Aborto en los paises subdesarrollados

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“El aborto eugenésico alude a una situación ciertamente dramática. La decisión que se ha de tomar (interrumpir o proseguir el embarazo) se sitúa en un conflicto de valores”[16].

- Aborto Ético. Provocado cuando el embarazo es consecuencia de una acción violenta y delictiva: en casos del incesto y violación. Se estima que en casos de violaciones, las posibilidades de que una mujer quede embarazada, el porcentaje es el 2%, por no darse una penetración completa[17].

- Aborto Psicosocial. Realizado cuando el embarazo resulta no deseado, se toma en consideración la situación psicológica, familiar económica o social de la mujer. Aquí se dan los mayores casos de aborto, tanto en países en los cuales esta práctica se encuentra despenalizada, como en aquellos países donde aún se tienen consecuencias penales.

El Aborto en la Biblia.

Cuando hay un debate sobre el Aborto, se recurre al quinto precepto del decálogo. Los especialistas consideran que el “no mataras” del legislador no se hacía referencia a la práctica del aborto. Podemos presentar algunas referencias bíblicas al respecto, pero que o todo tienen resonancias éticas, “Job (21,10) Amós (1,13) condenan el aborto practicado por los amonitas, pero la descalificación se centra en la ambición de ese pueblo para ampliar su territorio”[18].

El texto del éxodo 21,22-23, es el que va atener importantes repercusiones dentro de la tradición eclesial, este texto trata sobre la pena que se le debe imponer a un hombre que se enfrenta con otro hombre en el lugar en que se encuentra una mujer, y que causando daños físicos, le provoca un aborto. La traducción correcta afirma que, si solo le ocasionó el aborto, el causante deberá pagar una multa al marido de la mujer embarazada. Además, si el feto no tenía forma humana, el causante solo será multado, pero si ya hubiera alcanzado a tener la forma, se le aplicaría la ley del talión. La pena impuesta es vida por vida[19].

Juan Pablo II en la Evangelium Vitae (n.61) hace referencia a los textos Sagrados que, aunque estos no hablen del aborto voluntario pero sí, presentan al ser humano ya en el seno Materno. Y de manera especial los textos que hacen referencia a la vocación, como una relación de Dios con el ser Humano aun no nacido[20]. Tampoco en el Nuevo Testamento existen textos explícitos que traten o mencionen algo sobre el aborto y su condena, lo único que se encuentra es la condena de los pharmakeia, que aparece dentro de las obras de la carne descalificadas por Gal. 5, 20. y esta misma aparece también en el Apocalipsis (9,21;18,23;21,8;22,15). Los especialistas consideran que estas sustancias condenadas en los textos, son asociadas a la magia y hechicería[21].

LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA

Dentro la tradición de la Iglesia existen algunos documentos que condenan el aborto así como en la Didajé 2,2. “No matarás. No cometerás adulterio. No corromperás a los jóvenes. No fornicarás. No hurtarás. No harás brujerías. No prepararás venenos. No cometerás aborto ni infanticidio. No codiciarás los bienes de tu prójimo”.

Dentro de los primeros siglos de la Iglesia hay algunos textos que condenan el aborto entre ellos consideramos el de Atenágoras en su obra Legatio pro Christianis donde argumenta que los cristianos consideran que la vida es sagrada desde antes del nacimiento. Tertuliano, afirma, en relación con el no nacido, que considera que también es hombre el que lo va a ser. A partir de esa posición tanto Orígenes y Clemente de Alejandría, plantearan el problema del alma racional que no coincide con el comienza con la vida del nuevo ser, de esa forma se inicia la tesis de la animación retardada. Esta tesis tiene su fundamento en la opinión de Aristóteles que menciona que existe una progresiva recepción de almas en el embrión humano, indicando que lo primero que se recibe este embrión es el alma vegetativa, después la sensitiva y por último se tenía la recepción del alma racional. Esta tesis de la animación retardada será defendida por los escritores cristianos entre los siglos VII al XVII. Tomás de Aquino conjuntamente con la Escolástica, afirman que la infusión del alma racional acontecía a los 40 días en el varón y a los 90 en la mujer. Esto postura llevara a importantes repercusiones, por ejemplo de no considerar como homicidio al aborto aplicado hasta antes de esas fechas, sino que se dirá que es un quasi homicidium, que será sancionado con penas canónicas menores[22].

Ya para el siglo XVII surge una nueva tesis de la animación inmediata, donde afirma que la recepción del alma racional se da desde el mismo comienzo del desarrollo del nuevo ser, aunque existen otros como Fyens que menciona que el alma racional se sitúa a los tres días de la concepción. Esta tesis gana adeptos con gran mayoría durante el siglo XIX. Pero en el Código de Derecho Canónico de 1917 supera estas posiciones encontradas condenando todo tipo de aborto sin entrar en la problemática del alma racional[23].

A modo de conclusión, podemos determinar que la tradición de la Iglesia rechaza el aborto. Pero también la moral católica admitirá el llamado aborto indirecto, aplicando el principio de doble efecto y las condiciones que exige dicho principio[24].

EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA

El Magisterio de la Iglesia en estos últimos años ha tomado posturas contundentes con respecto al tema del aborto y de la defensa de la vida, entre ellas podemos considerar la Constitución Gaudium et Spes del vaticano II donde condena el aborto en sus numerales 27 y 51. Podemos mencionar algunos puntos con respecto a los contenidos de esta documentación[25]:

- La vida es inviolable desde el momento de la concepción.

- El derecho a la vida del no nacido está fundamentada en una reflexión sobre datos científicos acerca del valor humano del nuevo ser.

- Sobre el tema de la recepción del alma racional queda en un segundo plano.

- El derecho de la vida del no nacido es aplicado incluso en situaciones dramáticas.

- El valor de la vida del pobre y débil: para defender su derecho a la vida.

- La importancia del contexto social: con respecto a las múltiples amenazas que existen hoy contra la vida.

- El tema de la despenalización o legalización del aborto: el legislador no está obligado a sancionar la violación de todo valor ético, sino únicamente de los valores que afecten al bien