Relatoría de La definición de lo urbano - Horacio Capel

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En cuanto a los criterios cuantitativos que Capel expone en el texto en las definiciones estadísticas, habla acerca de unas cifras que se tienen en cuenta para separar lo urbano y lo rural diciendo que “el tamaño del núcleo, expresado en número de habitantes, es el criterio utilizado por un gran número de países. Desgraciadamente, las cifras mínimas que sirven para diferenciar la población rural de la urbana son extraordinariamente diversas, oscilando entre 200 y 30.000” (Capel 1975). En referencia a lo anterior, las definiciones estadísticas permiten tener aproximaciones numéricas en cuanto a la población para definir la naturaleza de un espacio como urbano o rural, pero por los problemas de diversidad y lo los constantes cambios de los espacios se queda corta la estadística y es en donde entra el papel de análisis geográficos, sociales, de estructura económica, industrial, que son las que permiten tener otras referencias de un espacio para luego establecer una aproximación.

Capel provee a partir de su investigación un aporte al debate de lo urbano y lo rural pero no deja una respuesta concreta que permita hacer unas aclaraciones conceptuales definitivas, ya que reconoce la complejidad del debate existente al momento de recurrir a definiciones de lo urbano y que para llegar a conclusiones sobre la diferencia entre la ciudad y el campo es aún un tema extenso. Al momento de hablar de lo urbano se debe tener en cuenta la multiplicidad de aportes, criterios y los contextos que han planteado todos los autores que proveen conocimiento a esta temática para de esta manera llegar a una aproximación de lo urbano. Todos los criterios a tener en cuenta para definir lo urbano se deben a la característica dinámica de este fenómeno, que está en constante cambio de sus variables. Partiendo de lo anterior, llegar a una definición concreta de lo urbano se vuelve una tarea casi que imposible, ya que a mi parecer lo urbano es un fenómeno que reproduce sus componentes, la sociedad, la naturaleza, las actividades, la tecnología, todo está en constante cambio, lo cual dificulta llegar a una definición de este.

Es interesante el aporte del autor con la propuesta de unos criterios a tener en cuenta en el debate sobre la complejidad de lo urbano y lo rural, pero queda faltando una propuesta que defina de manera concreta un punto de vista sobre principalmente qué es en la contemporaneidad lo urbano y lo rural y cómo los diferenciamos y esto es probable que se deba a cuestiones de contexto en el que se desarrolló este trabajo.