“Ignaz Semmelweis y su investigación de la etiología en la fiebre puerperal”
Enviado por natilla • 27 de Septiembre de 2022 • Síntesis • 1.332 Palabras (6 Páginas) • 370 Visitas
Paráfrasis del texto “Ignaz Semmelweis y su investigación de la etiología en la fiebre puerperal” de José Gómez Romero (1983)
Durante el año de 1844, 260 de 3157 madres, el 8.2% del porcentaje total, que tuvieron su parto en la Primera División de Maternidad, fallecieron de fiebre puerperal; para el año de 1845 la valoración fue de 6.8%, pero sin embargo en 1846, se elevó a 11.4%
Lo inquietante de estas cantidades es que en la Segunda División de Maternidad del mismo hospital de Viena las valoraciones de mortandad a causa de la fiebre puerperal, fueron solamente 2.3, 2.0 y 2.7%. Para intentar darle solución a este problema, se empezaron a considerar algunos componentes tradicionalmente aprobados como causas de dicho de mal; como por ejemplo, las influencias epidémicas (la cual hace referencia a el incremento significativo de casos en relación a los valores esperados) descritas como cambios atmosféricos y cósmico-telúricos(sismos o terremotos) que, al expandirse sobre la zona, afectaban a las mueres en la labor de parto o que acababan de parir en confinamiento hospitalario.
Sin embargo, esta justificación dejaba sin respuesta el problema de la razón por la cual se veían afectadas de manera sobresaliente las pacientes de la Primera División en relación con las de la Segunda.
Asimismo, otro suceso que ponía en entredicho la justificación epidémica fue el caso de las madres que daban a luz camino al hospital, pues a pesar de las circunstancias desfavorables de un parto o nacimiento de un bebe en la vía pública, los casos de fiebre puerperal entre estas mujeres eran menos que entre las internas de la Primera División.
Otra posible justificación fue la aglomeración excesiva de un número de personas en un mismo lugar, causa que se consideró poco probable, ya que las condiciones de sobrepoblación eran mayores en la Segunda División. De igual forma se desecharon las declaraciones basadas en el tipo de cuidados y dietas, dado que éstos fueron los mismos en ambas divisiones.
Un comité incluso llegó a la conclusión en el año de 1846 de que esta enfermedad entredicha se debía a que las manipulaciones a que se les imponía a las pacientes durante la examinación eran excesivamente fuertes, pues se las practicaban los estudiantes de medicina inscritos en la Primera División y entrenados en la misma.
Ante esta justificación -afirmó Semmelweis- “cabe establecer las siguientes objeciones: en primer lugar, las lesiones provocadas por el proceso natural del parto eran mucho más intensas y extensas que las causadas por la examinación, aun cuando ésta sea –violenta-; en segundo lugar, las matronas y estudiantes que realizaban los exámenes en la Segunda División lo hacían de la misma manera que los de la Primera, sin que en ésta se provocara la fiebre puerperal; y finalmente, a partir del informe de la comisión, el número de estudiantes fue reducido a la mitad, y minimizó la examinación de las parturientas.” (Semmelweis,1846).
A pesar de esto, después de una pequeña baja, la tasa de mortalidad ascendió más que nunca. En presencia de la debilidad de este tipo de declaraciones, se intentaron otras, por ejemplo, con respecto a el ámbito psicológico se aseguraba que la presencia del sacerdote del hospital, quien para dar la última confesión a alguna mujer desahuciada de la Primera División, tenía que pasar por cinco pasillos antes de llegar a la sala en donde se encontraban las enfermas, realizaba su recorrido por detrás de un asistente que sonaba una campana; cosa que lo convertía en una imagen espeluznante y, aparentemente, agotador para las pacientes. De tal manera este problema no se presentaba en la Segunda División, debido a que el sacerdote o cura podía pasar directamente a la sala de enfermas desahuciadas.
A fin de quitar de en medio este efecto se convenció al sacerdote de que usara otra ruta en su recorrido hacia la sala de la Primera División, asimismo se le pidió que no usara su campana, haciendo caso a este mandato, el sacerdote del hospital llegaba en silencio y sin ser observado. Sin embargo aun a pesar de esta situación, el índice de mortalidad no disminuyó.
Se intentó una aclaración más, la cual consistía en que al observarse que en la Primera División las pacientes reposaban de espaldas ante el parto, y en la Segunda de lado, por lo que se decidió establecer el uso de la postura lateral en la Primera para intentar revertir las consecuencias, sin embargo una vez más se percataron que la tasa de mortalidad se mantuvo sin modificación.
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