Absurdismo en "El Extranjero" de Albert Camus

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En la novela se puede ver que Mersault es una persona sin un propósito claro o motivación para encontrar uno. Al personaje nada le preocupa, no le afectan las cosas que pasen a su alrededor y tampoco le conmueven pero no es infeliz. En pocas palabras, el señor Mersault tiene una actitud de desinterés y en algunas ocasiones le da la impresión al lector de que nuestro protagonista es un poco egoísta también. Ya que al protagonista le es difícil poder compartir los gustos o pasiones que las demás personas sienten, vive con una indiferencia absoluta puesto a que le parecen absurdas. Por la forma en la que Mersault nos narra la novela, con un tono neutral e indiferente, convierten al personaje en un hombre insensible y hasta inhumano por parte del lector.

Meursault jamás siente culpa por algo. Lo que Camus quería lograr con “El Extranjero” era la presencia física, la luz, el mar. En otras palabras, Mersault es una persona que simplemente vive, no busca una vida con algún Dios ni mucho menos una vida con moral o pecado. El único pecado en la vida –asegura Camus –es el de esperar otra vida y no disfrutar lo que ésta tiene por ofrecer. Aunque, a pesar de que Mersault nunca siente culpa, el sabe perfectamente que cada uno de los seres humanos siempre es culpable “Nada significaba eso. De todos modos, uno siempre es un poco culpable.” (Camus 7)

En la novela cuando Marie le pregunta a Mersault si la ama, éste contesta que esa pregunta no tiene sentido, por lo tanto, no la ama. En otras palabras, es como decir que el amor es solo un pasatiempo, más no le da sentido a la vida, porque el amor también carece de sentido.

Y ya que por fin sabemos que la vida no tiene sentido y que es completamente absurdo buscarle un significado a ésta. Como puede resultar algo deprimente para algunas personas saber que básicamente todo lo que hagamos no servirá dado a que al universo no le importa, Camus nos da tres respuestas acerca de qué hacer ante lo Absurdo.

La primera respuesta es el suicidio físico, ya que la vida no vale la pena ser vivida. Pero a esto Camus lo ve como un acto de cobardía, y lamentablemente tampoco es una solución porque al universo le sigue dando igual si la persona se quiere suicidar o no. El suicido es una falta de comprensión.

La segunda respuesta el suicidio filosófico, que es más bien una respuesta religiosa para darle sentido a la vida mediante algún dios o ser superficial. Pero esta “solución” acaba completamente con la razón.

Y la última respuesta que Camus ofrece es aceptar el Absurdo. “La vida puede vivirse mejor si no tiene sentido” (Camus) Ya que el Absurdo no se puede evitar y como se había mencionado anteriormente es parte de la vida de todos los seres humanos en la Tierra, la única solución es tener coraje y aceptarlo. Es ser rebeldes y seguir tu propio destino, si ya sabes que la vida no tiene sentido al menos hay que vivir y tratar de disfrutarla lo más que se pueda, y aunque no le importa al Universo lo que pase contigo, lo importante es que cada persona le encuentre su propio sentido, y que se vuelva único y solo de él. Que ese significado que le de la persona lo haga un rebelde y aunque se sepa que no se puede ganar contra lo Absurdo hay que afrontarlo con un verdadero espíritu de héroe.