La separacion.
Enviado por Sandra75 • 23 de Diciembre de 2017 • 1.793 Palabras (8 Páginas) • 307 Visitas
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_las cosas de tu padre_ explico mama.
Pensé que el iría por sus cosas, pero poco después llegaron dos cargadores y se llevaron todo a una bodega.
A cada tercer día me mandaba a la farmacia a que le comprara remedios para la jaqueca y gastritis, cuando íbamos a la casa de mi abuela le decía que era por culpa de tanto fumar pero a ella no me importaba.
Faltaban dos días para las vacaciones cuando nos dijo:
_tenemos que hablar, la pinta va a pasar las vacaciones en casa de Ruth.
_¿y nosotros?_ pregunto Carmen.
Le costó trabajo contestarle
_los Bermúdez te quieren mucho_ respondió mama.
Leila Bermúdez era la mejor amiga de mi hermana, Carmen quedo feliz con la solución. Pensé que me mandarían a casa de pablo, pero mi madre dijo:
_vas a ir con tío Tito.
_¿porque?
_el lo pidió.
_prefiero ir con pablo
_pablo tiene cuatro hermanas. No hay lugar para ti, en cuanto a la abuela, está demasiado vieja para atender a otra persona.
El ultimo día de clases se le olvido ir por nosotros, tome la mochila de Carmen y le dije que nos fuéramos andando. Tocamos la puerta del departamento. Preocupados por si algo le hubiera pasado, la puerta se abrió. Mama nos vio muy sorprendida y dijo:
_ ¡dios mío! ¿Qué hora es?_ exclamo.
Nos pidió perdón
_Estaba haciendo sus maletas y se me fue el tiempo
Siguió metiendo cosas en mi maleta hasta que llego a un objeto oscuro. Era un frasco de hierro que el doctor me receto tomar cada mañana. Al ver el frasco de hierro entraba a la maleta, supe que todo era verdad, me iría de la casa y pasaría dos largos meses con el tío Tito.
El tío Tito
Mi tío vivía en la parte antigua de la ciudad. El tío Tito vivía con tres gatos: uno era negro y se llamaba obsidiana, otro era blanco que se llamaba marfil: y el hijo de ambos, era mi favorito, era blanco con manchas negras y se llamaba domino.
Durante cincuenta y ocho años, el tío vivió sin otra compañía que sus libros y sus gatos. Estuvo casado durante un año, su esposa era alérgica al polvo de los libros y tuvieron que dejar la casa, pero prefirió dejar a su esposa y volver con sus libros.
En mi maleta llevaba un libro “todo sobre arañas”. Ya lo había leído y lo escogí precisamente por eso, me gustaba volver a leer un libro que arriesgarme con uno desconocido.
Cuando llegamos a la casa de mi tío, estaban derribando la casa de alado y eso provocaba mucho ruido, nuestros toquidos penas se oyeron, por un momento tuve la esperanza de que mi tío no abriera. Justo entonces, la puerta la puerta se abrió.
_ ¿llevaba mucho tiempo tocando? _Pregunto el tío_ adentro apenas se oye.
_ vengan a la sala de estar_ dijo el tio.
La “sala de estar “era un cuarto un poco más despejado. Había libros en las paredes pero no en las sillas.
_ ¿quieren un té de pipa? _pregunto el, y salió del cuarto antes de que contestáramos.
_ ¿estarás bien aquí, Juanito? _mi madre me acaricio el pelo y me vio con los ojos tristes.
Ella me había dicho que necesitaba pasar unas semanas a solas para buscar un departamento más pequeño, ahora que éramos menos. No quise preocuparla más, diciéndole que el tío me parecía medio loco.
_me gusta esta casa _le dije a mi madre
_si te sientes mal, me puedes hablar por teléfono
Para el tío, el teléfono era un error de la vida moderna. Odiaba el timbre interrumpiera sus lecturas.
_en la farmacia de enfrente puedes llamar_ replico mi madre_ toma.
Me dio una bolsa con monedas para pagar las llamadas.
El tío regreso con una tetera humeante.
_”lapsang soo-shang”, así se llama esta rica variante.
Bebimos el curioso te hasta que mi madre dijo que necesitaba hablar a solas con Tito. El tío propuso que yo revisar la casa mientras hablaban. Me entrego una campanita:
_por si te pierdes_ explicó_ agita la campana y llegare en tu auxilio.
Camine por un pasillo rodeado de libreros y entre en la primera habitación que vi, estaba cubierto de libros de pared en pared, rodeado por un balcón con escalerilla.
Seguí rumbo a otra recamara, de pronto domino salta en un anaquel y se escurrió por una puerta, lo seguí y me encontré con un corredor oscuro trate de buscar en la oscuridad el interrumpir de la luz y de pronto creí encontrarlo, baje una pequeña palanca. Pero una trampa se abrió ante mis pies y caí por una resbaladilla hasta el depósito de sabanas. Por suerte tenía la campanilla y la agite con fuerza hasta que llego mi tío.
_ya vimos la utilidad de la campana_ dijo tito_nunca de repares de ella. Mi madre se despidió con muchos besos y abrazos. Cuando
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