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La vida y sus grados.

Enviado por   •  24 de Mayo de 2018  •  1.500 Palabras (6 Páginas)  •  419 Visitas

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* Los vivientes humanos tenemos vida intelectiva o racional, esto es, podemos entender las situaciones en las que estamos y elegimos realizar acciones vitales en función de lo que entendemos. Pero esto lo hacemos, no de manera instintiva como los animales (ellos tienen que hacerlo), sino de manera deliberada: entendida y querida (y esto incluye no querer hacerlo). Nosotros, los vivientes humanos podemos conocer algo que los animales no (ni el delfín que es tan listo): podemos conocer una finalidad en nuestras vidas. Entendemos que podemos vivir de maneras distintas (unas buenas y otras malas) y elegir alguna. Tenemos instintos pero éstos no nos determinan. La característica del viviente intelectual es la libertad personal.

¿Ya vas captando cuál es la superioridad del viviente humano respecto de los demás vivientes? El viviente humano tiene una vida fisiológica (el funcionamiento de su organismo) que es la única que tienen los vegetales pero también tiene una vida psíquica pues conoce y apetece hacer o no hacer lo que conoce (capacidad que también tienen los animales por su instinto). Pero esta vida psíquica, presenta 2 niveles:

- el nivel inferior consiste en conocer a través de los sentidos y actuar en consecuencia de ese conocimiento. Esta actuación es instintiva (si tengo hambre y huelo comida, apetezco comer en consecuencia; si un tigre tiene hambre y huele comida, también apetecerá comer). Este nivel inferior depende del organismo tanto animal como humano,

- el nivel superior es intrínsecamente independiente del organismo, pues tiene qué ver con funciones inmateriales: entender y elegir libremente. Aquí hablamos de que los motivos para actuar no son sensaciones sino ideas: hacer lo que se quiere según lo que se entiende (tengo mucha hambre y huelo comida, pero como estoy a dieta, elijo no comer, esto es, controlo el impulso instintivo de comer porque tengo la idea clara de que comer no me conviene para reducir mi peso corporal). Esto es muy importante: los humanos tomamos decisiones libres no por lo que sentimos corporalmente sino por lo que entendemos de la vida o sea, por motivos más allá de la corporeidad.

El ser humano es el único viviente que tiene vida psíquica de nivel superior y por eso puede vivir más allá de su cuerpo. Esta capacidad es un argumento antropológico para hablar de la inmortalidad del alma humana (y este es un dato muy importante que retomaremos más adelante).

En la vida psíquica humana (y también la animal en su nivel inferior) hay dos eventos: uno es cognoscitivo y el otro es apetitivo. El cognoscitivo resulta de la Conciencia y el apetitivo de la Voluntad.

Conciencia es la capacidad de conocer algo y todo animal tiene conciencia de lo que huele, oye, ve, roza o saborea. Conoce que algo está ahí y ahí termina su conciencia. En el caso del humano hay más: puede darse cuenta de que conoce, puede pensar en su propio acto cognoscitivo. En este mismo momento que lees ves la página, entiendes lo que lees y te das cuenta de que te convendría leerlo otra vez para entenderlo mejor y formarte una idea de la lectura y no sólo memorizar las palabras que ves. En el evento psíquico cognoscitivo (la Conciencia) te das cuenta de que lo conocido es distinto de ti: se presenta a ti cuando lo conoces. Pero lo que conoces o te atrae o no te atrae y eso es el otro evento: el apetitivo. En este evento tú vas hacia el sujeto u objeto o te alejas de él y lo puedes hacer instintivamente o voluntariamente. Pero de este evento hablaremos ampliamente más adelante. Ahora vamos a centrarnos sólo en el evento cognoscitivo.

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