Planificación estratégica reseña
Enviado por Jillian • 27 de Diciembre de 2018 • 1.983 Palabras (8 Páginas) • 294 Visitas
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En términos formales, la teoría económica define estas situaciones descritas como la existencia de externalidades negativas: no existen relaciones de mercado adecuadas entre quienes se benefician de ciertas acciones y quienes sufren los perjuicios de las mismas. La expresión externalidades, desde la perspectiva económica, no significa que sean problemas ambientales externos a la actividad humana por el contrario, expresa que a pesar de que estos actos tienen importantes implicaciones para las personas y el medio natural, no se logran regular por ningún tipo de mercado.
Las reflexiones hasta aquí presentadas constituyen un ejemplo de algunas de las contribuciones que puede y debe hacer el análisis económico en dirección a la comprensión de los problemas ambientales y a la formulación y aplicación de políticas orientadas a manejarlos de una manera adecuada.
El análisis económico, la política ambiental y los criterios de equidad
Tradicionalmente las autoridades ambientales han privilegiado instrumentos de política con una alta participación del Estado en la toma de decisiones. Se le da un gran peso a la normatividad de obligatorio cumplimiento, también denominada como el comando y control expresada en el estándar y los límites permisibles de emisión y vertimientos, la cual se conjuga usualmente con la inversión de recursos públicos en acciones remediales del daño causado.
Es conveniente reconocer las múltiples dificultades de su aplicación cuando se conciben como instrumentos aislados. Por una parte las medidas de comando y control demandan un sofisticado sistema de toma de decisiones de carácter técnico por parte del Estado para establecer cuál debe ser el comportamiento adecuado de cada uno de los actores que originan externalidades ambientales.
En esencia los instrumentos económicos están orientados a proporcionar comportamientos voluntarios de los distintos actores económicos, de manera consistente con los objetivos de política ambiental. Para ello se recurre a enviar señales de mercado que tiendan a internalizar dentro de las decisiones económicas las externalidades ambientales que se generan cuando dichas decisiones se toman sin este tipo de intervención.
Es posible identificar la existencia de externalidades positivas. Estas se presentan cuando cierta acción genera beneficios a otros, sin que quien asume dicha acción sea compensado por los costos en que tiene que incurrir para realizarla. Un ejemplo claro de este tipo de potenciales externalidades positivas se detecta en las políticas de conservación de bosque naturales. A los propietarios de predios se les propone conservar el bosque para mejorar el abastecimiento de agua, contribuir a la conservación de la biodiversidad y obtener mucho otros beneficios sociales.
En términos generales, una forma de aplicar instrumentos económicos con criterios de equidad se puede implementar de manera diferencial, dependiendo del sector social involucrado. En el caso los tomadores de decisiones de más alto nivel de ingreso y mayor capacidad de pago, se deben privilegiar instrumentos que incorporan los costos ambientales dentro de su propia estructura de costos. De manera simultánea se debe estimular a los sectores de bajos ingresos para que tome decisiones favorables al ambiente.
Instrumentos económicos y valoración económica del ambiente
Es indudable la utilidad que arroja el análisis comparativo entre los costos de mejorar la calidad del ambiente y los beneficios de dicha mejora. En términos de los costos, estos usualmente se pueden expresar de manera directa en términos económicos, toda vez que sus componentes se expresen directamente en algún mercado. Desde esta perspectiva operativa, en muchos casos esta valoración resulta bastante dispendiosa, relativamente frágil y en muchos casos requiere costosos procesos de investigación, derivados de la escasa responsabilidad de información y de la baja calidad de la misma.
La transectorialidad de la política ambiental
Además de aportar elementos para el diseño de la política ambiental propiamente dicha, el análisis económico de los problemas ambientales contribuye también a la caracterización de los problemas ambientales relacionados con el comportamiento de los distintos sectores de la vida nacional y de sus respectivas políticas sectoriales.
Desde una perspectiva económica las externalidades ambientales están directamente relacionadas con el comportamiento de los distintos sectores de la economía del país y con la orientación de cada una de las políticas sectoriales. De allí se deduce que la política ambiental no puede ser concebida como una política sectorial en sí misma. En síntesis la política ambiental debe atravesar de manera transectorial los distintos componentes de la política económica y social del país.
Conclusiones
Como resultado hoy en día se cuenta con un amplio instrumental analítico suministrado por la disciplina económica. Se aportan de esta forma elemento de juicio para analizar desde los problemas más evidente e inmediatos relacionados con la asignación de recursos teniendo en cuenta las externalidades ambientales potenciales o reales.
La incapacidad de conocer e incorporar a satisfacción las preferencias de las generaciones futuras es uno de los ejemplos más significativos al respecto.
Las reflexiones contenidas en este artículo muestran de todas formas distintos terrenos en donde se pone en evidencia la utilidad de incorporar el análisis económico en la toma de decisiones de política ambiental.
Recomendaciones
Planificar, organizar y practicar cada una de las decisiones tomadas con responsabilidad, generarán la solución más óptima e inmediata a los problemas del medio ambiente. Así también, se lograra la equidad entre las personas involucradas en la producción de alimentos.
Para lograr conocer y satisfacer todas las necesidades de las generaciones futuras se deben realizar diferentes estudios que ayuden a determinar patrones de comportamiento y, sobretodo, de preferencias que posean las generaciones futuras para así lograr un equilibrio con la naturaleza y con cada una de las actividades que realiza el ser humano.
La implementación de políticas ambientales que logren beneficiar tanto a las personas involucradas en la producción de alimentos sanos como aquellas que los consuman, deben ser evaluadas constantemente es decir, dentro de un periodo analizar los resultados e impactos positivos
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