Antología de poesía española. Rubén Darío, “Canción de otoño en primavera”, de Cantos de vida y esperanza (1905)

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Métricamente ambos poemas están formados por versos octosílabos que riman de forma asonante solo los versos pares y permanecen libres los impares. El cantar tiene estructura de copla.

Juan Ramón Jiménez, “Álamo blanco”, de Canción (1936)

Juan Ramón Jiménez nació en 1881 en Huelva y murió en 1958 en Puerto Rico. Forma parte del grupo de autores del novecentismo, que se caracterizaban por su sólida formación intelectual y por la búsqueda de la obra bella y arte puro en sus trabajos. La obra de Jiménez está marcada por una fuerte tendencia a la interiorización. Su poesía se puede dividir en tres grandes importantes etapas; la sensitiva, la intelectual y la suficiente o verdadera. En este caso, nos encontramos delante de “Álamo blanco” que pertenece a Canción de 1936. El poema se caracteriza por las descripciones del paisaje como reflejo del alma del poeta. Se trata de una poesía emotiva y sentimental, dónde el autor hace un elogio a la naturaleza idealizada, muestra la harmonía entre él y esa naturaleza. Plasma la conexión entre arriba y abajo del álamo blanco que se podría entender como la paz entre contrarios.

“Álamo blanco” se divide en tres estrofas con dieciséis versos, heptasílabos con rima asonante.

Juan Ramón Jiménez, “Si yo, por ti, he creado un mundo para ti” (El nombre conseguido de los nombres), de Dios deseado y deseante (1949)

Pertenece al mismo autor que anteriormente hemos comentado, Juan Ramón Jímenez, pero en este caso “Si yo, por ti he creado un mundo para ti” es un poema posterior pertenece a la última etapa. Esta etapa se caracteriza por una poesía esencial, difícil y en la cual el tema predominante es Dios, en él se identifica la Naturaleza, la Belleza y la Perfección. Concretamente este poema trata de la búsqueda de la perfección poética, Dios. En las dos primeras estrofas se habla del inmenso esfuerzo del autor para conseguir una poesía perfecta. En la tercera, celebra haber llegado a la perfección cumpliendo así el objetivo de su vida. En la cuarta y quinta estrofa, habla del Dios de la poesía, afirmando que es él quien ha creado esta perfecta poesía.

Es un poema de verso libre dónde predominan los versos de arte mayor.

Pedro Salinas, “El alma tenías”, de Presagios (1924)

Pedro Salinas nació en 1891 en la Ciudad de Madrid y murió en Estados Unidos el año 1951. Salinas formó parte de la Generación del 27 y destacó por ser el poeta del amor. La Generación del 27, en sus obras era muy significativa la tendencia al equilibrio, a la síntesis entre polos opuestos, incluso dentro de un mismo autor. En este caso, nos encontramos con “El alma tenías” que pertenece al primer libro de Pedro Salinas publicado en 1924. Trata el concepto del amor como búsqueda, como algo difícil de encontrar y de conseguir, habla sobre una experiencia ya vivida con alguien. El poema gira entorno a el diálogo entre el “yo” del poeta y el “tu” de la amada, al autor le sirve para implicarse de manera directa en el texto y para expresar reflexiones sentimentales.

Métricamente el poema está compuesto por 25 versos hexasílabos con rima libre generalmente, destaca la utilización de figuras retóricas al largo de la obra.

Jorge Guillén, “Más allá”, de Cántico (1928)

Jorge Guillén nació en 1893 en Valladolid y murió en 1984 en Málaga. Guillén era poeta y crítico literario miembro de la Generación del 27 y gran amigo de Pedro Salinas. En la mayoría de sus poemas los temas son alegres y amorosos, con poesía pura usando pocas palabras para transmitir mucho. Guillén busca en la realidad la plenitud y la perfección. En este caso “Más allá” pertenece su primer libro Cántico, el cual se publicó 4 ediciones sucesivamente ampliadas. El tema del poema es la perfección de la vida desde el punto de la vida del autor, admirando las cosas creadas por el ser humano, exalta la realidad diaria de los pequeños componentes que lo forman. Por tanto es un canto al amor y al vitalismo, es un ejemplo de la poesía de tono optimista de Jorge Guillén.

El poema se divide en 6 secciones con versos heptasílabos que riman de forma asonante.