¿El hombre es violento por naturaleza?

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El docente debe formar valoralmente a sus alumnos y más cuando se habla de la edad inicial, donde los educandos se encuentran en la etapa de educación preescolar. En ocasiones los docentes tienen la postura de padre, debido a que muchos niños no tienen en casa padres que le expresen hacia ellos los valores o costumbres adecuadas, por lo cual nos encontramos con niños que actúan de manera agresiva, pero no es que sean así de nacimiento, sino más bien porque son conductas que imitan de sus casas. Por eso cuando se habla que el docente debe asumir un rol muy importante en el ejercicio de formador de valores es porque en la realidad nos encontramos con todo este tipo de problemas que lamentablemente al docente se le escapan de las manos.

Por lo anterior, es de suma importancia que los docentes practiquen los valores con los alumnos para trabajar en una ambiente de compañerismo y enseñarlos a convivir en un mundo más lleno de valores, donde estos nos ayuden a tener una convivencia más solidaria.

Es, por otra parte, inevitable que la escuela transmita valores y forme valoralmente. Sin embargo, para que este proceso se lleve a cabo es necesario aceptar el hecho de que toda escuela, todo maestro, todo curriculum son formadores de valores, ya que si esta formación sigue siendo parte solamente del curriculum oculto, no es evaluable ni se puede pedir cuentas al respecto, no se lograra avanzar en la más mínimo.

Si la escuela sigue sin llevar a cabo esta formación en valores o no la toma en cuanta, no será capaz de desarrollar al ser humano en forma integral; ya que como sabemos, el desarrollo integral de los alumnos es uno de los propósitos de la educación, es decir, es ayudar a la persona a que evolucione en todos sus aspectos: emocional, cognitivo, social, afectivo. Se acepta cada vez más ampliamente que es necesario atender los aspectos que constituyen, analíticamente, al ser humano: el cognoscitivo, el afectivo y el psicomotor; y que cualquier proceso educativo que desatienda alguno de estos aspectos, o que enfatice uno por encima de los demás, provocará un desarrollo desequilibrado del ser humano.

La escuela tradicionalmente ha marcado el aspecto cognoscitivo por encima de los otros dos. No obstante, sabemos que el desarrollo afectivo es esencial para la formación valoral, es por ello que es necesario que este progreso se produzca de forma positiva, ya que las personas vivimos en sociedad, nos relacionamos con los demás constantemente y establecemos vínculos de diversa índole afectiva para los cuales son necesarios los valores. [pic 3]

La formación valoral, entonces, no es sólo un asunto educativo, sino algo que debe corresponderle a la escuela, ya que la escuela es la mejor capacitada para formar valoralmente a los alumnos porque es la única que puede hacerlo intencionalmente.

Nos percatamos que el sistema educativo da importancia a la enseñanza de los valores, los cuales deben ser practicados dentro del aula tanto por maestros como por los alumnos, es por ello que la leyes que guían este sistema se encargan de dar a conocer los parámetros en los cuales deben trabajar los docentes, nos damos cuenta que en el artículo 3° de la Constitución destaca la práctica de los valores, y también en la Ley General de Educación, existen algunas disposiciones que marcan la enseñanza y práctica de los valores dentro de la escuela.

“La formación del carácter, es a lo que los griegos llamaban "ética". Valores éticos son los valores sencillamente humanos, de eso se trata, de recuperar el valor de la humanidad.” Camps Cervera, Victoria (1994). Hacer reforma. Los valores de la educación. Como se menciona anteriormente, lo que queremos es recuperar el valor de la humanidad, el problema está los padres de familia, quienes muestran un total desinterés y falta de respeto ante los actos cívicos, en el cuidado del medio ambiente, les parece normal que sus hijos lastimen a otros, porque los justifican en todo lo que hacen. Por lo tanto, en el comportamiento y las actitudes de los alumnos dentro del aula, en el momento del recreo y la forma de actuar con sus padres y maestros, claramente podemos observar que la falta de respeto hacia los demás es muy común, así como también se muestran indiferentes si se trata de contribuir en el mejoramiento de su escuela y su salón de clases, les molesta recoger un papel, rompen o destruyen las pertenencias de otros, insultar es muy natural para ellos, esperan que otros realicen el trabajo que les corresponde, no les importa el dolor de los demás; todo gracias a las actitudes que observan de quienes los rodean y a la falta de una formación valoral.

En la familia se dan varias causas que generan la falta da valores, por lo tanto los maestros van a encontrar alumnos que vengan de familias incompletas, que sufran de maltrato físico, verbal y/o sexual, ausencia en la supervisión educativa y en el hogar, falta de compresión, rechazo, entre otros. No solo se trata de no educar valoralmente a los hijos, sino del ejemplo y el trato que se les da, ya que las causas mencionadas abren paso a comportamientos inapropiados en cualquier ser humano, lo cual repercute en la escuela y muchas veces el docente lo justifica con que solo está mal educado, no se da cuenta de todos los problemas por los que están pasando sus estudiantes.

Por lo tanto, el docente debe ganarse la confianza de sus alumnos para así darse cuenta de que es lo que genera que estos tengan un mal comportamiento, para que pueda ayudarlos y sobre todo darles un buen ejemplo y que sean ellos quienes sepan decidir entre lo bueno y lo malo, y sobre todo adquirir los valores que no les fueron inculcados en su hogar.

Por otro lado, nos damos cuenta que la globalización ofrece ventajas y desventajas en la educación en valores, y que no todas las personas son beneficiadas o perjudicadas, simplemente este fenómeno puede impulsar o retener el desarrollo. Las condiciones están dadas, lo único que queda es el proceso de actualización constante, así pues, la escuela pública debe “adaptarse” al fenómeno de la globalización, es decir buscar las estrategias necesarias para adecuarse a las transformaciones sociales y culturales, por lo tanto, los facilitadores de cualquier institución educativa se ven obligados a cambiar, actualizarse y mantenerse informados cada día más para desenvolverse en un proceso educativo que se encuentra en cambios constantes.

Para ello los docentes deben prepararse con la tecnología adecuada para hacer más entretenida su labor, adaptar sus valores a la edad de los alumnos, procurar una salud física, mental, y una capacidad de comunicación abierta, y sincera, con la cual los muchachos también se expresen y se genere