serpientes la radiante y la oscura. Hay sociedades secretas que manipulan el conocimiento. Pero también existen grupos de iniciados que usan la meditación, el yoga, la evolución para que la serpiente de vida, kundalini se eleve y encienda el cerebro.

Terese Calvet, madre de Evangelina Calvet mujer de alrededor de 60 años, poderosamente conservada, de piel blanca como la porcelana y mirada intensa y penetrante, tiene unos extraños ojos verde oscuro y usa gafas con aumento, su cabello cortado un poco más arriba de los hombros de color ocre; destila una aura enigmática. Desde su juventud destacó en la administración de empresas y había heredado el imperio de una empresa discográfica de parte de su padre. “Se le conocía como “La Dama” por su estilada figura, su presencia de mujer con clase, profunda intelectualidad y cultura” (Guillermo Ferrara, 2013); David Eslabon, hombre mexicano de 40 años radicado en Londres. Llevaba el cabello lacio hacia atrás, inmaculadamente afeitado. Medía un metro ochenta y no era ni flaco ni gordo. Era el asistente de Terese y vestía con una chaqueta color caqui y un escudo con un búho dorado grabado en su bolsillo, él no era parte de La Hermandad, pero tenía amplios conocimientos sobre las culturas de sus país, que los miembros utilizaban; Quinci Brown, conocido en el mundo de la música como “La Foca”, hombre de raza negra de 63 años, usaba un bastón con una piña en forma de triángulo en la empuñadura, que en botánica es llamado “cono de las secuoyas”, “uno de los símbolos masónicos que representaba la glándula pineal, igual que la gran piña colocada en la plaza de San Pedro, en el Vaticano” (Guillermo Ferrara, 2013).

Ellos tres junto con otras personas que no son descritas se encuentran esperando al individuo que por fin llegaría, George Crush, hombre norteamericano de 62 años, alto y de pelo abundante y cano, de personalidad dominante, intempestiva y prepotente. Con una sonrisa soberbia y uno de sus ojos verdes desalineado. Era conocido como “El Perro” ya que se jactaba de ser un apasionado guardián de La Hermandad. “Pertenecía a una de las 13 familias de un linaje genético secreto y ancestral vinculado al poder desde tiempos inmemorables” (Guillermo Ferrara, 2013). Todos ellos se dispusieron a ponerse de acuerdo para lo que sería el próximo ritual que se llevaría a cabo en 5 días, discutían acerca de quién sería el/la elegido/a para sacrificarlo y derramar su sangre. Tenía que ser un artista y se habla de una mujer cantante, quien estaba en desacuerdo con la Hermandad y quiere revelar sus secretos. La Dama planeaba una orgía sexual para el ritual.

Por otro lado el autor nos lleva a la quinta dimensión, en el año 2018, en un cónclave espiritual llevado a cabo en medio del triángulo de las Bermudas. En dicha reunión se encuentra Adán, Alexia Vangelis hija de Aquiles Vangelis, mujer joven de 37 años, radiante, plena y bella. “Se le veía el aura luminosa y dorada en la corona de su cabeza en una completa conexión cósmica. La acompañaba casi constantemente una sonrisa enigmática que iluminaba su rostro como un sol” (Guillermo Ferrara, 2013); Aquiles Vangelis, padre de Alexia Vangelis, se presenta en el libro como una especie de espíritu; Micchio Ki,