RESPONSABILIDADES ETICAS MILITARES.

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FOMENTAR EL DESARROLLO ÉTICO

Los lideres y comandantes en niveles superiores fomentan el desarrollo ético de la organización a través del contacto personal. Cada clase de táctica, cada discusión con los soldados y cada reunión de plana mayor constituyen una oportunidad para realizar esto. Aunque todas las acciones o decisiones de los lideres no tendrán un componente ético, los lideres en niveles superiores les enseña a sus subalternos como reconocer y ser sensibles ante las acciones o decisiones que si lo tiene. Una observación del general Matthew B. Ridgrey en su autobiografía ilustra este punto de esta manera:

Recuerdo un chiste desagradable que circulaba en el Ejército poco después de la primera guerra mundial…

En una reunión de estado mayor previo a un ataque principal, un aguerrido comandante de división golpeo ligeramente un punto sobre el mapa con su fusta y dijo! “sacrificaría mil hombres para tomar esa colina”. Hubo un momento de silencio, y luego desde la parte trasera del salón, donde estaban los comandantes de batallón cuyas tropas se emplearían en la toma de la colina, exclamo una voz irónica: “es un bastardo generoso, lo creen?” (29)

Por lo tanto, ser éticamente sensitivo es la precondición para tener un razonamiento ético claro. Los lideres y comandantes en niveles superiores, al compartir sus procesos de razonamiento y recalcar las implicaciones éticas de la situación, instruyen y asesoran a sus subalternos en cuanto a la ética de su profesión.

Además, las decisiones éticas comprenden a ”veces opciones difíciles mas bien que aplicación mecánica de principios académicos. Por lo tanto, los lideres superiores toman el tiempo para conversar con subalternos sobre posibles soluciones. No pueden imponer acciones específicas, pero si pueden, con su experiencia, hacer saber las distintas formas de comportamiento que generalmente será aceptable.

La finalidad de los líderes en niveles superiores es desarrollar perspectivas éticas comunes para que unidades y soldados puedan tener una base común para responder a la confusión e incertidumbre de las operaciones. Los subalternos a menudo se comportan indebidamente a menos que hayan aprendido a racionar asuntos éticos y tengan la fuerza moral para hacer lo que consideran apropiado. Los lideres o comandantes en niveles superiores son responsables si la organización deja de desarrollar éticamente.

DESARROLLAR Y MANTENER EL CLIMA ETICO

Los líderes en niveles superiores son responsables de desarrollar y mantener y mantener un ambiente ético saludable. Este ambiente establece la manera cómo las personas se sienten respecto a sus responsabilidades y la forma en que interactúan con los demás, inclusive el grado al cual se dedican a tareas organizacionales. A su vez, un ambiente ético saludable guarda una relación directa con la lista ¿Serán honestos y esforzar a los soldados por mejorar sus deficiencias o disimularán las cosas? ¿Adiestrarán las unidades rigurosamente o sencillamente harán lo mínimo necesario?

La mayoría de los problemas que tienen que ver con fe y confianza en las organizaciones tienen raíces en el ambiente ético. Cuando el ambiente se caracteriza por amenazas, falta de claridad ética, incapacidad y políticas en conflicto los subalternos reciben señales erróneas respecto al comportamiento esperado. Es mas, los individuos en niveles superiores están al tanto de las actitudes e impresiones que transmiten a los demás. Una historia triste pero verídica en el Ejército ilustra este punto:

Una unidad grande padecía de muchos envíos tardíos de transacciones personales a través de un periodo prolongado. El comandante estaba preocupado y decidió hacer un ejemplo de la próxima unidad que no alcanzara sus metas en cuanto a informes de personal. Cuando se dio esta situación, al comandante de la unidad infractora se le dio una carta de amonestación y publicó una carta en el sentido de que no habrán más envíos tardíos de informes de personal. No hubo más incidentes de esta naturaleza. Sin embargo, hubo numerosas entradas demoradas, informes complementarios y entradas “sin cambio” y el servicio de personal desmejoró.

Para desarrollar y mantener el ambiente ético apropiado, los líderes y comandantes en niveles superiores se comunican con sus organizaciones, conocen los detalles intrínsecos de su trabajo, confían en sus tropas y toman riesgos para su beneficio, reconociendo que las obras son mas valiosas que las palabras, apoyan a los subalternos que demuestran tener iniciativa, y toleran los errores honestos cometidos en el proceso del aprendizaje. Tolerar los errores honestos de subalternos no significa acepar el fracaso sencillamente por aceptarlo. Más bien crea un ambiente que fomenta oportunidades para éxito al reconocer que los errores son inevitables en el proceso de crecimiento y aprendizaje.

Como mínimo, los líderes y comandantes en niveles superiores deben:

- Crear sensitividad ante preguntas éticas.

- Recompensar el comportamiento ético apropiado.

- Establecer un sentimiento de resolución ética para actividades orgánicas.

- Proteger a unidades y tropas de los aires éticos hostiles de ambiciones desmedidas.

- Defender a las tropas y unidades

- Promover un sentimiento de pertenencia y confianza.

- Indicar claramente el comportamiento que se considera poco ético y apropiado según corresponde.

- Expresarse a través de acciones y palabras.

VALORES, ETICA Y VOLUNTAD

Para ser eficaz, los líderes y comandantes en niveles superiores contemplar la esencia de lo que se debe cumplir para mantener la voluntad de sus organizaciones en el logro de una moral elevada. Es una tarea difícil pero indispensable. Solamente cuando los líderes superiores son fuertes éticamente podrán infundir en sus soldados la voluntad incansable de triunfar. Para producir la capacidad para triunfar, hay que compartir los valores que surgen de la constitución y las realidades del campo de batalla. Estas tareas corresponden colectivamente a los individuos que ocupan posiciones superiores.

Los líderes superiores hacen dos cosas para cumplir estas tareas esenciales. Primero, formar y ajustar los valores de los soldados y unidades, los líderes y