UN GRAN SISTEMA MUSCULO ESQUELETICO.

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Afortunadamente no todas las personas obedecen ciegamente a este sistema y empiezan a generar en su vida actitudes y comportamientos que van más allá de síntomas físicos y buscan revertir años de acciones equivocadas que malograron nuestro espíritu, nuestra salud física y nuestro ser en general. La enfermedad es igual una manera de adentrarte en un conocimiento de ti mismo y de la extraordinaria “maquina” que son nuestros cuerpos. Aquí algunas recomendaciones para asimilar en la vida cuando nos vemos afectados por desequilibrios articulares, de nuestros ligamentos, tendones, músculos:

- De las cosa más difíciles al inicio es aceptar la necesidad de transformar nuestra alimentación, malograda por años, en el caso mencionado de mi hermana ha tenido que llegar a un nivel de dolor alto para realizarlo, pues al principio se negaba, tal vez siguiendo el dicho popular de que “si me muero me muero contento”.

En nuestra dieta debemos incluir alimentos anti-inflamatorios y excluir aquellos que por el contrario estimulan la inflamación. Predominando de tal manera las frutas, verduras, cereales, frutos secos, y reduciendo al máximo las grasas animales, conservantes, azúcar.

- Es necesario también alejarnos del sedentarismo y realizar ejercicio moderado como por ejemplo la natación o yoga adecuada en estos casos.

- Durante los accesos de dolor e inflamación hay que guardar reposo, mantenerse bien abrigado, evitar la exposición al frío y a la humedad, y aplicarse compresas calientes.

- La naturaleza nos brinda en especies animales como las abejas secretos maravillosos para evitar enfermedades como el reumatismo y aliviar sus dolores.

- Las plantas medicinales nos pueden ayudar a aliviar los dolores sin efectos dañinos, en tal caso usamos plantas con propiedades analgésicas, depurativas, antirreumáticas, antiinflamatorias y diuréticas.

Diuréticas:

• Abedul: Evita que el organismo pierda minerales.

• Fresno: Elimina ácido úrico. Es un coadyuvante que potencia otras plantas antireumáticas (sobre todo va bien con harpagofito y ulmaria). Va bien en casos de reumatismo en uso externo.

• Grama: antiséptico, antiinflamatorio, antirreumático, diurético.

• Ortiga: Elimina el ácido úrico. Contraindicado cuando hay edemas.

• Tilo: La corteza baja el ácido úrico y es depurativa.

• Zarzaparrilla: Elimina la urea y el ácido úrico.

Antiinflamatorias:

• Ulmaria: Diurética, antiinflamatoria. Elimina el ácido úrico y la urea. Se usa como coadyuvante del harpagofito. Contraindicado en úlcera gastroduodenal y tratamiento con anticoagulantes.

• Laurel: de uso externo.

Antirreumáticas:

• Orégano: se usa con romero o con tomillo.

• Pino

• Romero: Se usa externamente como antireumático. Contraindicado en embarazo, insomnio, nerviosismo, epilepsia, hipertensión causada por nerviosismo.

• Sauce: calma del dolor. Contraindicado en personas con tendencia a hemorragias (úlceras).

• Tomillo: en uso externo tiene propiedades antirreumáticas y es analgésico.

- Hay otros tratamientos a tener en cuenta pero yo quisiera concluir con la importancia de analizarnos a nosotros mismos cuando estamos enfermos, no para juzgarnos sino para comprender qué venimos a aprender a este mundo, como hemos asimilado las enseñanzas de la vida y cómo podemos seguir creciendo espiritualmente, aceptándonos y amando la existencia por lo valiosa que es, siendo creativos para que las limitaciones externas no nos condicionen. La enfermedad de otros cercanos a nosotros también es una enseñanza, un llamado de atención para aprender a respetar el templo sagrado del cuerpo, es volver al pasado y apreciar lo que somos por la suma de las experiencias ganadas, algunas dolorosas, tal vez aquellas que no hemos logrado asimilar y se vuelven en nuestra contra, qué importante reconocerlas, dejarlas fluir, agradecerles y desprendernos de ellas.

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