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Para que los hombres den un solo paso para dominar la naturaleza por medio del arte de la organización y la técnica, antes tendrán que avanzar tres en su ética

Enviado por   •  9 de Noviembre de 2018  •  3.029 Palabras (13 Páginas)  •  481 Visitas

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Esta es una perspectiva ajustada a la teoría tradicional, en la que la ciencia es prácticamente objetiva en cuanto a sus métodos, es decir, que al empezar una investigación la misma busca dar con los resultados que satisfagan de alguna manera los objetivos propuestos, sin establecer una distinción ética previa entre lo bueno o malo que puedan resultar ser las aplicaciones de sus resultados. Por lo que la moral de los investigadores que participan en ella se ponen a prueba ante esta situación, en la que la objetividad posee mayor protagonismo que la subjetividad de los mismos, y que también esta última pasa a un segundo plano o termina por ser abandonada debido a las diversas presiones extracientíficas involucradas, como es el caso del trabajo realizado por los científicos que estaban sometidos a los ideales políticos inculcados por los nazis.

Desde mi postura pienso que actualmente se busca descartar esta manera de pensar en la ciencia como aquella que no se hace cargo del tipo de aplicación que se haga de los resultados de las investigaciones, puesto que toda investigación científica y su posterior aplicación se lleva a cabo en pos de mejorar la calidad de vida de una sociedad atendiendo al sentido de vocación de los investigadores científicos que los incentiva a considerar su trabajo como un servicio, tanto como para sus compatriotas como para toda la humanidad.

“… Las responsabilidades y derechos que los investigadores tienen, apuntan al espíritu de libertad intelectual para buscar, exponer y defender la verdad científica, y métodos de trabajo responsables desde el punto de vista humano, social y ecológico, y la libertad de opinar acerca del valor humano, social o ecológico de ciertos proyectos, y en última instancia, de renunciar a esos proyectos si su conciencia así lo dictare…”. (“UNESCO. Ciencia para la paz y el desarrollo: el caso del juramento hipocrático para científicos. Gillermo A. Lemarchand. Estudios de documentos y política científica ALC.pdf”).

Entonces es sumamente importante respetar los criterios morales y hacer un buen uso de ellos. Por otra parte, el científico debe ser consciente de las exigencias morales y, atenerse a las mismas, tanto como profesional cualificado y como ciudadano, atendiendo necesariamente a sus principios, creencias y forma de ver las cosas. Porque su ética no depende exclusivamente de su actividad profesional sino también de su participación en la vida de la sociedad como otro ser humano, que al estar inmerso dentro de ella, esta juzga sus diversos comportamientos y pensamientos.

La formación de la ética científica

“…La necesidad de perfeccionar la formación de valores para la sociedad actual, exige el desarrollo de la responsabilidad y de las convicciones necesarias para el empleo ético de la ciencia y la técnica que el hombre tiene a su disposición. Entre los fenómenos globales contemporáneos que más están afectando a la sociedad, está la crisis de valores, que se acentúa en las nuevas generaciones. En todas las esferas profesionales esta pérdida de valores repercute negativamente en la sociedad, pero cuando incide en la actividad científica puede provocar daños irreparables para la humanidad…” (“La formación de la ética científica” M. Ceballo Rosales y R. Valledos Estevill. Instituto Superior Pedagógico “Pepito Tey” de los Tunas).

Es necesario que hoy más que nunca la Escuela y, nosotros como futuros docentes, asumamos el deber de trabajar para la formación de ciudadanos acorde a las, cada vez más exigentes, demandas del mercado de trabajo y del entorno de la sociedad, cada día más automatizado, con una base sólida y fuerte de valores y criterios morales y éticos, ciudadanos autónomos, responsables, capaces de tomar buenas decisiones en sus acciones, teniendo en cuenta siempre el impacto que podrían tener las mismas, tanto en la sociedad como en el medio ambiente. Un hombre bien instruido y entrenado al desenvolverse en este mundo tecnológico tan sofisticado puede provocar daños irreparables contra sí mismo y contra la sociedad, si no posee la responsabilidad y las convicciones necesarias para el empleo ético de la ciencia y la tecnología a su disposición.

Resulta por lo tanto de suma importancia una formación ética, que debe darse desde principios de la escolarización incluso desde antes de ella a cada individuo. Durante la formación profesional es dónde se debería reforzar la inculcación de los principios éticos relacionados a cada profesión.

“… La pujanza de la actividad científico – tecnológica en la vida diaria y en casi todas las esferas de la actividad laboral del hombre hacen que la alfabetización científica se convierta en una necesidad de la educación…” (“La formación de la ética científica” M. Ceballo Rosales y R. Valledos Estevill. Instituto Superior Pedagógico “Pepito Tey” de los Tunas).

Personalmente creo que muchas veces los contenidos actitudinales no son debidamente evaluados en las escuelas, y que debería de hacerse hincapié necesariamente en los aspectos que constituyen los mismos, ya que apuntan al desarrollo personal y socio-comunitario, es por ello que los métodos de la ciencia deberían pasar a ser métodos del proceso de enseñanza – aprendizaje y la formación científico – investigativa de las nuevas generaciones en los nuevos sistemas de enseñanza y, formar parte de los ejes transversales del curriculum de estudio, haciendo hincapié siempre en la construcción de valores, actitudes y principios éticos, teniendo en cuenta la aplicación de los mismos.

Es en este marco que se debe iniciar la formación de la ética científica, para lograr, que esta no sea un código o normas a cumplir una vez iniciada la vida laboral, si no, un sistema de valores interiorizados y convicciones cuya formación se inicia desde la primera actividad investigativa del estudiante.

Como futuro docente de una disciplina científica me gustaría que el estudiante asuma las siguientes actitudes éticas:

- Actitud ética, responsable y crítica en relación con las actividades e investigaciones escolares en las que participa, y honestidad en la presentación de resultados.

- Reconocimiento de la importancia de los procesos de validación que involucran la búsqueda de la verdad y el respeto por las evidencias.

- Valoración del papel central del pensamiento crítico en el desarrollo de las ciencias.

- Valoración de las posibilidades y limitaciones del pensamiento científico.

- Valoración de los logros

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