QUEDÓ LA NOSTALGIA; ¿POR QUÉ ACABÓ CUAN FELICIDAD?

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Es oportuno ahora mencionar que el turismo desarrolla múltiples estrategias para entretener al turista y permitirle experimentar nuevas sensaciones y experiencias. La recreación es uno de sus métodos que a través del aprendizaje se presta para ser un modelo pedagógico de enseñanza colectiva (Hernán , 2013).

Ya hemos dado a entender de que el turismo es el puente por el cual un trabajador se transporta para sentirse satisfecho y liberado. Aclaro, si de necesidades y tensiones se trata, el trabajador en conjunto con la constante necesidad de descansar se convierten un vehículo para cruzar el puente, y justo al otro lado nos estrellamos con una nueva ambición que no conocíamos del turista, la cual reza: quiero trabajar aquí, quiero vivir allí, pero, sobre todo, quiero relajarme en otro lugar. La apatía del trabajador frente a los lugares ya conocidos lo conducen nuevamente a ser turista.

El puntualizar como los hoteles, los operadores turísticos y las compañías aéreas se lucran del trabajador ansioso que quiere evadir lo que actualmente vive, es un tema bien interesante, desde el momento en el que retomamos los verdaderos motivos por los cuales se llega a ser turista. En un simple análisis determinamos que el turista tiene una enfermedad, más exactamente, ansiedad que lo aqueja, “llenando a las personas de miedo e incertidumbre” (Mental).

Ahora sí vamos a debatir un rato. Pongamos el siguiente caso, el trabajador está viviendo su fin de semana o de ser el caso, sus vacaciones, al máximo, no recuerda de ningún modo sus horarios de trabajo y mucho menos el día en el que sus “dulces experiencias” tienen una fecha límite. De repente, suena una alarma en su celular que le comunica: “mañana regresas al trabajo, buena suerte”. De algo estoy seguro y es que ese turista no está celebrando por la noticia dada, he aquí el origen de la pregunta ¿por qué el Síndrome posvacacional es contraproducente de los días festivos?

¡uy! Qué rico es irnos a descansar, “dejar todo atrás”, darse el lujo de desprenderse del tedioso itinerario de la vida en la oficina, pero viéndolo bien, no es tan rico el momento en el que debemos decidir regresar y retomar las funciones que se hacían en esa monótona oficina, donde prima la parsimonia, llegado el día de retomar labores, nuestro estado de ánimo no será el mejor, de hecho, será tan bajo como si estuviésemos experimentado una verdadera depresión. Según el Jefe de Psicólogos Ignacio Fernández Arias citado en una investigación que desarrolló la Universidad Complutense de Madrid, el malestar, cansancio, ansiedad o falta de motivación son algunos de los síntomas del síndrome. “A pesar de no estar tipificado en los manuales diagnósticos, la comunidad científica coincide en describir este síndrome como un conjunto de síntomas emocionales y comportamentales que surgen tras la reincorporación a la actividad laboral”.

Por tanto, el turismo se encarga de presentar los beneficios de tener un día de descanso, desarrollando diferentes actividades, experimentando múltiples sensaciones y sobre todo invirtiendo en el contexto que compete al turista. Y qué pasaría si se determinara que el turismo es el artífice de este síndrome, a través de la lúdica realiza actividades y con el acondicionamiento de espacios nos acoge de una manera extraordinaria, quién no se enamoraría de esta constantemente innovadora atención.

El trabajador se ve obligado a querer experimentar algo nuevo, pues por más dinámico que sea su trabajo, él prefiere invertir en un “placer pasajero”, que de hecho es la razón de los días festivos, hacer que el trabajador se olvide al menos por unas cuantas horas de su dispendiosa rutina, olvidando completamente las consecuencias que esta nueva experiencia le pueda causar, y no necesariamente laborales, si no, psicológicas, el sufrir trastornos no es algo alentador.

Es por eso que, concluyo con la invitación a mantener un equilibro, entre lo que es el trabajo y lo que es descansar, mucho de uno no es bueno, y los dos en alta dosis es catastrófico. Queda claro que, aunque el trabajador este segado por la constante oferta turística, existe la posibilidad de evaluar los riesgos de que este, viva cuantas experiencias haya. Ante ello, propongo que se realice un análisis previo a la venta de cualquier paquete o servicio turístico, determinando realmente cual debe ser el lugar y los espacios que ese trabajador, ahora turista debe frecuentar.

Bibliografía

Hernán , E. (2013). Programa Maestros Comunitarios. Recreación imprenta 3.

Krippendorf, J. (1999). The holiday makers - El que hace los días festivos.

Mental, I. N. (s.f.). Trastornos de Ansiedad. Estados Unidos: Institutos Nacionales de la Salud .

Middleton, V. (s.f.). The changing business evironment: aspects of demand for travel and tourism. Gran Bretaña: Heinemann professional publishing.

Smith, A. (1776). La riqueza de las naciones . Londres, Reuino Unido: William Strahan, Thomas Cadell.

trabajo, O. i. (1 de febrero de 1915). http://ilo.org/global/about-the-ilo/lang--es/index.htm. Obtenido de Promover el empleo, proteger a las personas : http://www.ilo.org/dyn/travail/docs/1163/LEY%20N%C2%B0%202,977%20Fija%20los%20dias%20feriados.pdf