ACUEARELA - ENSAYO.
Enviado por mondoro • 6 de Febrero de 2018 • 6.615 Palabras (27 Páginas) • 395 Visitas
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y contradiciendo los principios técnicos.
Se utilizaba la acuarela para la pintura en miniatura sobre marfil. El pincel tenía que estar seco y las pinceladas hacerse de arriba hacia abajo.
La limpieza es muy importante para la acuarela, conviene tener una jarra con agua limpia, gamuzas o esponjas para borrar las luces, etc.
Para proteger las capas de color, se utilizan fijadores especiales para acuarela. No es recomendable barnizar las acuarelas con ningún material. Las pinturas deben almacenarse en forma horizontal separadas por cartones. Los cuadros deben protegerse con cristales para evitar que el polvo los dañe y al colgarlos, no situarlos donde les dé directamente la luz solar para proteger los colores originales.
El gouache
El término describe la técnica de pintar sobre un fondo húmedo. La diferencia entre el gouache y la acuarela reside en que el gouache es opaco. Una capa de color de gouache se asemeja a un pastel opaco, pero es luminosa y tiene posibilidades de gradación de la profundidad tonal.
Esta técnica se remonta a la iluminación de libros medievales y al antiguo Egipto. Fue redescubierta en el siglo XVII y principios del XVIII y aplicada a la pintura en miniatura. A fines del siglo XIX la técnica del gouache era dominada por los ilustradores que apreciaban su rápido secado. Fue utilizado por Klee, Picasso y otros. Algunas gamas de gouache se consideraban “colores de diseñador”, debido a su aplicación comercial. Las pinturas para carteles y el temple que se utiliza para las pinturas de decorados son derivados del gouache.
Soportes y fondos
Los soportes pueden ser los mismos que los de la acuarela, como el papel sin tratar y el pergamino. También puede utilizarse el lienzo, la madera y la escayola preparados con un fondo. El gouache resulta muy eficaz sobre papel tintado. A los soportes de madera se les suele aplicar un fondo de Creta y apresto; la superficie de la escayola debe suavizarse y cubrirse con yeso. Un soporte de lienzo debe rasparse con piedra pómez cuando esta húmedo.
Pigmentos y aglutinantes
El gouache necesita pigmentos resistentes y estables porque es sensible a los cambios medioambientales y químicos. La paleta debe evitar los pigmentos químicamente reactivos o con un bajo poder cubriente. Los colores se venden en pequeños tubos y contienen un componente de blanco que refuerza los colores opacos; los colores también pueden prepararse en el estudio con pigmentos en polvo y el aglutinante adecuado.
Los tres principales tipos de aglutinantes apropiados para el gouache son:
• Goma arábiga: Su soluciones presentan baja viscosidad en el agua que la diferencia del resto de las colas. La acides de esta goma se neutraliza añadiendo tres partes de bórax
• Tragacanto o resina de frutos: Las resinas de cerezos y ciruelo tienen importancia histórica porque se usaban en la iluminación de libros. Actualmente el tragacanto es el más apropiado para el gouache, porque presta a las suspensiones de pigmentos la cualidad adecuada y los vuelve densos y plásticos.
• Pasta de almidón: Este aglutinante da gran viscosidad a las soluciones, se fabrica con almidón de patata sumergida en agua fría o con harina de centeno. Son ideales para pintar sobre lienzo.
• Caseína: Da rigidez a la capa de color y permite pintar rápidamente sobre capas superpuestas. Esta técnica se ha utilizado en la pintura mural decorativa y en la decoración de muebles. La caseína es inestable en un ambiente húmedo y se descompone por acción de los microorganismos. Con el tiempo, los colores de caseína con mucho aglutinante tienden a desprenderse del fondo.
• Aglutinantes de cola: Los colores aglutinados con cola se usaban en el siglo XIX para pinturas de interiores o de decorados teatrales. Son muy viscosas y forman geles; se las puede mejorar añadiéndole glicerina para evitar que la capa de color se vuelva quebradiza. No fue una técnica pictórica satisfactoria. En el siglo pasado, los pintores trataron de modificarla y prepararon con nuevas técnicas como: hervir cola en agua para crear una consistencia adecuada, filtrarla y añadir alumbre; mesclar goma laca, cera de abeja y bórax con un poco de agua, añadirle clara de huevo o goma laca. Los aglutinantes modernos para el gouache son derivados de la celulosa, llamados metilcelulosas.
Técnicas pictóricas
La técnica tradicional de la pintura al gouache es sobre el fondo húmedo, pero debe recordarse que al secarse se aclara. Si se pinta sobre un fondo seco es mejor hacer un dibujo preparatorio a lápiz, continuar con una sobre capa de pintura aclarada y al estar seco poner pinturas más gruesas y opacas. La pintura se realiza con el mismo tipo de pinceles de pelo que se usan para la acuarela; para cuadros grandes o murales pinceles de cerda.
El gouache puede fijarse con fijadores muy finos, tipo pastel. Los cuadros deben ser protegidos del polvo, enmarcándolos y barnizándolos. Al colgarlos dejar un espacio entre la pared por la humedad.
Pintura al temple
Esto abarca todas las pinturas en las que los pigmentos se aglutinan con emulsiones. Deriva del italiano que significa mesclar. Los aglutinantes emulsivos se dividen en dos tipos: aceite disperso en agua o agua dispersa en aceite. Se utilizan los dos pero es más fácil trabajar con el primero. Los colores al temple aclarados con agua tienen la ventaja de que al estar secos son resistentes al agua.
La técnica de esta pintura es muy antigua; se conocía ya en el antiguo Egipto y todas las fuentes clásicas sobre la historia de las técnicas pictóricas se refieren a ella. En el siglo XV se comenzó a utilizar el temple en la técnica “mixta y combinada”, que derivaría en las pinturas al oleo, a principios del siglo XVI. En el renacimiento, la pintura al temple hizo valer su puesto de medio de la pintura moral, la pintura decorativa y la de tablas. En el siglo XIX el temple volvió a surgir como técnica popularizada por su cualidad de secado que se convertía en una película de color mate, lo que cubría las necesidades de la pintura monumental de estilo historicista. En el siglo XX revivió con la obra del artista Americano Wyeth.
Soportes y fondos.
El soporte original del temple era la madera; las tablas se fabricaban con 3 o 5mm de grosor, que se sujetaban con clavijas o listones; primero se alisaba la superficie a cepillo y luego se lijaba para que quede bien pulido.
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