La noche que dio a luz a un psicópata.

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Estaba enfermo y la primera vez que me di cuenta de ello fue una tarde que visite el lago y observe a dos niños jugando allí, al verme uno de ellos salió corriendo pero el otro se quedó estático y en mi mente retumbaban las imágenes de lo que hicieron aquellos sujetos; me llene ira y la desaté con aquel pequeño, recuerdo lo golpee y lo ahogué en ese lago que a partir de ese momento se convirtió en “mi lago”, en el escenario de mis crímenes.

La muerte del pequeño se supo en el pueblo y la gente se llenó de terror al sentir que estaba cerca de un asesino, sentí un pequeño descanso pues no fui la única persona que sufrió en ese lago y tardé un par de semanas para conseguir a mi siguiente víctima y fue a causa de mi afección y de mi obsesión por ese día que me propuse vengarme cada viernes así como fue conmigo, mi segunda víctima fue una muchacha de 15 años aproximadamente que vivía cerca del lago, recuerdo que estaba votando una basura en el agua cuando decidí atacarla eran cerca de las 6 de la tarde estaba un poco oscuro y no había nadie, la golpee en la cabeza y luego la violé y la arrojé al lago. Dos días después encontraron su cadáver.

El siguiente viernes me encontré con una parejita de novios que estaba en el lago al anochecer se disponían a tener relaciones al aire le libre y digo que se disponían, pues los sorprendí en el momento que menos lo pensaban, estaban seguros de que se encontraban solos pero sorprendí al joven con una puñalada en la espalda, creo que murió en ese mismo instante aunque la joven grito demasiado también la asesiné no tuve tiempo de arrojarlos al lago pues me sentí presionado y hui del lugar.

Mi obsesión por asesinar gente era evidente pero ahora me había puesto como objetivo acabar con mi exnovia, ella tuvo algo que ver con lo que me paso a mí de alguna manera, así que toda esa semana estuve planeando dar mi golpe, al llegar el viernes la invite a caminar en la tarde, la lleve a comer helado como lo hacía en nuestro noviazgo, tal vez a ella le sonó un poco extraña la idea de caminar hacia el lago me volteo a mirar y me dijo: “Es que no sabes lo que ha pasado últimamente”, la mire y le dije no pasara nada además está muy temprano solo daremos un paseo y me vas a dar una explicación ya lo sé todo, será muy rápido.

Me di cuenta que empezó a sentirse muy nerviosa y sonreí, sabes no temas le dije ningún asesino extraño vendrá pues el asesino es conocido y está aquí, mande la mano al bolsillo y saque mi puñal, ella intento escapar pero tropezó con una piedra, empezó a sangrar creí que perdió su bebé a causa de su caída, lloró mucho, me pidió perdón supuse que lloraba para que le perdonara la vida pues no creo que le doliera mucho lo que yo sentía, pues estaba enfermo y ya no tenía oportunidad la suerte sobre mi vida estaba echada, y a decir verdad sus lágrimas solo me llenaron de ganas por hundir mi puñal en su frágil pecho hasta atravesar su corazón.

Me acerque lentamente ella empezó a pedir auxilio y por desgracia para mi estaba temprano y claro, pero no iba a perder la oportunidad de vengarme así que le propiné diez puñaladas una por cada mes de nuestra estúpida relación, pero los gritos de ella fueron escuchados y la gente empezó a llegar aunque corrí me rodearon, la policía llegó y evitó que la gente me linchara y me llevaron a una estación, mis padres llegaron no lo podían creer les dije “ahora entiendo porque querían que me fuera y ahora me iré pero a la pena de muerte en la capital” mi madre se desmayó de la impresión mientras solté un par de carcajadas enfermizas.

Fui juzgado aunque tenía 17 años, se me dio un castigo como a un verdadero criminal, pues lo merecía, no era para menos, pues para ser criminal no hay edad sino actos macabros, no me arrepiento de nada, sé que hice mucho daño pero eso no importa ya la vida se acabó para mí o bueno realmente se acabará mañana cuando me siente en una silla que descargará 5000 voltios sobre mí…