Prácticas de Emoción Relación de prácticas
Enviado por mondoro • 14 de Febrero de 2018 • 1.165 Palabras (5 Páginas) • 279 Visitas
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4. Estilos y estrategias de afrontamiento
La ley de asimetría hedónica nos plantea que el placer es siempre contingente con el cambio y que desaparece con la satisfacción continua, mientras que el dolor puede persistir en el tiempo, si persisten las condiciones adversas. Este hecho, sin duda lamentable pero al mismo tiempo altamente constatado, nos permite hacer una diferenciación entre emociones positivas y negativas.
De forma general, las emociones positivas se experimentan cuando alcanzamos una meta, mientras que las negativas aparecen, por el contrario, cuando se nos bloquea alcanzar una meta; de tal manera que emociones positivas y negativas, además de en su duración, también se diferencian con respecto a la necesidad de movilizar afrontamientos. Ya que es en las emociones negativas en las que no se alcanza una meta, es, por tanto, en las únicas que es necesario movilizar planes y acciones para intentar conseguir la citada meta; cosa que no ocurre con las positivas, frente a las cuales, y dada su brevedad, sólo nos queda el recuerdo como forma de prolongar sus efectos gratificantes.
El afrontamiento es un conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales, que están en un constante cambio para adaptarse a las condiciones desencadenantes, y que se desarrollan para manejar las demandas, tanto internas como externas, que son valoradas como excedentes o desbordantes para los recursos de la persona. El afrontamiento, por tanto, es un proceso psicológico que se pone en marcha cuando en el entorno se producen cambios no deseados o estresantes, acompañados de emociones negativas, tales como ansiedad, miedo, ira, hostilidad, desagrado, tristeza, desprecio, desesperación, vergüenza, culpa, aburrimiento, etc.
El afrontamiento no garantiza la solución de la situación problemática que lo desencadenó; por tanto, todo afrontamiento puede tener éxito o no, es decir, ser eficaz o ineficaz. Pero, independientemente de que el afrontamiento seleccionado tenga o éxito o no en solucionar el problema, el proceso psicológico movilizado causa unos efectos negativos por el simple hecho de su uso, efectos de fatiga mental y de limitación de las capacidades de procesamiento. Por otra parte, los procesos de afrontamiento tienden a sobregeneralizarse, es decir, todo afrontamiento que ha sido utilizado con éxito en la resolución de una situación problemática tiende a ser utilizado con persistencia después de desaparecer el problema que originó su movilización e incluso se mantiene en nuevas situaciones en las que es inapropiado su utilización. De forma equivalente, si un afrontamiento fracasa, la sobregeneralización puede llevar a dejar de utilizarlo ante situaciones frente a las que sí sería exitoso, pudiendo llegar incluso a generalizar situaciones de indefensión.
Es precisamente por este último hecho del afrontamiento, su tendencia a la sobregeneralización, por lo que se producen formas generales características de afrontamiento. De tal modo que todas las personas desarrollan estereotipias, formas preferidas en su manera de responder ante el estrés o las emociones negativas.
La práctica que se propone tiene como objeto principal el estudio del afrontamiento. Para ello se hace preciso, en primer lugar, diferenciar entre estilos y estrategias de afrontamiento; en segundo lugar, nos centraremos en su forma de medida y, por último, en su aplicación en diferentes contextos, para abordar las características estables del afrontamiento, los estilos, y las formas concretas y variables de afrontar cada situación, las estrategias.
5. Expresión facial y reconocimiento de las emociones
REDES. Las emociones parte 1
https://www.youtube.com/watch?v=_M6ThnQMZuI
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