Tema: Tiempo, historia e historiografía.
Enviado por Antonio • 15 de Febrero de 2018 • 2.154 Palabras (9 Páginas) • 419 Visitas
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Testimonio
El testimonio es otra característica de la historia reciente. Según las autoras, guarda una estrecha relación con la memoria y la historia oral. La segunda mitad del siglo XX es en la cual cobró más fuerza el protagonismo del testimonio. El uso testimonial cobra una fuerza mayor porque es la fuente directa del portador de "la verdad" sobre el pasado por el hecho de haber visto o vivido tal o cual acontecimiento o experiencia.
Otra particularidad del testimonio es que no solo plantea la percepción del testigo, sino que además le pone su mirada, discurso, expectativas de la sociedad en el momento en el que es formulado. El trabajo que tiene el historiador en ese momento es el de poder situar ese discurso detectando "los regímenes de la experiencia que en ese momento históricos son enunciables". Necesita reconstruir las formas en que los discursos de la memoria colectiva intervienen en las maneras en las cuales los individuos narran y reconstruyen sus experiencias pasadas. También hay que tener en cuenta que la es la subjetividad de cada historiador la que describe esa relación, esta relación entre historiador y testimonio es aun más compleja debido a que en el intercambio entre el entrevistador y su sujeto suelen jugar diferencias de clase, género y generación que introducen nuevas tensiones y sus propias lógicas en el producto de esa interacción.
La historia reciente cuestionada
En esta parte del texto, las autoras dicen que la primera gran objeción señala la falta de una distancia temporal para enfrentar ciertos hechos pasados. Es decir, debe haber una distancia temporal entre el investigador y su objeto, como garantía de objetividad en el tratamiento del tema. Aunque a veces se utiliza la cifra de treinta años, ese período nunca fue claramente definido. En cualquier caso, se supone que ese lapso permitiría el "enfrentamiento" del objetivo y liberaría al historiador de las pasiones del presente en su trabajo profesional; otra vez, remarco lo que dije anteriormente con respecto a lo que dijo Eric Hobsbawm, que las pasiones a veces ciegan a los historiadores, generando un prejuicio con el objetivo principal de investigación. En las últimas décadas la objetividad, con sus connotaciones positivistas, ha sufrido importantes cuestionamientos. Es por esto que las ciencias sociales y la toma de conciencia de la imposibilidad de una disciplina objetiva y de una "verdad" histórica representan nuevos parámetros que deberían ayudar a resolver estos cuestionamientos.
También sostienen que el problema de la distancia temporal no pueden cancelarse fácilmente por varias razones. Por un lado, por la relación existente entre el historiador y el objeto de estudio. Por otro lado, porque al tratarse de objetos de estudio de gran presencia y relevancia en sociedades actuales, el historiador se encuentra "presionado" por una sociedad expectante y vigilante de su trabajo.
La historia reciente también enfrenta otra objeción, la cual tiene que ver con los aspectos metodológicos relacionados con las fuentes, es decir, las que se suponen escasas, excesivamente abundantes o no confiables. Esto tiene que ver con que para algunos casos, el período a analizar no cuenta con fuentes fácilmente accesibles al historiador, o por el contrario, a veces son tan abundantes que su tratamiento resulta dificultoso. Las autoras sostienen que debido a la herencia positivista, las objeciones ponderan la importancia y confiabilidad de las fuentes escritas al remarcar la subjetividad, la dudosa calidad y la representatividad de las fuentes orales porque son coproducidas por el investigador mismo en la instancia de la entrevista. Aun así, la crítica más compleja que se le ha planteado al estudio de la historia reciente es el carácter inacabado del objeto que se estudia y, por tanto, del conocimiento que se construye sobre ello. Esta crítica proviene de de las tradiciones historiográficas herederas del positivismo.
La historia reciente en la Argentina: un campo en construcción.
Dicen las autoras que en la Argentina, la historia de la historiografía del pasado reciente está atravesada por los avatares que la disciplina ha vivido en el contexto académico occidental, así como también por las especificidades y particularidades de la historia de nuestro país.
Como mencioné anteriormente, la memoria ayuda a no olvidar determinados acontecimientos que todavía se mantienen muy presentes. La historia de la Argentina, sobre todo en los años setenta, sigue siendo muy presente en nosotros. Como dice el texto, si la sociedad argentina no hubiera atravesado la violencia política y la represión de esos años, estaríamos en la duda acerca de las actuales explosiones relacionadas con los discursos sobre el pasado reciente; de la misma manera, si la situación socioeconómica hubiera sido diferente, no sabríamos si asistiríamos a semejante interés por ese pasado.
La participación de los historiadores fue mucho más tardía que la preocupación que manifestaron las ciencias sociales en los años ochenta. Es probable que esa demora de la historiografía en la investigación y construcción de narrativas sobre el pasado reciente esté relacionada con la voluntad de establecer una separación entre historia y política que permitió un proceso de institucionalización y profesionalización de la historia durante los años ochenta. En la actualidad la situación se ha modificado, debido tal vez, a los efectos producidos por el impacto de los discursos de la memoria. Como dicen las autoras, este campo se encuentra en proceso de expansión e institucionalización (seminarios, congresos, jornadas). Este tipo de eventos se hizo muy fuerte en la última década, a comparación de los años noventa, que en realidad, los chicos de las escuelas (por ejemplo) tenían una información muy limitada o casi nula sobre el tema. Por suerte, gracias al uso colectivo de la memoria, hoy en día muchos de los chicos tienen una idea más generalizada de lo que vivió el país con la última dictadura militar y la juventud está más comprometida con la política, que es una herramienta que permite entender cómo funciona la sociedad.
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