JUSTICIA Y EQUIDAD ensayo
Enviado por Alejandra Núñez Figueroa • 10 de Septiembre de 2018 • Informe • 2.066 Palabras (9 Páginas) • 583 Visitas
JUSTICIA Y EQUIDAD:
En el libro de Velazquez (2000) nos habla que en los negocios, se escucha mucho hablar sobre justicia y equidad, por ejemplo cuando alguien acusa a otra por actuar injustamente o de no obtener una porción justa de algo.
Él nos dice que la justicia y equidad son básicamente comparativas: se ocupan del tratamiento comparativo que reciben los miembros de un grupo cuando se reparten los beneficios y las cargas, cuando se administran leyes y reglas, cuando los miembros de un grupo cooperan o compiten entre sí.
Por lo general se acepta que las normas de justicia son más importantes que las consideraciones de utilidad (p.96), es por eso que los mayores beneficios para algunos no pueden justificar injusticias hacia otros (si creemos que la esclavitud es injusta, reprobaremos a esa sociedad aunque la esclavitud haga a esa sociedad más productiva). Pese a ello, las normas de justicia no supeditan los derechos morales individuales.
Las cuestiones en las que intervienen los conceptos de justicia y equidad suelen dividirse en 3 categorías: la justicia distributiva, que hace referencia a la distribución equitativa de los beneficios y cargas de la sociedad; la justicia retributiva, que es la justa imposición de castigos y multas a quienes cometen faltas y la justicia compensatoria que se encarga de compensar a las personas que perdieron cuando otros los perjudicaron.
Justicia distributiva
Se da cuando diferentes personas expresan exigencias opuestas respecto a los beneficios y cargas de la sociedad y no es posible satisfacer todas las exigencias. El principio de la justicia distributiva se expresa en: “Los individuos que son similares en todos los sentidos pertinentes al tipo de tratamiento en cuestión deberán recibir beneficios y cargas similares, incluso si difieren en otros aspectos no pertinentes; y los individuos que son distintos en algún sentido pertinente deben recibir un tratamiento distinto, en proporción a su falta de similitud”
Por ejemplo, si Susana y Guillermo están efectuando el mismo trabajo para mí, su patrón, y no existen diferencias pertinentes entre ellos ni entre los trabajos que están realizando, es justo que les pague el mismo salario. En cambio, si Susana está trabajando el doble de horas que Guillermo y si la duración de la jornada es una base pertinente para determinar el salario según el tipo de labor que están realizando, entonces, si quiero ser justo, deberé pagar a Susana el doble que a Guillermo.
Justicia como igualdad: igualitarismo
Los igualitaristas sostienen que no existen diferencias pertinentes entre las personas que puedan justificar un tratamiento desigual. Según el igualitarismo, todas las personas deben recibir porciones exactamente iguales de los beneficios y cargas de una sociedad o de un grupo.
Los puntos de vista igualitarios han recibido agudas críticas. Los críticos aseguran que no existe alguna cualidad que todos los seres humanos posean en el mismo grado exactamente: las personas difieren en su capacidad, inteligencia, virtudes, necesidades, deseos y en todas sus demás características físicas y mentales. Si esto es verdad, entonces los seres humanos son desiguales en todos los sentidos. (p.99)
Otras de las críticas es que el igualitarista hace caso omiso de ciertas características que deben tomarse en cuenta al distribuir los bienes tanto en la sociedad como en grupos más pequeños: necesidad, capacidad y esfuerzo.
Si todo el mundo recibe exactamente las mismas cosas, persona perezosa recibirá tanto como la diligente, aunque la perezosa no merezca tanto. Si todo el mundo recibe exactamente lo mismo, los enfermos recibirán sólo lo que reciban las personas saludables, aunque el enfermo necesite más. Si a todo el mundo se le da exactamente lo mismo, la persona impedida tendrá que hacer tanto como hagan las personas sin impedimentos, aunque la primera esté menos posibilitada para hacerlo. Y si todos reciben exactamente lo mismo, los individuos no tendrán incentivos para esforzarse más en su trabajo, y la productividad y eficiencia de la sociedad disminuirán, ya que el igualitarismo hace caso omiso a estas realidades.
Justicia basada en la contribución: justicia capitalista
Algunos autores dicen que cuanto más aporte una persona a la reserva de bienes económicos de una sociedad, más tendrá derecho a tomar de esa reserva; cuanto menos aporte un individuo, menos deberá recibir. Esta idea se resumen en esta idea: Los beneficios deben distribuirse según el valor de la contribución que el individuo hace a una sociedad, una tarea, un grupo o un intercambio.
Este principio de equidad es el más utilizado para establecer sueldos y salarios en las compañías estadounidenses.
Una tradición de muchos años sostiene que las aportaciones deben medirse en términos del esfuerzo de trabajo. Cuanto más esfuerzo invierta la gente en su trabajo, mayor será la porción de los beneficios a la que tendrá derecho. No obstante, el uso del esfuerzo como base para la distribución tiene muchos problemas. El primero es que recompensar los esfuerzos de una persona sin fijarse en si esa persona produce o no algo que valga la pena a través de sus esfuerzos es recompensar la incompetencia y la ineficiencia. En segundo lugar, si recompensamos a la gente exclusivamente por sus esfuerzos sin tomar en cuenta sus habilidades y su productividad relativa, las personas talentosas y las muy productivas no tendrán mucho incentivo para aplicar su talento y productividad a la producción de bienes para la sociedad, y el bienestar de la sociedad disminuirá.
Una segunda tradición importante ha sostenido que las aportaciones se deben medir en términos de productividad: cuanto mayor sea la calidad del producto que una persona aporta, más deberá recibir. Un problema importante de esta segunda propuesta es que no toma en cuenta las necesidades de las personas. Las personas impedidas, enfermas, no capacitadas e inmaduras podrían ser incapaces de producir algo que valga la pena; si a la gente se le recompensa con base en su productividad, no se satisfarán las necesidades de estos grupos en desventaja.
Algunos autores han sugerido una tercera versión del principio de la contribución: se afirma que el valor del producto de una persona lo deben determinar las fuerzas de oferta y demanda del mercado, Lo malo es que este método de medir el valor del producto de una persona sigue sin tomar en cuenta las necesidades de la gente.
Justicia basada en necesidades y capacidades: socialismo
Este principio “socialista” se basa en primer lugar en la idea de que las personas desarrollan su potencial humano ejercitando sus capacidades efectuando trabajo productivo. Puesto que el desarrollo del pleno potencial propio es un valor, el trabajo se debe distribuir de tal manera que una persona pueda ser lo más productiva posible, y esto implica distribuir el trabajo según la capacidad.
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