Libretista ¿Qué es una telenovela? ¿Qué la caracteriza?

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¿Qué caracteriza a un personaje cómico?

Los personajes cómicos generalmente se ríen de si mismos, no en el sentido explicito sino que el personaje cómico se le destruye la vanidad. Es un personaje cargado de muchos defectos, no es virtuoso, y básicamente esos defectos son los que detonan el humor.

Los más expertos para la comedia son los estadounidenses, por ejemplo con ‘Seinfeld’ donde todos los personajes son llenos de defectos y súper neuróticos. El riesgo con esos personajes es que la gente los pueda detestar pero resulta que la gente lo que le despierta es simpatía precisamente por tener ese tipo de personalidades.

En general los personajes de comedia tienen muchos defectos y nunca aprenden, no evolucionan, son personajes casi que planos, es difícil meter muchas dimensiones en un personaje de comedia porque si uno lo complejiza mucho se convierte en un personaje de drama. Los de comedia son de una o dos dimensiones.

¿Qué caracteriza a un personaje de telenovela?

En el caso del melodrama hay unos personajes que ya están concebidos. Está el héroe, el protagonista, que es un hombre virtuoso, un hombre bueno. También está la heroína que también es inmaculada. Son unos personajes arquetípicos de la novela clásica mexicana que todavía se conservan a pesar de que ya llevamos casi 30 años con lo mismo.

Son personajes sin mancha, son perfectos. También existe el personaje antagónico por excelencia, que es el que quiere destruir la relación, el que quiere arruinar a uno de los dos o a los dos.

Son personajes muy cliché, además de los protagonistas está el villano; el sabio representado generalmente por un anciano o un niño; el ángel guardián que protege al protagónico; también está el bufón que le da la nota simpática a la historia.

Lo que pasa es que en televisión por el mismo proceso natural de generaciones que van entrando con nuevas expectativas y nuevas formas de ser, se rompe un poco el tema conservador. Empiezan a ser antihéroes, la heroína es más de carne y hueso, es un personaje más natural, más reconocible, menos santa; y con el héroe pasa lo mismo y se hacen los antihéroes también que son personas normales con defectos y virtudes, son más humanos y menos idealizados.

¿Cree que funcionan las mezclas de géneros en la televisión?

Así como se dan las necesidades con los personajes, de los héroes y los antihéroes y de hacer mezclas, con los géneros también pasa lo mismo. A veces haces series noveladas o series con ingredientes de comedia. Es como la música fusión, yo lo veo igual, a veces funciona y a veces no.

¿En qué consistía el trabajo de un lector de libretos? (ya no existe)

Los pioneros en el tema de los lectores fue México con Televisa y Tv Azteca, ellos tenían su grupo de lectores y básicamente lo que hace el lector es un control de calidad. Yo siempre vi la lectura como desestructurar para volver a armar. El libretista compone, hace la pieza, y el lector le desarregla todo pero lo hace debido a que tiene una visión fría.

Cuando uno escribe uno está en caliente y uno se enamora con todo y obviamente uno tiene un criterio de ver que deja o que no deja pero aun así uno le mete mucho corazón, mientras que el lector es totalmente cerebral porque es más técnico, es más acorde a las normas de dramaturgia. Entonces desbarata todo y lo vuelve a armar o le sugiere como mejorarle, aunque hay libretos que llegan que son impecables y que eso depende también del talento del libretista.

Eso se generó en México y aquí lo implemento RCN, incluso Caracol tenía dos o tres lectores. Básicamente eso es un control de calidad para que los libretos se vayan bien a producción, bien en cuanto a su historia que sea una historia realmente entretenida, que conmueva, que emocione, que sea una historia bien contada, que tenga lo mínimo en cuanto a reglas técnicas de narración y de personajes.

¿Cómo funciona ahora ese control de calidad sin la figura del lector?

En estos momentos los lectores decidieron que no eran necesarios, de hecho en México los acabaron igual que en Colombia. Lo que pasa es que cuando hay obras de autor en este gremio pues precisamente como el escritor es tan apasionado defiende mucho sus historias y les cuesta un poco de trabajo recibir observaciones, aunque esto no ocurre con todos.

Los buenos escritores reciben lo que se les dice de la mejor manera y hacen lo pertinente, mientras que los que están llenos de errores son los que reaccionan más en contra y muy poco es lo que realmente incorporan en las correcciones. Finalmente se terminaba haciendo lo que el escritor quería y yo pienso que los resultados de eso se ven en pantalla, en rating, en audiencia y todo lo que ha pasado actualmente con la televisión es por no prestar atención a ese control de calidad.

¿Cuál ha sido su trayectoria como libretista?

Yo empecé a escribir en Cenpro, entre primero como investigador y termine en el equipo creativo argumentando y escaleteando. Estuve en el equipo de escritura de ‘Se armo la gorda’ que lo emitió Caracol. Luego me fui a Teleset donde también hicimos una novela que se llamaba ‘Lina Luna’ que se vendió afuera y que era también un melodrama súper clásico.

Después estuve en ‘ Novia para dos’ en el proceso de escritura aunque no al cien por ciento. En Caracol estuve en ‘La Peluquería’ y de ahí pase a RCN como lector; y mientras estuve leyendo escribí para Televideo una serie que sacaron que se llamaba ‘Historias Clasificadas’.

Actualmente no he retomado, me he dedicado a otras cosas, he estado en el tema de escritura pero ya de textos de libros y también en edición de libros, toda la parte editorial.

¿Cree que sea casualidad la presencia de una trama secundaria con comedia en una historia donde la trama principal no es la comedia?

Yo la escuela de escritura y de todo este tema de libretos la hice en Cenpro y ellos tenían sus sello muy propio, su manera de producir y de escribir; y digamos que todos los que pasamos por Cenpro tenemos una estructura y una manera de escribir la televisión como muy clara porque eran casi como las reglas del juego.

Dentro de esas proyecciones de línea (la línea principal de los protagonistas, la línea de poder donde aparece el antagónico) había una línea que era la línea de encanto que básicamente era como la línea