Acorralados por las pandillas
Enviado por Jillian • 25 de Diciembre de 2018 • 1.167 Palabras (5 Páginas) • 395 Visitas
...
De este “pastel” han sido víctimas turistas nacionales y extranjeros.
Mi papá me contó que las primeras agrupaciones comenzaron peleando la cancha de futbol que se había hecho para los muchachos pero él y mis tíos eran sacados a punta de piedra por los de otro sector y luego en la noche merodeaban buscando problemas y eran los mismos muchachos que dejaban de ir al colegio.
Una vez un joven llamado John se fue a mirar un nuevo equipo de sonido que había comprado su hermano, salió de su sector hacia el sector de la Magdalena en Olaya y estando en la casa de su hermano quedó admirado con la nueva adquisición. Su madre le dijo que no se quedara pasada las once y treinta de la noche porque eso por ahí era peligroso. John estaba muy contento escuchando su música favorita que se le pasó el tiempo volando y se le hizo tarde, tomó la decisión de salir a esa hora porque en su casa lo estaban esperando. Camino a su destino, saliendo de la casa de su hermano, pasó por el sector de la Puntilla y se encontró de frente con un número aproximadamente de veinte muchachos con machetes, palos y revólveres. Asustado, miró hacia atrás y venían los pandilleros de la Magdalena. Ese muchacho quedó como en la escena que ocurre con Buscapè en la película Ciudad de Dios. Pero mirando, viò una escapatoria, había una puerta abierta, sin pensarlo dos veces, se metió a esa casa, allí llegó, cerró la puerta y se encontró con una madre y una niña. La señora le dice que salga pero a John se le ocurre decirle que estaba armado pero en realidad lo que el tenia era unas gafas ocultas, al asomarse por las hendijas, viò como se desarrollaba la pelea, al dispersarse los combatientes a John le conmueve mirar a esa madre con su niña asustada y en ese momento le revela la verdad, que él no estaba armado y mucho menos era pandillero y que lo que había hecho lo hizo por salvar su vida, y le agradeció por haberle entendido su situación de desesperación.
A mi familia le tocó salir del barrio para evitar este problema. Decidí preguntarle a uno de mis vecinos de Olaya sobre la situación y esto me dijo.
“Es muy horrible vivir así. Todo el techo me lo tienen partido, me va a tocar colocar los resortes de los colchones viejos en el techo como trinchera, no puede salir uno, ni muy temprano, ni muy tarde por la noche y a estos jóvenes no se les puede decir nada porque de una vez lo amenazan a uno diciéndole que van a hacerle daño a nuestros hijos y nos dicen que no seamos chismosos”.
Muchas personas han pensado mudarse del barrio como mi familia pero algunos no lo logran porque los compradores no quieren dar el dinero que piden porque es un barrio peligroso.
La policía colabora pero no es suficiente porque son demasiados y además de eso como me han dicho, las personas son “marcadas” para hacerles daño por denunciar.
Cartagena se ha convertido verdaderamente en un corralito donde hay que encerrarse porque hay un enemigo que nos quita la libertad. Hay muchas oportunidades para hacer el bien, ¡aprovechémoslas!, cojos, ciegos, mancos, viudas, huérfanos, odios, es lo que deja esta manera de vivir.
Daniela Díaz
...