SEXO – CAPITULO II El mono desnudo a lo largo de la historia se ha enfrentado a varios cambios

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Ciertas partes de nuestro cuerpo han sido desarrollados con el fin únicamente de ser zonas erógenas, tales como los labios, senos, lóbulos de las orejas pezones y órganos genitales, los cuales son indispensables y altamente utilizados a la hora de copulación.

Las otras especies aunque poseen estos órganos, no los pueden aprovechar al máximo por la falta de tejidos musculares los cuales ayudan a realizar complejas variaciones. Por poner un ejemplo un chimpancé, tiene labios con inclinación hacia adentro, a la vista suya nosotros continuamente estamos haciendo una mueca, si tuviésemos un contacto con el animal, seria solo amigablemente, pero en el caso de mono desnudo nosotros lo utilizamos en el caso amical y sexual, por eso lo utilizamos para dar señales sexuales.

Algo que aun no pueden explicar los evolucionistas es como hay una clara diferencia entre la piel del rostro a la de los labios, e incluso entre las razas… por ejemplo las características anatómicas negroides representan un positivo avance en la especialización de la región labial.

Existen otras muchas señales sexuales evidentes como las de los senos, la hembra de nuestra especie manifiesta sus senos no solo durante la amamantación por ello se han hecho vistosos adoptando una forma ostensible los cuales sirven para concentrar la atención visual a los pezones , la misma labor cumple la zona pigmentada alrededor.

Tras analizar la fisiología, pigmentación y la posición de cuerpo cotidiana, la piel de los mandriles y gelada se llega a la conclusión de que trasladaron sus señales genitales a la región frontal, lo cual es raro por que la mayoría de las especies no suelen realizar imitaciones frontales. Pero se ha notado que esto influye radicalmente en su actividad sexual ya que dependiendo de esto se observa que la realizan de manera frontal o por detrás. Nosotros también realizamos nuestras actividades de manera frontal y la prolongada actividad pre copulativa y la copulación de la misma manera.

Esta afirmacion ha tenido discusiones, pues algunos se han ido al extremos de decir que el hecho de tener distintas posiciones a la hora de copular suelen ser pecaminosas, pero lo cierto es que algunas de ellas hacen que este acto no sea mecánico ni automático, sino mas bien ayuden a estrechar y fortalecer los lazos de los dos practicantes.