VICIOS Y VIRTUDES.

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AUTOSUFICIENCIA:

La confianza en uno mismo, cuando rebasa ciertos límites, se desvirtúa: se vuelve autosuficiencia. Esto ocurre cuando se diluyen las nociones de dependencia y necesidad de los demás. “yo no necesito de nada ni de nadie”.

No rara vez sobrestima sus capacidades, esta blindad a la crítica de los demás. En eso se distingue del orgulloso y del vanidoso. El eslogan comercial “hágalo usted mismo” define su esencia.

El autosuficiente prefiere ahogarse que pedir ayuda. No mide riesgos, como sobreestima su capacidad, asume peligros, retos y tareas que lo exceden.

Las nociones de fe y de confianza en dios le parecen demasiado ingenuas.

Tarde o temprano, a golpe de revés en la vida, el castillo del autosuficiente se resquebraja y termina por desmoronarse, dejando al descubierto toda su fragilidad y desnudez.

SUSCEPTIBILIDAD:

Es más que un simple machucón; es más que una visión y una actitud ante la vida.

El susceptible es hiperinteractivo. Sospecha, intuye y ata cabos con excesiva facilidad.

Tiene en interpretarlo todo en clave de agresión, ofensa, humillación o desconsideración.

Tiende a agrandar los problemas, le gusta masticar hierbas amargas, convivir con una persona susceptible es un reto difícil. La susceptibilidad consume al corazón.

REBELDIA:

Es un orgulloso frustrado. El orgulloso se sitúa por encima de los demás. El rebelde se opone por sistema a lo común, a ser como los demás.

El rebelde aspira a ser alguien saliendo del anonimato mediante posturas afectadas, actitudes atípicas y expresiones efectistas, buscando atraer la atención de los demás.

Si todos dicen que la pared es roja el aclara y dice que “es rojiza”.

Algún detalle o exótico o distintivo tiene que marcar la diferencia. Otra expresión típica del rebelde son las manías. Una manía es una extravagancia, a medida que acumula manías, el rebelde se vuelve más difícil de tratar, mas inadaptado e inadaptable. La rebeldía paradójicamente es una forma típica de inautenticidad.

VIRTUDES

SOBRIDAD:

Se asocia al carácter templado y a la tranquilidad con la que una persona se comporta, sin escándalos. Es darle a las cosas su justo valor y manejar adecuadamente nuestros apetitos, estableciendo en todo momento un límite entre lo razonable y lo inmoderado.

CASTIDAD:

Regulación y voluntario a la moderación. Dominio de la sexualidad, fiel, abstención, abstinencia, valores, unión a través del dominio del cuerpo, de la salud, el bienestar y el control. Dominio de las paciones y control de los deseos insensatos.

AUSTERIDAD:

Modestia, reusar lo innecesario. Sin alardes, se ajusta con rigurosidad, consumo moderado de bienes y servicios. La negación de los placeres materiales, sencillez, se rehúsa al lujo porque el lujo nada satisface.

GENEROSIDAD:

Dar, compartir sobre el propio interés. Busca el bien común de la sociedad. No pretende una recompensa por su acción sino que hace lo que cree correcto. Es dar y entender a los demás, puede ser tiempo, dinero o trabajo. La caridad como virtud.

MANSEDUMBRE:

No significa débil. Dueño absoluto del control, tiene rasgos de caridad y bondad, y humilde de corazón.

Modera la ira y sus efectos desordenados. Es una forma de templanza que evita todo movimiento desordenado de resentimiento por el comportamiento de otro. Modera los arrebatos de cólera que se levantan para rechazar el mal presente.

SENCILLEZ:

Solo puede originarse interiormente y de ahí proviene la expresión externa. Lo que uno es en su interior fluye al exterior. Nos ayuda a superar el deseo desmedido por sobresalir. Sentirnos y admirarnos solo por la apariencia externa.

APERTURA:

Disposición, respeto a las demás opiniones contrarias a las suyas. Es capaz de cambiar de opinión si es preciso para ajustar mejor sus creencias a la realidad. Tolera, es flexible, de mente abierta. Esta dispuesto a aceptar creencias diferentes a los de él y evaluarlas.

OLVIDO DE SI:

Nos olvidamos de nosotros mismos cuando la persona al ejercer su hábito de los primeros principios cesa generosamente de ser protagonista para dejar a los demás hacer lo suyo.

ANTENTICIDAD:

Obrar conforme al propio ser. Es lo más sencillo que hay, porque es lo que surge después de que se elimina lo complejo. Lo compuesto, lo adquirido. Es la expresión genuina de la libertad interior. Expresión de certeza, claridad, en cada momento.

Disponibilidad a no estar cerrados dentro de una línea. Experiencia constante de satisfacción, de gozo, de felicidad, porque se está viviendo ese contenido profundo, esa plenitud.