EL FRACKING: ¿UNA SALVACIÓN O UNA AMENAZA PARA COLOMBIA?

EL FRACKING: ¿UNA SALVACIÓN O UNA AMENAZA PARA COLOMBIA?

ANGIE SIERRA URREGO

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UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

RESPONSABILIDAD SOCIAL Y MEDIOAMBIENTE

EL FRACKING: ¿UNA SALVACIÓN O UNA AMENAZA PARA COLOMBIA?

Dentro de las principales luchas ambientales que se están llevando a cabo actualmente, se encuentra el fracking, una lucha llevada por todos alrededor del mundo, y que hace notorio el estado de fatiga y cansancio de los ciudadanos sobre las prácticas que amenazan con destruir la naturaleza.

Así como en Alberta, Canadá, son muchos lugares en dónde están evidenciadas las consecuencias e impactos negativos que traen este tipo de extracciones no convencionales y que por lo tanto demuestran que no existe viabilidad en dicha técnica y que se debe apostar por nuevos modelos energéticos. Es importante que las personas no desistan, la resistencia es el vehículo para el cambio, no solo para las prácticas como el fracking, sino para cualquier otra arma que se quiera usar en contra de la Tierra y del bien común social.

Teniendo a Colombia dentro de los países que quieren implementar el fracking, es bastante decepcionante, debido a que anteriormente ya se han visto varios casos graves de contaminación, como lo fue el derramamiento de 550 barriles de petróleo en Barrancabermeja, Santander, causando que 25 kilómetros del río Sogamoso se contaminaran más 49 cuerpos de agua, en dónde unos 2.500 animales murieron y resultaran varias personas con problemas de salud; adicionalmente, según los especialistas, el daño ambiental será reparado en 20 años, reflejando claramente las terribles consecuencias de la sobreexplotación de hidrocarburos.

Dentro de las consecuencias que tendría la implementación del fracking en Colombia tenemos como primero a la contaminación de fuentes hídricas debido al gas metano y las demás sustancias químicas utilizadas para la extracción de petróleo, así como el exceso de gasto de agua que implica dicha práctica. Como tercero, la actividad sísmica que pueda presentarse en las zonas o regiones en las que se hagan las extracciones de forma no convencional, debido a las reinyecciones de agua. También los impactos sobre el paisaje, es decir, la destrucción de grandes extensiones de tierra, así como la deforestación. Y contaminación del aire, debido a la liberación de gas natural que es mucho más potente que el dióxido de carbono como gas de efecto invernadero.

Colombia está acabando con sus reservas petroleras, por eso, considera como solución implementar la tecnología del fracking y así explorar los pozos de manera no convencional, sin embargo, es un serio riesgo por todas las consecuencias mencionadas anteriormente. Y a pesar de las ventajas que trae consigo, como producción de hidrocarburos, la autosuficiencia y el ahorrarse el gasto de dinero en importaciones, no se comparan con el daño ambiental y riesgo de la salud pública que causaría en Colombia. Por eso, lo que se quiere son otras alternativas para el desarrollo del país.

Otro de los puntos a mirar es que las reservas forestales se encuentran degradadas y disminuidas en su extensión, pasando de más de 65 millones de hectáreas a solo 40, de coberturas boscosas actualmente. También, los ecosistemas de páramos no cuentan con la protección especial declarada en la Ley 99 de 1993, lo que hace notorio una evidente debilidad institucional del Estado y de muchas entidades del Sistema Nacional Ambiental.

Se estuvo proponiendo el siguiente Plan de Alistamiento del Sistema Nacional Ambiental a cinco años, con el propósito de analizar los posibles impactos que podría ocasionar el fracking en el país: 1. Un estudio detallado de las aguas subterráneas y el desarrollo de un inventario de acuíferos del país, especialmente en la zona del Valle Medio del Magdalena. 2. Un estudio sismológico y su correspondiente cartografía para definir posibles amenazas y medidas de prevención y mitigación de riesgos. 3. La elaboración, por parte del sector de Minas y Energía, bajo los lineamientos y metodologías definidas por el Ministerio de Ambiente, de una evaluación ambiental estratégica de la región del Valle del Magdalena Medio. 4. La implementación de un sistema de registro, verificación, control y vigilancia de los fluidos que serían utilizados en esta tecnología. 5. El fortalecimiento de la capacidad institucional (ANLA, Corporaciones Autónomas Regionales e institutos de investigación) para la vigilancia de esta actividad por parte del Sistema Nacional Ambiental y del sector de Minas y Energía.