Analisis La muerte de Ivan Illich

En general, en casi todos los aspectos de los estudios realizados por el humano frente a la naturaleza y las teorías creadas para lograr comprender su funcionamiento y su semántica, este ha formalizado un método de contraposición, en donde muchas veces definen dos objetos, situaciones, cualidades, adjetivos, etc, que son completamente opuestos, para luego ir definiendo matices entre ellos y así hacer una explicación de mayor complejidad y que logre representar por completo la realidad. Así es como se puede observar la oposición entre el negro y el blanco, la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo, lo socialmente correcto e incorrecto, e incluso la naturaleza y la cultura. De este último punto es posible desprender varios estudios, además de variadas perspectivas. Desde la cultura como un artificio del hombre construida al trascender la naturaleza, hasta la cultura como una consecuencia lógica de la naturaleza y su desarrollo. En base a esto se pueden tomar diversas posturas al contraponer el aspecto natural, con el aspecto artificial, o cultural. Realizando incluso una homologación ,por un lado, de lo natural con lo auténtico o esencial, y por otro, lo artificial con lo inauténtico o emulado, es posible hacer una relación directa con las conductas humanas, y cómo estas se ven influenciadas en gran medida tanto por la naturaleza, como por la cultura, en la medida que esta última incide en la primera. Este conflicto de la conducta humana con la contraposición de dos aspectos en específico es posible observarlo en la literatura, en libros tales como Frankenstein, Hamlet y La muerte de Ivan Illich, y como se ven afectados los deseos y ambiciones de los personajes presentes en estos.

Lo auténtico puede ser definido como  lo puro y real, las ideas espontáneas, provenientes de la propia voluntad del alma, que no deben ser forzadas ni guiadas por agentes externos al ser propio de cada persona. Por otro lado, está lo inauténtico, los fingido, lo plástico y creado, la emulación de ideas, expresiones y emociones, acompañado de conspiraciones basadas en intereses propios o de grupos que segregan tanto a comunidades, como a individuos con sus deseos.

En el caso de Hamlet, los discursos y conductas no auténticas, además de las sospechas prominentes en todo esto, provocan múltiples interpretaciones, debido a que, como no existe confianza en el “ambiente” para validar las posturas respecto a algo, se decide tomar parte apresuradamente de un bando, lo que puede llevar a decisiones erróneas. Esta idea se puede inferir, cuando Hamlet asesina a Polonio, quien escondido detrás de una cortina, mientras intentaba afirmar una idea que promulgaba sin haberla necesariamente afirmado con quien directamente debería haberlo hecho, es asesinado por el mismo a quien él estaba intentando difamar. De esta forma es que se puede observar una ironía respecto al los chismes, y a lo que esto puede conllevar, ya que por su lado Hamlet asesina a quien no quería, y polonio encuentra un destino fatal al proceder de modo deshonesto y clandestino.

En Frankenstein, existe una tensión entre el deseo de ser feliz del doctor Frankenstein , haciendo lo que le apasionaba, mediante los descubrimientos y avances científicos, y del estado deplorable al cual llegó por haberse abandonado a sus estudios, olvidando los detalles y placeres simples de la vida. Tal como se menciona: “Si el estudio al que te consagras tiende a debilitar tus afectos y a destruir tu gusto por los placeres sencillos en  los cuales no puede haber mezcla alguna, entonces ese estudio es indefectiblemente malo, esto es, inadecuado para la mente humana” (Shelley, p.52)