Análisis práctico de prensa sobre uno de los aspectos del temario

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Los famosos 'recortes' también han sido protagonistas en este fenómeno, sustituidos por 'reformas' o 'reajustes'. En este caso vemos que las tres palabras comparten la partícula '-re', lo que nos hace plantearnos si favorece o desfavorece a los eufemismos. Por una parte, es más difícil que alguien se olvide del término 'recortes' con uno similar como 'reformas' pero, por otra parte, esta similitud puede conllevar que el usuario se quede con el eufemismo pensando que es el término propio.

El 'despido' tampoco se ha librado de tener sustitutos que, además, son muy variados. Encontramos términos desde 'reajuste de plantilla' hasta 'contratación negativa', pasando por 'reestructuración', 'ERE' o 'recortar gastos'. Con estas palabras el despido parece algo totalmente positivo, se recortan gastos y se reestructura y reajusta la empresa. El caso de 'contratación negativa' llama la atención especialmente porque se recurre al contrario del 'despido' para referirse al mismo, eso sí, añadiéndole el correspondiente negativo para no deshacerse del todo del concepto. Ya no te despiden sino que el número de contratos es negativo.

La crisis, los recortes y el despido son tres de las grandes bases sobre las que se asentan los eufemismos económicos, políticos y sociales. Tras el boom de la crisis en España, los dirigentes políticos que ocupan la dirección del gobierno se empeñaron en ocultar la realidad que estaba emergiendo en el país y, para ello, se hicieron eco del fenómeno eufemístico. Pero, como hemos podido comprobar, no solo los políticos manejan los eufemismos sino que los periodistas han adoptado también este lenguaje como estrategia lingüística de cara a la sociedad.

Han sido, y son, muchas las ocasiones en las que se habla de la distorsión y manipulación de la información por parte de los periodistas, en este caso no nos referimos a un caso tan extremo pero sí importante. El estilo del periodista se refleja en cada noticia que se publica y que leen los usuarios y, por tanto, es necesario que estas sean claras y directas y no empleen estrategias atenuadoras de la realidad porque la gente quiere saber qué pasa en la realidad diaria de su país y no lo que le gustaría que pasara. Aunque, por ver el lado bueno de las cosas, si es que lo hay, es, como dice Álex Grijelmo (2011: 522) «mirado por el lado bueno, es gratificante comprobar que en un ámbito de gente de ciencias se hayan escogido tan bien las letras».

Bibliografía

EL PAÍS, Texto en línea: http://economia.elpais.com/>. [Consulta: 19/05/2015].

EL PAÍS (2002): Libro de estilo, Madrid, El País.

GRIJELMO, Álex (2001): El estilo del periodista, Madrid, Taurus.