QUÍMICA FORENSE, EN TIEMPOS DEL JUICIO ORAL

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Para llevar a cabo todos estos estudios, a su vez, las ciencias forenses emplean diferentes técnicas a través de las cuales pueden medir la cantidad presente de determinados elementos en una muestra obtenida, detectar la existencia de ciertos tipos de sustancias (por ejemplo, mediante la utilización del luminol es posible detectar la presencia de sangre en un lugar de hechos) recolectar impresiones de huellas dactilares, e incluso descubrir si un incendio pudo ser producido por alguna causa natural o en su defecto, por la intervención de un catalizador, esto es, por medio del uso de combustibles o explosivos, entre otros.

Asimismo, si se habla sobre la participación de los expertos en esta ciencia, su presencia tanto en el laboratorio como en los lugares donde un hecho delictuoso se ha llevado a cabo, es fundamental, esto en primera instancia, para asegurar la correcta recolección de las muestras y su manejo; posteriormente, en el laboratorio, el químico se encargará de llevar a cabo todos los estudios pertinentes a las muestras, elaborando con la información obtenida, un dictamen claro y preciso, con el único propósito de llegar al esclarecimiento de los hechos.

Ahora bien, con la implementación del nuevo Sistema de Justicia Oral en nuestro País, la tarea del perito experto en química forense, ya no concluye con la elaboración del dictamen por escrito, sino que más bien, los resultados obtenidos a través de sus investigaciones son utilizados como una base en la cual apoyarse al momento de ser llamados a juicio a fin de probar la autenticidad y veracidad de los mismos.

Por lo que en la actualidad es necesario que los peritos expertos en esa ciencia forense sean capaces de defender con honestidad e integridad los resultados obtenidos a través de sus investigaciones, ante los interrogatorios realizados tanto por fiscales como por abogados defensores, siempre teniendo en mente que su deber no es sacar conclusiones con respecto a los hechos delictuosos, sino ofrecer en todo momento análisis imparciales de las pruebas obtenidas por medio de las evidencias examinadas.

Igualmente, con la implementación del nuevo sistema de justicia oral en nuestro país, es necesario no sólo que los peritos expertos en química forense reciban una capacitación a fin de comparecer a juicio y lograr presentar apropiadamente los resultados de sus análisis, sino también, asegurar la correcta formación tanto de los peritos químicos como de todo aquel que participe en los procesos de investigación de hechos delictuosos, esto con el propósito de garantizar la integridad tanto de las muestras como de la información que estas aporten, y asimismo, lograr desarrollar nuevas técnicas que permitan agilizar el esclarecimiento de los hechos y así llegar a la verdad material.

Para lograr todo esto, México aún tiene un muy largo camino que recorrer, no sólo en cuanto a la profesionalización del estudio y empleo de la química forense como herramienta de investigación, sino también en la implementación de la misma como parte del nuevo sistema a fin de garantizar la correcta impartición de justicia y con ella no sólo asegurar el progreso de nuestra sociedad sino la creación de un verdadero Estado de Derecho.