Los Desastres y su Impacto en la Salud

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Adicionalmente a ello la manera en cómo se manejan a las víctimas en especial los heridos es fundamental a la hora de brindar respuesta a un desastre, ya que es necesario prestar atención a una gran cantidad de heridos y para que dicha atención sea exitosa se debe considerar primero, la búsqueda, salvamento y primeros auxilios a los heridos, segundo el traslado a instalaciones de salud de la zona, empleando un triaje que permita clasificar a los heridos según su gravedad y tercero el traslado de heridos hacia otros hospitales si se da el caso de que se saturen los centros de salud de la zona.

Teniendo en cuenta que los desastres pueden aumentar el riesgo del incremento de enfermedades y por ende afectar la salud pública nace la necesidad de que la gestión post desastre tome en cuenta los programas de control de enfermedades y los sistemas de vigilancia epidemiológica. La epidemiologia en caso de desastres permite obtener información rápida y oportuna sobre el estado de salud de la población afectada, centrándose en la vigilancia u observación de algunos determinantes de la salud como lo son las enfermedades transmisibles por vectores (dengue, zika, chicungunya, paludismo, malaria entre otras) y hace énfasis en cómo prevenirlas o en su defecto controlarlas. Es importante señalar que la alimentación, nutrición y acceso a los alimentos por parte de los afectados puede influir de manera negativa sobre la salud de estos.

En ese sentido los desastres pueden paralizar parcial o totalmente la distribución de alimentos y las personas no consumirán los nutrientes suficientes al día, si esto se prolonga con el tiempo influirá no solo en el aumento de victimas sino también en la propagación de incertidumbre o pánico en la población, lo que podría resultar en un estado de caos e inestabilidad social aun mayor que el que es provocado por el desastre en sí.

Por otra parte es importante mencionar la salud ambiental juega un papel fundamental, dentro de la atención de un desastre, ya que estos pueden afectar gravemente el ambiente e interrumpir parcial o totalmente los servicios básicos (gas, electricidad, agua potable, comunicaciones entre otros), provocar la escases de alimentos y medicinas, aumentar los casos de enfermedades como el paludismo, malaria, dengue entre otras, y afectar la salud de las personas, lo que evidencia de la necesidad de considerar el factor ambiente no solo al momento de atender el evento sino también como un elemento fundamental para garantizar la seguridad y la salud de las personas.

Para finalizar es necesario mencionar que a la hora de la atención de desastres se debe tener una perspectiva holística, es decir, observar y analizar el eventos desde todos los puntos de vistas y considerar todos los aspectos posibles, dentro de los cuales está el factor ambiental, alimenticio, las operaciones de búsqueda, rescate y socorro, el manejo de los heridos y las victimas entre muchos otros. La forma en cómo se aborden estos elementos definirá el daño causado por el desastre no solo a la salud de las personas si no a la zona en general.